Estudian en EE UU el retorno de grandes buques de navegaci¨®n a vela
Varios prominentes arquitectos e ingenieros navales han empezado a vislumbrar el puerto de Nueva York repleto de barcos de carga transportando los camiones que se env¨ªan ahora en barcos contenedores, pero propulsados por grandes velas triangulares.
Un experto sostiene que dicho tipo de transporte podr¨ªa ser implantado para 1984, al tiempo que el precio del petr¨®leo contin¨²e subiendo y la fuerza del viento se torne econ¨®micamente atractiva, por lo menos en ciertas rutas y para ciertos tipos de carga.Las naves previstas -haciendo uso de mejoras en el dise?o, resultantes de un t¨²nel de viento y pruebas en un tanque y portando velas supergrandes logradas por el desarrollo de fuertes telas sint¨¦ticas- no se parecer¨ªan a los barcos de vela de las viejas estampas.
Los barcos estar¨ªan pensados para minimizar la cantidad de tripulantes, carentes quiz¨¢ de pescantes y m¨¢stiles, de modo que nadie tendr¨ªa que correr riesgos de muerte por subir a lo alto durante una tormenta. Motores auxiliares permitir¨ªan a los barcos marchar cuando hay poco viento.
Se est¨¢ negociando un contrato con la administraci¨®n mar¨ªtima de Estados Unidos y un grupo de arquitectos navales. Un profesor del Instituto de Tecnolog¨ªa de Massachussetts donar¨ªa 108.000 d¨®lares para efectuar una evaluaci¨®n inicial de la posibilidad de la nueva flota de barcos de vela. Para hacer posible las comparaciones basadas en computadoras, del viento y los combustibles f¨®siles, dos compa?¨ªas navieras han convenido enviar informaci¨®n acerca de la ¨ªndole de sus despachos, finanzas y rutas.
Los que est¨¢n m¨¢s entusiasmados por el retorno a la navegaci¨®n a vela parecen ser los arquitectos navales que pilotan sus propios yates. Lester Rosenblat, presidente de la Sociedad de Arquitectos Navales y de Ingenieros de Barcos y siendo ¨¦l mismo un yachtsman, dice que cree que la idea ?tiene posibilidad real?. Y Lloyd Bergenson, tambi¨¦n arquitecto naval y marinero, afirma que la mitad o ?quiz¨¢ el 75 % del transporte oce¨¢nico puede ser movido a vela?.
Tambi¨¦n catamaranes
Bergeson ha sido gerente general de dos importantes astilleros y coordinador de la construcci¨®n del primer submarino Polaris con misiles. Ha participado en el dise?o de veinte clases de barcos comerciales y de la flota de guerra, incluyendo el primer gran buque-tanque para el transporte del gas natural l¨ªquido, y es miembro de la Oficina Norteamericana de Navegaci¨®n, que certifica un tercio de los barcos de carga del mundo con fines de seguros. El a?o pasado naveg¨® solo a trav¨¦s del Atl¨¢ntico.Tambi¨¦n participan en el proyecto, para evaluar un retorno a la navegaci¨®n por la fuerza del viento, los profesores Henry Marcus, del departamento para ingenier¨ªa oce¨¢nica, y otros expertos.
Se planean examinar dise?os tanto de catamar¨¢n como de casco simple. Los catamaranes, que tienen dos cascos separados a cierta distancia, son m¨¢s estables que los barcos de un casco, y por eso pueden transportar del 20% al 40% m¨¢s de vela, pero no pueden navegar tan ce?idos a la direcci¨®n de donde viene el viento.
En condiciones de viento favorables, dice Bergenson -en un trayecto de Barbados a Puerto Rico-, un catamar¨¢n podr¨ªa alcanzar m¨¢s de veinte nudos.
Adem¨¢s, los catamaranes pueden ser arrimados a la playa y descargados con rampas en la proa, una caracter¨ªstica ventajosa en algunas ¨¢reas.
Para construir un barco de carga a vela suficientemente r¨¢pido y econ¨®mico, dice Rosenblat, tendr¨ªa que tener motores auxiliares de alrededor del 25 % de potencia de la de un barco convencional.
Bergeson propone que tales naves tengan un 75% del poder requerido por un barco convencional, agregando que una reducida dependencia del motor podr¨ªa significar que en la mayor¨ªa de las rutas dichos barcos necesitar¨ªan llevar s¨®lo una cuarta parte del combustible que los barcos convencionales.
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