Venta ambulante

He le¨ªdo con desagrado, aunque sin mucha sorpresa, en EL PA?S del martes 8 del presente mes, la noticia de la proclama municipal con la intenci¨®n expresa de eliminar la venta ambulante, en base a que esta causa, seg¨²n discutible afirmaci¨®n, ?perturbaciones al comercio, la circulaci¨®n, la est¨¦tica urbana, etc¨¦tera?, seg¨²n el art¨ªculo 7 del Reglamento Minorista de Alimentaci¨®n y el art¨ªculo 34 de las Ordenanzas Municipales, considero inoportuno invocar tales art¨ªculos para apoyar las medidas, dado ?el estado de excepci¨®n social? por el que atraviesa el pa¨ªs, como el paro y otros problemas sociales de indudable gravedad. Adem¨¢s, la mayor¨ªa de los vendedores ambulantes venden para subsistir y no para enriquecerse, como quieren afirmar ciertos malintencionados.La noticia es m¨¢s dolorosa por venir de un Ayuntamiento formado por ?dem¨®cratas? socialistas o centristas, en los cuales tantos votos y esperanzas se han depositado, que manifiestan ahora pareceres paralelos a los grandes almacenes industriales, minoristas o mayoristas, etc¨¦tera, o reaccionarios de cualquier tipo, para los que un vendedor es igual a un vago ladr¨®n, drogadicto o anarquista, que no comete en realidad otro delito que el de intentar sobrevivir por encima de leyes y art¨ªculos implacables, pero obsoletos.