Contra la contrataci¨®n de extranjeros

El art¨ªculo ?La di¨¢spora y el derecho de asilo?, publicado el 10 de mayo, me mueve a escribirle. Dada la situaci¨®n laboral extremadamente cr¨ªtica de nuestro pa¨ªs, naci¨®n o pueblo, y el considerable n¨²mero de espa?oles en paro y de emigrantes espa?oles que no pueden regresar a la patria siendo objeto de discriminaciones en los pa¨ªses que residen, me parecen justas y necesarias las llamadas dr¨¢sticas medidas que el Gobierno espa?ol est¨¢ tomando ante la entrada ilegal en nuestra patria de tanta mano de obra extranjera.No considero justo que se expulse a nadie de los que ya tienen residencia, ni a los que est¨¦n a punto de conseguirla, pero s¨ª soy partidario de que a partir de ya mismo, se impida la entrada legal o ilegal de mano de obra extranjera, al menos hasta que la situaci¨®n laboral del pa¨ªs lo permita.

Mucho habr¨ªa que discutir de la tan cacareada fraternidad de los pa¨ªses de allende los mares, y mucho que investigar sobre los motivos de los que se dicen perseguidos pol¨ªticamente. Pocos pa¨ªses en una situaci¨®n como la que actualmente atraviesa Espa?a admitir¨ªan trabajadores de otras naciones,

Es encomiable ver c¨®mo se fundan comit¨¦s de ayuda y solidaridad con nuestros hermanos suramericanos y c¨®mo se facilitan permisos de residencia para que toda clase de personal no espa?ol pueda ejercer una labor lucrativa; pero ?qui¨¦n se preocupa del retorno de los emigrantes espa?oles, quienes, de veras, son nuestros hermanos m¨¢s cercanos?

?Es que a nadie le preocupa ver c¨®mo nuestros hijos no encuentran empleo? ?Cu¨¢ntos m¨¦dicos, ingenieros, artistas y deportistas se las ven y se las desean para conseguir un puesto digno para poder desempe?ar su profesi¨®n, a causa de que, hasta ahora, el Gobierno fue demasiado liberal concediendo a diestro y siniestro residencias a inmigrantes de cualquier nacionalidad?