Acerca del Pa¨ªs Vasco: Estatuto ahora
(Presidenta del Partido Comunista de Espa?a)
Me dicen mis amigos que escriba algo sobre el Pa¨ªs Vasco. Cojo la pluma para hacerlo, no sin emoci¨®n y con inquietud tambi¨¦n. Porque en el Pa¨ªs vasco, mi tierra natal, en mi Gallarta minera crec¨ª y me form¨®, quedando grabado en mi car¨¢cter el sello de las luchas obreras, duras y valientes que, desde finales del siglo pasado, fueran bandera para todos los trabajadores de nuestro pa¨ªs.
E inquietud, s¨ª, honda preocupaci¨®n, por la complejidad, la gravedad de los momentos que vive mi Euskalerr¨ªa.
Y es que el problema vasco puede decirse que es hoy el m¨¢s, serio de todos los problemas planteados en el Estado. El proceso pol¨ªtico vasco va d¨ªa a d¨ªa despeg¨¢ndose del proceso democr¨¢tico espa?ol. Y ello es muy peligroso.
?Causas? Sin duda hay varias, que se explican con m¨¢s o menos acierto desde diversos puntos de vista.
Pero lo m¨¢s urgente es buscar y encontrar los remedios, las soluciones v¨¢lidas.
Es evidente que ha habido y sigue habiendo errores importantes en la pol¨ªtica del Gobierno de UCD hacia el Pa¨ªs Vasco. A su falta de atenci¨®n seria a este problema se deben, entre otras cosas, la debilidad, la escasa autoridad del Consejo General Vasco. Y precisamente en momentos, en que m¨¢s se siente la necesidad de un ¨®rgano nacional vasco capaz de encauzar la vida y las actividades de los ciudadanos vascos, de dar satisfacci¨®n asus anhelos leg¨ªtimos.
A nadie se le oculta el impacto que la crisis econ¨®mica est¨¢ teniendo en el lector obrero de Euskadi, acostumbrado desde hace muchos a?os a vivir en una zona industrial floreciente y desarrollada, con un alto nivel de vida, zona importadora de mano de obra de las regiones econ¨®micamente m¨¢s atrasadas de Espa?a, y que hoy tiene ella misma que hacer frente a la falta de puestos de trabajo. Estas dificultades nuevas est¨¢n teniendo un efecto desmoralizador entre los trabajadores, y muy particularmente, entre lajuventud. Y ello se ha reflejado en la abstenci¨®n considerable en las elecciones de marzo y abril.
Yo creo y espero que la clase obrera de Euskadi, de siempre tan combativa, supere esta situaci¨®n, que haga sentir con mayor fuerza su presencia en todos los aspectos de la vida vasca, que su influencia y actividad se perciban en los frentes profesionales, culturales, intelectuales. La clase obrera de Euskadi est¨¢ llamada a tomar en sus manos, a dar coherencia al problema nacional. No est¨¢ de m¨¢s recordar que desde sus or¨ªgenes, en el a?o 1920, el Partido Comunista incluy¨® en su programa la defensa decidida de los derechos nacionales de los pueblos de Espa?a.
Reforzar la unidad de las fuerzas vascas en torno a la autonom¨ªa, en torno a la elaboraci¨®n y establecimiento del Estatuto de Euskadi, es urgente y primordial. Creo no equivocarme al afirmar que es precisamente la implantaci¨®n del Estatuto vasco lo que ayudar¨¢ a dar soluci¨®n a muchos de los problemas que hoy nos preocupan a todos. Y conviene subrayar los esfuerzos que nuestro abnegado e inteligente Partido Comunista de Euskadi (PCE-EPK) realiza para lograr su implantaci¨®n, y el acierto de sus palabras: "Ni represi¨®n ni terrorismo. Estatuto ahora". El Estatuto de Autonom¨ªa lo desea y espera el pueblo vasco y lo apoyan los pueblos de Espa?a.
Y ya a la altura que estamos, resultan poco convincentes las voces que propugnan la restauraci¨®n del Estatuto de 1936, de la Rep¨²blica. Pudo hacerse hace muchos meses. Hoy ya no es oportuno ni conveniente, sino que provocar¨ªa nuevas divisiones. Las formaciones pol¨ªticas fundamentales de Euskadi est¨¢n ocupadas en la preparaci¨®n, d¨ªscusi¨®n y redacci¨®n de su nuevo Estatuto, el de Guernica, que responde a los anhelos de la mayor¨ªa de los hombres y mujeres vascos de hoy.
En lograr el Estatuto, y con ¨¦l la convivencia de los euskaldunes, est¨¢n empe?adas, quiero creerlo, las fuerzas pol¨ªticas vascas que desean una vida pac¨ªfica y pr¨®spera para los vascos, as¨ª como el dinamismo que en ellas imprimen las fuerzas nacionalistas. La unidad de todas ellas en torno al Estatuto -y no importa repetirlo- es esencial y determinante, reconociendo el papel pol¨ªtico que est¨¢ llamado a jugar el Partido Nacionalista Vasco y el rumbo acelerador y aut¨¦nticamente democr¨¢tico de las fuerzas de izquierda y, ante todo, de la clase obrera.
Retrasar la aprobaci¨®n del Estatuto vasco es hoy un serio peligro y debemos esperar que todos los organismos responsables de nuestro pa¨ªs sean plenamente conscientes de ello.
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