Madrid, "zona nacional"

Me quiero referir a la manifestaci¨®n de ultraderechistas del pasado d¨ªa 11. Estoy de acuerdo con la cifra de asistentes dada por su peri¨®dico. pues tambi¨¦n yo me tom¨¦ la molestia de contar, grosso modo, y desde lo alto, en un balc¨®n, por si acaso, y mis c¨¢lculos coinciden, m¨¢s o menos, por grupos de manifestantes y, en consecuencia, globalmente.Pero es m¨¢s: lo considero un espect¨¢culo bochornoso la parcialidad con que las fuerzas de la polic¨ªa y Gobernaci¨®n tratan la cantidad de asistentes, m¨¢xime cuando se nos trata de imprimir la simpat¨ªa, perdida, que todo ciudadano de un pa¨ªs normal y libre debe tener hacia su polic¨ªa, hacia sus Fuerzas Armadas.

Da que pensar la parcialidad de las autoridades hacia un ?partido? presuntamente violento, sobre cuyas siglas recaen multitud de denuncias y querellas por agresiones, asaltos... Parcialidad hacia un partido sin entidad popular (tan s¨®lo un peque?o peso pol¨ªtico en un barrio de Madrid), al cual aparecen vinculados homicidas (caso Andr¨¦s Garc¨ªa, apu?alado por j¨®venes fascistas, fanatizados vaya usted a saber por qui¨¦n) y cuyo l¨ªder es citado a declarar en el sumario de la ?matanza de Atocha?. Por supuesto, no s¨¦ si las presunciones anteriores habr¨¢n pasado de tales, aunque cuando el r¨ªo suena, agua lleva. Y todo ello en defensa de unos ideales a los que no vota casi nadie.

Y yo me pregunto: ?las autoridades dar¨ªan el mismo tratamiento al asunto si las denuncias de asaltos, actos violentos, verdaderos atentados contra la libertad constitucional, lo fueran contra un partido de extrema izquierda, o lo declarar¨ªan ilegal inmediatamente?