Los espa?oles y la econom¨ªa: un mapa psicol¨®gico
Las familias constituyen el primer actor de una econom¨ªa. Int¨¦rpretes de las elecciones y decisiones del consumo, sus actitudes y su estado de ¨¢nimo condicionan el funcionamiento del motor m¨¢s importante del gasto nacional. Cerca del 70% del gasto de la econom¨ªa espa?ola depende de decisiones familiares. Ning¨²n otro sujeto de la actividad econ¨®mica alcanza esa cifra, cuyo comportamiento influye decisivamente sobre el tono vital de la actividad econ¨®mica.Ese protagonismo de las decisiones de los consumidores en una econom¨ªa moderna facilita una perspectiva importante para apreciar el momento que el pa¨ªs vive. Si queremos saber d¨®nde est¨¢ la econom¨ªa espa?ola, nada como pregunt¨¢rselo a los consumidores. Y esto es lo que ha venido haci¨¦ndose trimestralmente desde 1976 (*). Esas preguntas responsables han seguido una experiencia contrastada: la que ofrec¨ªa el ¨ªndice de sentimiento del consumidor elaborado por Georges Katona, quien ha dirigido, con sus colaboradores de la Universidad de Michigan, desde 1954, unas encuestas peri¨®dicas dirigidas a reflejar trimestralmente la opini¨®n de las familias americanas y de sus actitudes. Hoy, tras veinticinco a?os de resultados, puede afirmarse que el ¨ªndice del sentimiento del consumidor ha funcionado satisfactoriamente como mirador desde el que contemplar la situaci¨®n econ¨®mica y sus resultados constituyen un punto de partida s¨ªgnificativo y utilizado para conocer y valorar la coyuntura econ¨®mica
Bas¨¢ndose en esa experiencia, se mont¨® la elaboraci¨®n del ¨ªndice del sentimiento del consumidor en Espa?a. Y son sus resultados los que van a utilizarse para levantar un mapa psicol¨®gico de la coyuntura que tratar¨¢ de responder a tres decisivas preguntas:
?Cu¨¢l es la experiencia reciente de los espa?oles sobre la marcha de la econom¨ªa y su pron¨®stico para los pr¨®ximos meses?
?Cu¨¢l es la jerarqu¨ªa de los problemas que m¨¢s le preocupan?
?Y cu¨¢les las v¨ªas que creen ¨²tiles para buscar la salida de la crisis econ¨®mica?
Crisis econ¨®mica y sentimiento del consumidor
La opini¨®n de los consumidores sobre el momento econ¨®mico que vivimos no puede ser optimista. Nadie puede esperar fortaleza y buen ¨¢nimo en una econom¨ªa batida por los duros vientos de la crisis desde hace cinco a?os. Son esos vientos cr¨ªticos los que explican que el ¨ªndice del sentimiento del consumidor est¨¦ situado por debajo de cien, desde las primeras observaciones que trataban de apreciarlo en mayo de 1976. En esta apreciaci¨®n del sentimiento por bajo de cien, los consumidores espa?oles coinciden con los de otros pa¨ªses en los que el ¨ªndice se elabora, puesto que sus valores han ca¨ªdo tambi¨¦n a partir de la apertura de la gran crisis de los setenta y se han mantenido en bajos niveles en los ¨²ltimos a?os. La crisis econ¨®mica se ha producido hace cinco a?os y no ha logrado superarse. El ¨ªndice del sentimiento del consumidor ratifica ese hecho.Quedarse, sin embargo, aqu¨ª ser¨ªa contar una historia sin matices y, por lo mismo, poco ¨²til. Son las variaciones del ¨ªndice (que el lector tiene representadas en el gr¨¢fico 1) las que resultan significativas. Y esas variaciones nos dicen que, vista a trav¨¦s de los consumidores, la marcha de la econom¨ªa espa?ola puede dividirse en dos etapas claramente distintas. Hasta octubre de 1977 el ¨ªndice adopta valores crecientemente negativos, como consecuencia de la preocupaci¨®n ante una econom¨ªa cuyo deterioro era patente. La recuperaci¨®n de mayo de 1977 respondi¨® m¨¢s a las ilusiones despertadas por un hito hist¨®rico -las elecciones del 15 de junio- que a cambios reales. Los hechos posteriores disolvieron las esperanzas de un r¨¢pido y ?m¨¢gico? cambio en la vida cotidiana y la fuerte ca¨ªda entre mayo y octubre de 1977 ratificaba la poca consistencia de aquella opini¨®n.
