El Rey inaugur¨® solemnemente la legislatura de las Cortes Generales

Don Juan Carlos inaugur¨® oficialmente, ayer, la actual legislatura de las Cortes Generales, en un acto parlamentario revestido de gran solemnidad, celebrado en el palacio de la carrera de San Jer¨®nimo. El Rey, acompa?ado por la reina do?a Sof¨ªa y el pr¨ªncipe Felipe, dirigi¨® al Congreso y al Senado, reunidos en sesi¨®n conjunta, un mensaje de salutaci¨®n y, a trav¨¦s de los parlamentarios, convoc¨® al pa¨ªs a ejercer un ?patriotismo exigente y cr¨ªtico?. Previamente a las palabras del Monarca, el presidente del Congreso y de las Cortes Generales, Landelino Lavilla, record¨® el papel arbitral y moderador de la Corona y la convicci¨®n de los parlamentarios de trabajar ?para todos los espa?oles?.El aspecto del hemiciclo, antes de iniciarse la breve sesi¨®n conjunta de ambas C¨¢maras, mostraba los signos exteriores de las grandes solemnidades. Los parlamentarios ocupaban la casi totalidad de sus esca?os desde las doce y cuarto de la ma?ana, y altas representaciones de las instituciones del Estado se encontraban en las tribunas habitualmente destinadas al p¨²blico. En la tribuna de honor se hallaban el presidente del Consejo de Estado, Antonio Mar¨ªa de Oriol y Urquijo; el jefe del Alto Estado Mayor y presidente de la Junta de Jefes de Estado Mayor, teniente general Ignacio Alfaro; presidente del Tribunal Supremo, Angel Escudero del Corral, y ministro del Tribunal de Cuentas del Reino, Tom¨¢s Romojaro, en representaci¨®n de su presidente.

Las tribunas de p¨²blico estaban parcialmente ocupadas por las esposas y otros familiares de los miembros del Gobierno y de algunos parlamentarios.

La entrada de los reyes y el pr¨ªncipe Felipe en el hemiciclo se produjo a las doce y media de la ma?ana. Los parlamentarios, puestos en pie, aplaudieron a los Monarcas, si bien en los esca?os de la izquierda los aplausos fueron m¨¢s breves y varios de los diputados y senadores de las minor¨ªas Catalana y Vasca permanecieron pasivamente en pie. No estuvieron presentes los cuatro miembros de Herri Batasuna.

Discurso del se?or Lavilla

El presidente del Congreso, Landelino Lavilla, que se mostraba visiblemente emocionado -los folios de su discurso temblaban ostensiblemente en sus manos-, se dirigi¨® a los Reyes, que ocupaban sendos sillones en la mesa presidencial, para recordar el sistema mon¨¢rquico que la Constituci¨®n consagra y el significado del acto solemne de apertura de las Cortes Generales.

El se?or Lavilla destac¨® la presencia de los parlamentarios, del Gobierno -?emanaci¨®n de las propias Cortes?- y de las representaciones de las dem¨¢s altas instituciones del Estado. ?La sociedad espa?ola es plural, y lo es -dijo-, en consecuencia, su representaci¨®n pol¨ªtica, En las C¨¢maras est¨¢n presentes distintas opciones pol¨ªticas, con diferentes modos de entender el mejor futuro para Espa?a y la mejor manera de alcanzarlo; pero en todas alienta la voluntad de convivir y todas son concordes en la necesidad de lograr superiores cotas de progreso y bienestar para los espa?oles.?

?En los di¨¢logos pol¨ªticos, que son esencia de la democracia, cada uno actuar¨¢, sin duda -a?adi¨®-, con su partido desde los presupuestos e ideolog¨ªa de su partido, pero sabiendo bien que la acci¨®n parlamentaria y de gobierno han de ser para todos los espa?oles. Porque en el sistema parlamentario las decisiones de poder se integran, en una u otra forma, por la valoraci¨®n ponderada de los principios, tendencias y aspiraciones, tanto de quienes apoyan al Gobierno como de quienes se oponen a ¨¦l.?

Finalmente, el se?or Lavilla aludi¨® a ?la amplia y no f¨¢cil tarea? que aguarda a las Cortes Generales y declar¨® que los parlamentarios esperaban ?con respeto e inter¨¦s, las palabras del Rey de Espa?a?.

Terminado el discurso del se?or Lavilla, que fue aplaudido desde todos los sectores del hemiciclo, y con mayor insistencia desde los esca?os centristas, don Juan Carlos, que vest¨ªa uniforme militar de gala, dirigi¨® a los parlamentarios -un discurso -que figura en otro lugar de estas p¨¢ginas- que suscit¨® los aplausos generalizados de los diputados y senadores, as¨ª como de los ocupantes de las tribunas. Don Juan Carlos correspondi¨® a los aplausos y, seguidamente, los Reyes y el pr¨ªncipe Felipe, acompa?ados, como a su llegada, por los presidentes de ambas C¨¢maras y el del Gobierno, abandonaron el hemiciclo.