El corrido de la Marat¨®n Popular, suavizado

El recorrido de la segunda edici¨®n de la marat¨®n popular de Madrid, que se celebrar¨¢ el 20 de mayo, no cabe calificarlo como duro, si tenemos en cuenta la orograf¨ªa de Madrid. Se ha intentado suavizarlo en lo posible, y por ello ha sufrido tres modificaciones con relaci¨®n al itinerario del pasado a?o. Los inscritos, a falta de computar las inscripciones que en estos d¨ªas llegan por correo, son 6.925

La primera variaci¨®n est¨¢ en la Ciudad Universitaria, donde se suprimen los rizos que hab¨ªa en torno a las facultades de Medicina y Filosof¨ªa y Letras; la segunda, en la Casa de Campo, de la que se saldr¨¢ por encima del zool¨®gico, en lugar de por el parque de atracciones, y la tercera, y m¨¢s importante, el recorrido por la M-30 termina poco antes del puente de los Tres Ojos, por lo que se entra a la ciudad por la calle de M¨¦ndez Alvaro, en vez de hacerlo por la avenida del Mediterr¨¢neo, con lo que se evita una de las cuestas m¨¢s pronunciadas del terreno y unos kil¨®metros duros de la M-30.El lugar de la salida y llegada se mantiene, parque del Retiro, Paseo de Coches. La carrera comenzar¨¢ a las nueve en punto de la ma?ana, y el control quedar¨¢ cerrado a las dos y media de la tarde. Se prev¨¦ que el ganador emplee un tiempo que oscile entre las dos horas y cuarto, y las dos horas y media. El paso del primer corredor por los puntos kilom¨¦tricos puede fijarse, pues, si se tiene en cuenta que ir¨¢ a una media aproximada de poco menos de veinte kil¨®metros a la hora. El paso del ¨²ltimo corredor se hace imprevisible situarlo, puesto que muchos acabar¨¢n andando, y la cola, del primero al ¨²ltimo, puede llegar a medir veinte kil¨®metros de longitud. La sucesi¨®n de corredores llegar¨¢, por tanto, a durar horas en los ¨²ltimos tramos del recorrido.

El punto m¨¢s bajo de la carrera est¨¢ en el kil¨®metro treinta, y el m¨¢s alto, poco antes del cuarenta, en la plaza de la Rep¨²blica Argentina. Este desnivel que habr¨¢ de salvar en la parte final de la carrera no es tan duro como a primera vista parece, puesto que la pendiente apenas se aprecia -tenemos el ejemplo de la Castellana-, si bien es continua. Por contra, los dos ¨²ltimos kil¨®metros de la carrera son cuesta abajo, al tomar la calle del General Mola.

Para los que se hayan entrenado medianamente, la primera mitad de la marat¨®n se hace relajadamente y casi sin esfuerzo por la novedad y porque los dem¨¢s participantes arropan; adem¨¢s, la Casa de Campo supone un notable alivio. Cuando se sale de ella ya se est¨¢ en el kil¨®metro veinte, y hasta el veinticinco hay una notable bajada -paseo de Extremadura-. Es a partir de entonces, y al meterse en la M-30, cuando tiene que empezar a notarse el beneficio de los entrenamientos. Lo m¨¢s probable es que llegar¨¢ un momento de desaliento -sobre el kil¨®metro treinta- que, si se logra superar, los movimientos se mecanizan y ya se suele llegar a la meta sin problema; de lo contrario, lo mejor es no pararse, sino andar y volver a correr si se nota una recuperaci¨®n. De cualquier manera, todo lo que se haga en los ¨²ltimos kil¨®metros ir¨¢ en funci¨®n de lo que se haya entrenado.

Por lo que respecta a las inscripciones, ayer hab¨ªan sido registradas 6.925. De acuerdo con esta cifra, la salida en la marat¨®n popular se dar¨¢ a unas 7.000 personas, quinientas menos que hace un a?o.