Mari Cruz Soriano
Coge Mari Cruz Soriano, llega, agarra y me lleva a La Corrala para filmarme en un programa que tiene, seg¨²n parece, y que hoy, d¨ªa de San Isidro, se lo van a dedicar a Madrid. ?Y qu¨¦ clase de pareja puedo hacer con san Isidro Labrador, yo que no soy labrador ni santo? Isidro araba alternativamente, como es sabido, con bueyes o con ¨¢ngeles. O sea que no s¨¦ si he venido al programa como ¨¢ngel o como buey.Pero los ¨¢ngeles rom¨¢nicos de la iconograf¨ªa y la hagiograf¨ªa de Isidro hace tiempo que se han quedado a vivir en la colecci¨®n de Gregorio Prieto, en su casa de General Per¨®n. Gregorio los ha restaurado con purpurina para que no den otra vez en bueyes. Yo les he mirado de cerca y s¨¦ que son unos bueyes que se transfiguraban, en ¨¢ngeles cuando el santo les miraba con devoci¨®n, fe y milagro, como los seu¨ªstas se transforman en dem¨®cratas cuando Su¨¢rez les mira fijo.
El ojo del amo engorda al caballo, transfigura al buey y al seu¨ªsta, rasura a Abril Martorell, cura a Garrigues y adelgaza a Fern¨¢ndez Ord¨®?ez. El ojo del amo, claro, es la televisi¨®n estatal.
En esto que la carreta de bueyes del socialismo, que viene por su camino boyancuno erigiendo la testa de minotauro picassiano de Enrique M¨²gica y se atasca en un lodazal ideol¨®gico-pol¨ªtico. Se ha o¨ªdo c¨®mo los bueyes les dec¨ªan a los minotauros, o a la inversa:
-Ya que vamos a estar aqu¨ª hasta las tantas, hagamos un congreso.
Y han hecho el XXVIII. Los bueyes-monitauros quieren transformarse en ¨¢ngeles isidriles bajo la mirada de su santo laico: don Pablo Iglesias. Y salir volando del lodazal con las alas impolutas de salpicadura marxista. Alfonso Guerra lo ha dicho mejor que yo:
-En el partido hay dos tendencias: los que trabajan y los que no trabajan.
Los que trabajan son los bueyes y los minotauros, claro. Los bueyes-base y los minotauros-M¨²gica. Los que no trabajan son los ¨¢ngeles, o sea los intelectuales, individuos colomb¨®filos con cara de Bernard-Henry Levy, nuevos fil¨®sof¨®s antimarxistas que vuelan con plumaje de marcos alemanes. Se lo pregunto a Mari Cruz Soriano:
-Como evidentemente yo no soy san Isidro, Mari Cruz, me gustar¨ªa saber si he venido aqu¨ª de buey o de ¨¢ngel.
-Chico, qu¨¦ alto eres, no sab¨ªa que eras tan alto.
La Soriano es as¨ª: esbelta, vasca, respingona, espectacular y traviesa-pero-sana. La TVE ha sacado ahora mismo un proyecto de estatalizaci¨®n, o el Estado ha sacado un plan televisivo-televisual para quedarse con todo lo que ya se hab¨ªa quedado. A la Oposici¨®n esto no le ha sentado nada. A m¨ª me parece muy bien, porque una se?orita como Mari Cruz Soriano tiene que estar estatalizada. No puede andar por ah¨ª por la oferta y la demanda, expuesta a todos los violadores keynesianos y a que cualquier buey, arc¨¢ngel, minotauro o rojo se la pase por el esmeril.
En La Corrala, toda la basca de la tele, Patxi Andion, la marquesa de O'Reilly, Victorino el de los toros y las vecindonas de Mes¨®n de Paredes, aguerridas de sol y rojas de geranios. El santo patr¨®n nos da en su hagiograf¨ªa el esquema pol¨ªtico que los pol¨ªticos no tienen: en la democracia como en la dictadura, unos iremos de bueyes y otros de arc¨¢ngeles.
El milagro del santo madrile?o es el milagro del buey volando, y esos milagros puede hacerlos ??igo todos los domingos:
-?Qu¨¦ sabe usted hacer?
-Yo soy un buey con alas que les trabaja el latifundio a los Oriol mejor que un Land-Rover.
-Yo soy un ¨¢ngel que ara con los cuernos.
?D¨ªa llegar¨¢ -dijo Quevedo- en que se are con maridos en Castilla.? Machista como era, no dejaba en paz a los cornudos. Cornudo, marido, buey, minotauro o santo, al proletariado le toca arar la tierra que no es para el que la trabaja. Los ¨¢ngeles con alas de cisne del SEU est¨¢n en UCD. De UCD para abajo, todos bueyes, marxistas o ex. Y Mari Cruz Soriano estatalizada, que es lo decente.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.