"El eurocomunismo no ha muerto, pero est¨¢ enfermo"

Pregunta. Desde hace veinte a?os, el PCF no progresa. En cada elecci¨®n recoge alrededor del 20% del electorado.? A qu¨¦ se debe este relativo fracaso de un partido revolucionario?Respuesta. En efecto, desde 1958 se observa una lenta erosi¨®n del PCF en la sociedad francesa. No creo, sin embargo, que obedezca a un fracaso de las ideas comunistas en Europa occidental. El caso del Partido Comunista Italiano, que ha doblado su influencia desde 1946, probar¨ªa lo contrario. El estancamiento del PCF es imputable a su retraso te¨®rico sobre la sociedad francesa y sobre las sociedades socialistas, y a su funcionamiento interno. Su visi¨®n catastrofista del capitalismo, por lo simplista, le ha impedido analizar la sociedad francesa y sus problemas reales. Hasta el XXII Congreso no critic¨® a los pa¨ªses del Este, y despu¨¦s se ha manifestado incapaz para comprender los problemas y las contradicciones de estas sociedades, y ha aparecido como el partido m¨¢s prosovi¨¦tico. Y por lo concerniente a su funcionamiento interno, el PCF sigue revel¨¢ndose ante el p¨²blico como un partido misterioso, que amedrenta y que practica una disciplina militar, todo ello incompatible con las exigencias de una sociedad democr¨¢tica en la que los ciudadanos deben saberlo todo. Para un partido comunista sus asuntos no son internos, sino que le pertenecen al p¨²blico. La transparencia de su l¨ªnea pol¨ªtica debe ser total.

P. Esta experiencia, sin embargo, no parece haberle afectado a la direcci¨®n del partido, como lo prueba el repliegue actual del PCF. ?Qu¨¦ an¨¢lisis har¨ªa usted?

R. El programa com¨²n de la izquierda fue una esperanza. El partido parec¨ªa iba a salir de su aislamiento, al distanciarse de la URSS y empezar a valorar la democracia formal. Pero, como la din¨¢mica unitaria favoreci¨® a los socialistas (a causa del retraso del PC), cambi¨® el equilibrio en la direcci¨®n del PCF. Esto se produjo en 1974 y, desde entonces, ha predominado una l¨ªnea antisocialista que ha sido la base dominante del discurso comunista. El proyecto pol¨ªtico, que fue el programa com¨²n, se abandon¨® para defender ¨²nicamente los intereses del partido. Mientras los comunistas espa?oles se implantaban como un partido responsable con el proyecto de la reconciliaci¨®n nacional y los italianos con su compromiso hist¨®rico, el PCF lo supedit¨® todo al problema electoral.

P. ?Cree usted que el electoralismo explica totalmente esta actitud del PCF, que muchos califican de neoestalinista?

R. No cabe duda que, hoy, es palpable una crisis de lo que pudi¨¦ramos llamar las certezas comunistas. El eurocomunismo fue una gran idea, entre el reformismo socialdem¨®crata y el modelo sovi¨¦tico. Pero mientras el PCE y el PCI obraban en este sentido enraiz¨¢ndose en torno a las instituciones democr¨¢ticas, el PCF se ha reducido a defender el patriotismo de partido, sin ning¨²n proyecto pol¨ªtico, s¨®lo reivindicando cada d¨ªa para el d¨ªa siguiente.

P. ?Quiere usted decir que el eurocomunismo ha muerto?

R. No ha muerto, puesto que sus ideas son v¨¢lidas, pero esta tercera v¨ªa, como la llaman los italianos, no ser¨¢ posible si los partidos comunistas se encierran en su patrimonio hist¨®rico. Tienen que analizar la realidad actual del movimiento obrero occidental, que sigue en mayor¨ªa a la sociaIdemocracia. El eurocomunismo no ha muerto, pero desde la cumbre de Madrid, en 1977, est¨¢ enfermo.

P. ?Cree posible, alg¨²n d¨ªa, el renacimiento de la uni¨®n de la izquierda?

R. Estoy verdaderamente asustado por el tono antisocialista del PCF en Francia. El PCF lo ha supeditado todo a lo cuantitativo y, en espera de equilibrar electoralmente al PS, ha abandonado lo primordial: la influencia en la sociedad y las alianzas. Temo que si, un d¨ªa, decide volver a la Uni¨®n, su iniciativa se revela tard¨ªa.

P. ?C¨®mo valora el ?balance globalmente positivo de las sociedades socialistas? que hace el PCF de los pa¨ªses del Este europeo.

R. Es uno de los signos del retroceso pol¨ªtico y te¨®rico que va a representar este XXIII Congreso. No niego la importancia que tuvo la aparici¨®n del comunismo en la URSS, pero no es el momento de realizar balances.