"Me parece imposible que Negri pueda actuar con las Brigadas Rojas"
Acquaviva es catedr¨¢tico tambi¨¦n en Oxford, colabora con el Corriere della Sera y numerosos diarios extranjeros. Lo hemos entrevistado cuando sal¨ªa de un interrogatorio de cinco horas con los jueces de Padua, naturalmente no como acusado, sino como decano de la facultad donde han sido detenidos y acusados de constituci¨®n de banda armada un buen n¨²mero de profesores.Pregunta. ?Le parece cre¨ªble la hip¨®tesis del fiscal de Padua, Pietro Calogero, seg¨²n la cual Autonom¨ªa Obrera y Brigadas Roja han sido organizadas por una misma mente, que ser¨ªa Antonio Negri, con el fin de disponer de un movimiento legal y de un partido armado clandestino en continua ¨®smosis?
Respuesta. Como soci¨®logo, no emito nunca juicios, hago s¨®lo an¨¢lisis. Puedo s¨®lo decir que Calogero es una persona muy seria. De todo lo que ha dicho siempre Autonom¨ªa Obrera, de las cr¨ªticas que han hecho las Brigadas Rojas de este movimiento, de las declaraciones infinitas hechas por Negri y de la publicaci¨®n Rosso, tendr¨ªa que concluir que no. Negr¨ª es un hombre inteligent¨ªsimo, creador de cultura, a mil a?os luz de Curcio. Me parece imposible que pueda actuar con las Brigadas Rojas.
P. ?Qu¨¦ diferencias existen entre Autonom¨ªa, Autonom¨ªa Organizada y Brigadas Rojas en Italia?
R. Autonom¨ªa, como movimiento pol¨ªtico, es una zona, sobre todo, de j¨®venes, que pueden ser m¨¢s de 100.000. Se trata m¨¢s bien de una actitud hacia la vida. Es una especie de crisis permanente que rechazan esta sociedad, la propia familia, los partidos hist¨®ricos, la Iglesia; pero, al mismo tiempo, sufren una profunda crisis de identidad. Estos j¨®venes vienen generalmente de los partidos de izquierdas, de los movimientos cat¨®licos, de las zonas de marginaci¨®n. Empiezan viviendo como conflictos de clase la lucha con todas las Instituciones, de las que se sienten marginados y sin espacio. Aceptan la lucha de clases y la dictadura del proletariado y rechazan en bloque la sociedad capitalista.
Las Brigadas Rojas tienen relaciones internacionales
P. El fiscal Calogero ha acusado a algunos miembros de Autonom¨ªa Obrera de ?constituci¨®n de banda armada?. ?Qu¨¦ quiere decir?R. En Italia, la guerrilla en los tres ¨²ltimos a?os se ha desarrollado en dos direcciones que, a mi juicio, son bien diversas. Una es el partido armado, privilegiado, sobre todo, por las Brigadas Rojas y por los dem¨¢s grupos clandestinos, y la otra es el movimiento armado. En las Brigadas Rojas el discurso te¨®rico se expresa directamente en el plano militar y son de origen claramente leninista. De alg¨²n modo, son semejantes a la III Internacional y a la teor¨ªa del partido armado bolchevique. Por eso, las Brigadas Rojas critican el espontane¨ªsmo. Quien entra, ya no sale. Probablemente tienen relaciones internacionales.
Por el contrario, el movimiento armado es m¨¢s pol¨ªtico y la expresi¨®n militar es s¨®lo indirecta, y las elaboraciones te¨®ricas no est¨¢n dirigidas expl¨ªcitamente a la lucha armada, sino a una reelaboraci¨®n del mundo del conocimiento, de los deseos, de las exigencias y solamente como consecuencia de una estrategia. En realidad, a mi juicio, no existe una l¨ªnea neta de separaci¨®n entre el movimiento; es decir, entre el complejo de las fuerzas extraparlamentarias, que desean derrocar y transformar el sistema, y el brazo armado. Se trata, en realidad, como he escrito en mi ¨²ltimo libro sobre la guerrilla en Italia, de ?grupos militares? diluidos en el movimiento; es decir, la tendencia es la desaparici¨®n entre lo militar y lo pol¨ªtico. Lo pol¨ªtico es militar, y al rev¨¦s. El grupo organizado armado se calcula entre 3.000 y 5.000 personas. Mientras las Brigadas Rojas tienen como objetivo la cumbre del Estado y act¨²an en total clandestinidad, Autonom¨ªa Armada ha defendido siempre vivir entre la gente, creando una acci¨®n de guerrilla difusa, con la tentativa de empujar a la poblaci¨®n a adherirse a un proyecto de rebeli¨®n en conformidad con las exigencias y las necesidades reales de la gente. Se podr¨ªa decir que buscan una sociedad que se interese m¨¢s por la calidad de la vida, contra ?la actual mortal?, que, como dec¨ªa Weathermen y repiten los aut¨®nomos, ?golpea a sus hijos, relega a sus viejos, encarcela a sus rebeldes y se emborracha a muerte?.