El acelerado crecimiento de los precios en julio y agosto de 1977, con tasas mensuales que, elevadas a anuales, se aproximaban peligrosamente a modelos de inflaci¨®n latinoamericanos, mientras el paro segu¨ªa siendo un problema grave, constituyen el trasfondo del valor m¨ªnimo del ¨ªndice de sentimiento del consumidor, alcanzado en octubre de 1977. Sin embargo, el primer sondeo de 1978 vuelve a mostrar un cambio positivo en la tendencia del ¨ªndice que no se pierde durante los meses siguientes. Todo el a?o 1978 recoge tina recuperaci¨®n lenta, pero positiva, del ¨ªndice de sentimiento del consumidor. Recuperaci¨®n en la que influyen dos factores fundamentales que el ¨ªndice refleja. De un lado, el paulatino dominio del proceso inflacionista, que mes a mes, desde octubre de 1977, ha venido registr¨¢ndose con la ca¨ªda de la tasa de crecimiento en el ¨ªndice de precios de consumo. De otra, la mejora esperada por los consumidores en la futura situaci¨®n econ¨®mica del pa¨ªs. La crisis existe. Por eso, el ¨ªndice est¨¢ por debajo de cien, pero el ¨ªndice se recupera: los consumidores testimonian la existencia de una confianza paulatinamente ganada por una menor inflaci¨®n y por una esperanza creciente en la mejora de la situaci¨®n econ¨®mica en el futuro. Esta lenta pero perceptible recuperaci¨®n del ¨ªndice del sentimiento del consumidor se ratifica por un ¨ªndice objetivo para juzgar la situaci¨®n econ¨®mica. utilizado por la OCDE: el llamado ¨ªndice de ?malestar econ¨®mico?. Indice elemental que agrega las tasas de inflaci¨®n y de paro existentes en una econom¨ªa. Como puede observarse por el gr¨¢fico 1, los movimientos de este ¨ªndice objetivo coinciden con las variaciones que experimenta el ¨ªndice subjetivo que trata de apreciar el sentimiento de los consumidores. La ca¨ªda de octubre de 1977 se registra claramente en los dos ¨ªndices y la recuperaci¨®n hasta octubre de 1978 es una nota com¨²n a ambas apreciaciones. Cuando los consumidores sienten que la econom¨ªa mejora, el ¨ªndice objetivo de ?malestar? reduce sus niveles.
Esta recuperaci¨®n en el ¨ªndice del sentimiento del consumidor y el alivio en el ¨ªndice de malestar econ¨®mico sufren una interrupci¨®n brusca en el primer trimestre del corriente a?o. El ¨ªndice de sentimiento del consumidor se sit¨²a en esta ¨²ltima fecha muy por debajo de sus valores del mes de octubre y el ¨ªndice de malestar detiene su paulatina mejor¨ªa.
Dos han sido las variables justificativas de este empeoramiento del ¨ªndice de sentimiento del consumidor: el rebrote de las expectativas alcistas de precios y la opini¨®n m¨¢s pesimista de los consumidores espa?oles sobre el futuro de la econom¨ªa del pa¨ªs. El consumidor espa?ol ha dejado de creer que la inflaci¨®n sea un fen¨®meno dominado, como lo pens¨® y manifest¨® en meses anteriores, a partir de los acuerdos de la Moncloa, de octubre de 1977, y ha dejado de confiar en que la pol¨ªtica econ¨®mica ofrezca en 1979 una respuesta capaz de superar la crisis de la econom¨ªa y resolver los problemas que deben decidir su futuro.
Dos son, pues, las conclusiones que se siguen de esta apreciaci¨®n de la coyuntura por los consumidores espa?oles: la necesidad de alertar a la pol¨ªtica econ¨®mica sobre la tasa de inflaci¨®n. Psicol¨®gicamente, la inflaci¨®n no ha sido vencida y los meses que vienen no van a registrar pasivamente mejoras en el ¨ªndice de inflaci¨®n. Por otra parte, seg¨²n la opini¨®n de los consumidores, la pol¨ªtica econ¨®mica necesita una clara definici¨®n. La encuesta del sentimiento en el ¨ªndice del consumidor revela que los consumidores no creen en la existencia de una pol¨ªtica econ¨®mica cuya aplicaci¨®n paulatina permita al pa¨ªs remediar la crisis. Y la ausencia de esta pol¨ªtica econ¨®mica ensombrece su visi¨®n del futuro.
El paro, la inflaci¨®n y la inseguridad ciudadana
Los problemas que preocupan en mayor medida a las familias espa?olas son a tenor de los datos de sus opiniones en el primer trimestre del corriente a?o, tres: el paro, que precede claramente a todos los dem¨¢s; la inflaci¨®n, que contin¨²a siendo un problema prioritario pero a menor nivel que en el pasado, y la inseguridad ciudadana, que se sigue del ascenso de la delincuencia, convertido, cada d¨ªa que transcurre, en un problema de m¨¢s(Pasa a p¨¢gina 47)
(*)Para analizar las actitudes de las familias en el ¨¢mbito econ¨®mico, el servicio de estudios de CECA viene utilizando el ISC propuesto por la Universidad de Michigan, calcul¨¢ndolo para Espa?a desde mayo de 1976. El trabajo de campo de las encuestas lo realiza Inventica, SA, el n¨²mero de entrevistas es 1.300, est¨¢n dirigidas a los cabezas de familias de todo el pa¨ªs, y el n¨²mero de sondeos anuales es tres.
El paro, primer problema econ¨®mico
Los espa?oles y la econom¨ªa: un mapa psicol¨®gico
La encuesta de los consumidores del mes de febrero se propuso obtener respuesta a una cuesti¨®n importante: ?el espa?ol prefer¨ªa un programa de medidas econ¨®micas decidido unilateralmente o adoptado por un acuerdo? Resulta interesante destacar que cuando los pol¨ªticos espa?oles manifiestan la ruptura del consenso, los consumidores informados no participen de esa opini¨®n. Un 57% de la opini¨®n p¨²blica de los consumidores se revela favorable a un acuerdo entre Gobierno, patronaies y centrales sindicales, porque ese pacto, para una mayor¨ªa amplia, resultar¨¢ beneficioso a la econom¨ªa nacional.La diferencia entre las respuestas que valoran el posible acuerdo como beneficioso para el pa¨ªs y las que creen que sena perjudicial es positiva en todos los grupos de entrevistados clasificados por ocupaci¨®n y m¨¢s importante entre los trabajadores sin cualificar.
La culpa de no haberse conseguido el acuerdo se atribuye -dejando de lado el poco comprometido ?a todos?- en primer lugar al Gobierno (25%), seguido de las patronales (19%), sindicatos (11%) y los partidos pol¨ªticos (5%), con diferencias importantes relacionadas con la posici¨®n laboral y social de cada uno.
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