La acci¨®n de la guerrilla, en este contexto, est¨¢ enderezada a la b¨²squeda de un sistema de v¨ªas no s¨®lo menos pobre, sino m¨¢s conforme a las nuevas exigencias sociales.
Las Brigadas Rojas y los otros grupos terroristas son, al contrario, una verdadera organizaci¨®n revolucionaria ortodoxa, clandestina, dotada de bases fijas en las grandes ciudades.
"Su acci¨®n tiene base popular"
P. ?En qu¨¦ estado e encuentran actualmente en Italia tanto el terrorismo como la guerrilla?R. Cuantitativamente, los terroristas en Italia no son muchos, pero tampoco pocos. Baste pensar que existen m¨¢s de cien grupos diversos. S¨®lo en la c¨¢rcel hoy hay casi trescientos, entre brigadistas, napistas y primera l¨ªnea, Seg¨²n los datos recogidos por el PCI, en 1978 ha habido en Italia 111 atentados a centros de polic¨ªa, 333 a sedes pol¨ªticas y sindicales, 1.051 atentados a otros centros varios, 746 actos de violencia, 871 atentados a personas con armas de fuego y 45 secuestros de personas. En total, 37 asesinatos.
Personalmente, creo que el partido armado est¨¢ m¨¢s bien en declive y que su clandestinidad les hace m¨¢s vulnerables. Pero no se puede decir lo mismo de la guerrilla. Creo que Italia deber¨¢ a¨²n acostumbrarse por mucho tiempo a convivir con la guerrilla, porque, en realidad, tiene una amplia base de consenso popular. El hecho de que la gente diga abiertamente: ??Por qu¨¦ en vez de disparar a las piernas a un periodista no ponen una bomba en el Parlamento, para acabar con tantos ladrones??, demuestra que existe una base de insatisfacci¨®n pol¨ªtica y social que ofrece un juego f¨¢cil a los guerrilleros.
El hecho de que en Italia la mayor parte de la poblaci¨®n est¨¦ hoy en contra de la violencia subversiva no quiere decir que la guerrilla haya perdido la batalla. La guerrilla, m¨¢s o menos abierta y declarada en Italia, existe y tiene ra¨ªces profundas.
Desencanto del PCI
P. ?Cu¨¢les son las diferencias con, Alemania?R. En Alemania no existe guerrilla, existe s¨®lo terrorismo.
P. ?C¨®mo se explica que en los movimientos de guerrilla y de terrorismo existan tantos ex cat¨®licos?
R. En primer lugar, porque en Italia todos los j¨®venes son o marxistas o cat¨®licos, o las dos cosas juntas. Si por lo que se refiere a los marxistas es evidente el desencanto por el PCI como partido revolucionario, para los cat¨®licos, los j¨®venes que disparan y pasan a la violencia descubren en esta especie de justicia la experiencia del absoluto que la Iglesia, con su crisis de valores tradicionales, ya no es capaz de darles. Es como si descubrieran de nuevo el sentido de la muerte y del sacrificio en el rito sacrificar al culpable.
P. Resumiendo: ?cu¨¢l es la temperatura del enfermo italiano en el campo de la violencia?
R. Creo que aunque las Brigadas Rojas crecen lentamente, van a encontrar siempre mayores dificultades para afirmarse como partido. No creo, pues, que Italia est¨¢ al borde de una guerra revolucionaria, pero s¨ª en la antesala de una guerrilla aut¨¦ntica. Quiz¨¢ estemos ya dentro sin habernos dado cuenta. Personalmente no creo, sin embargo, que acabe triunfando.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.