"La peseta est¨¢ infravalorada"
Pregunta. ?Cu¨¢les son los objetivos del banco en esta primera etapa en Espa?a?Respuesta. Nuestro objetivo primordial es establecer relaciones bancarias con el sector corporativo espa?ol, es decir, con las empresas e industrias locales. Eso no quiere decir que no mantendremos y ampliaremos las que ya tenemos con las multinacionales, que en cualquier caso ser¨¢n nuestro foco principal de atenci¨®n. Queremos contribuir al crecimiento de la econom¨ªa espa?ola y a la labor de crear puestos de trabajo y, para alcanzar este objetivo, nuestra presencia aqu¨ª es fundamental. En Espa?a podemos aportar adem¨¢s nuestra experiencia y conocimiento de similares situaciones en otras partes del mundo, tanto en econom¨ªas desarrolladas como en las que se encuentran en v¨ªas de desarrollo.
Nuestra experiencia y nuestra red de oficinas ser¨¢ tambi¨¦n valiosa en el campo de la exportaci¨®n y ayudar¨¢ a desarrollar el campo de acci¨®n de los exportadores espa?oles. Queremos contribuir tambi¨¦n a potenciar un mercado de capitales amplio y no s¨®lo participar en el mercado interbancario.
P. ?En qu¨¦ sectores concentrar¨¢ el banco su actividad?
R. No tenemos ning¨²n plan concreto para concentrarnos en un sector determinado. Perseguimos participar en la financiaci¨®n de todos los sectores, desde el p¨²blico hasta empresas privadas, como l¨ªneas a¨¦reas, etc¨¦tera.
P. ?Se continuar¨¢ la pol¨ªtica de participar en la concesi¨®n de pr¨¦stamos sindicados?
R. Desde luego. Hasta la fecha hemos participado en pr¨¦stamos sindicados que, en su totalidad, se elevan a 2.000 millones de d¨®lares. Desde la apertura de la oficina de representaci¨®n hemos financiado proyectos por valor de mil millones de d¨®lares. En el ¨²ltimo cr¨¦dito, que hemos participado y dirigido, ha sido el ICO (Instituto de Cr¨¦dito Oficial), cuyo monto completo se eleva a 180 millones de d¨®lares.
P. ?Qu¨¦ impresi¨®n se tiene dentro de la comunidad bancaria mundial de la situaci¨®n econ¨®mica espa?ola?
R. Antes de responder a dicha pregunta me gustar¨ªa hacer un pre¨¢mbulo. La comunidad bancaria internacional est¨¢ impresionada por la naturaleza de la transici¨®n espa?ola, que ha sido pausada, pol¨ªtica, social y econ¨®micamente. Es cierto que la inflaci¨®n es algo m¨¢s alta y el paro superior a lo que ser¨ªa de desear, pero en conjunto creo que los resultados han sido bastante positivos y los planteamientos gubernamentales parecen acertados. Hay tambi¨¦n un nivel alto de reservas gracias a la llegada de capitales. Por otro lado, el amplio mercado espa?ol y su papel en la econom¨ªa europea presenta oportunidades interesantes para el crecimiento si las actuales l¨ªneas pol¨ªticas, econ¨®micas y sociales se mantienen. Creo que el futuro es alentador para la econom¨ªa espa?ola y, desde nuestro punto de vista, para nosotros este es el momento m¨¢s oportuno para contribuir al perfeccionamiento del mercado de capitales y a la realizaci¨®n de nuevas inversiones, que han sido precisamente los sectores de crecimiento m¨¢s lentos. En suma, creo que el panorama es brillante o, al menos, eso parece a un analista de la situaci¨®n espa?ola que, como yo, tan s¨®lo lleva veinticuatro horas en vuestro pa¨ªs.
P. ?C¨®mo ve usted la situaci¨®n pol¨ªtica espa?ola y c¨®mo puede afectar ¨¦sta a sus actividades en Espa?a?
R. Personalmente estoy impresionado con la racionalidad del proceso espa?ol y por la facilidad de este pa¨ªs de acomodarse a un sistema bipartidista despu¨¦s de tantos a?os sin actividad pol¨ªtica. Hay que tener en cuenta el problema vasco, pero, en suma, el futuro es atractivo, ya que en nuestro propio pa¨ªs y en otros existen, hoy d¨ªa, un gran n¨²mero de problemas que no parecen resolverse tan bien. Es preciso reconocer que los cambios no se producen f¨¢cilmente, pero aqu¨ª la orientaci¨®n b¨¢sica es acertada.
P. ?Y el problema del terrorismo?
R. No creo que se pueda minimizar el impacto que el terrorismo pueda tener en las inversiones extranjeras, pero hay que tener en cuenta, por otra parte, que en la ¨²ltima generaci¨®n todo el mundo ha padecido una enorme ola de violencia. En nuestro propio pa¨ªs, los sistemas de seguridad han hecho aparici¨®n recientemente, y han tenido que ser desarrollados a niveles muy sofisticados. Los mismo ha sucedido en Alemania Federal, en el Reino Unido, en Irlanda. No creo, pues, que Espa?a sea muy diferente en este aspecto.
P. ?No teme su banco una posible nacionalizaci¨®n de sus intereses en el caso de que la izquierda llegue al poder?
R. Este es un problema que cualquier banco, especialmente si es internacional, tiene en un elevado n¨²mero de pa¨ªses y que, desde luego, s¨®lo puede plante¨¢rselo seriamente si ¨¦ste se produce realmente. Hemos sido nacionalizados en Chile, por ejemplo, y ahora todas nuestras oficinas est¨¢n abiertas de nuevo. Lo mismo sucedi¨® en Egipto. Se nos compens¨® econ¨®micamente, y ahora hemos sido invitados de nuevo. Algo parecido puede ocurrir en China. En resumen, este es un c¨ªrculo sin l¨ªmites, desde que iniciamos nuestras actividades a principios del siglo. Desde entonces, hemos pasado por tres guerras y muchos m¨¢s hechos violentos y, desde luego, ahora somos m¨¢s grandes que entonces.
P. ?Cu¨¢l es su opini¨®n sobre el futuro inmediato de la econom¨ªa norteamericana?
R. Estamos en estos momentos en la fase ¨²ltima de un ciclo. Creo que hemos completado el per¨ªodo de recuperaci¨®n de una de las m¨¢s grandes depresiones econ¨®micas (a?os 1973-1975) de las ¨²ltimas d¨¦cadas. Existe un gran debate ahora entre los economistas; si iniciamos un per¨ªodo nuevo de recesi¨®n, o tan s¨®lo estamos viviendo un momento de estancamiento. En nuestro banco estamos m¨¢s de acuerdo con aqu¨¦llos que piensan que la recesi¨®n es inminente, y que probablemente ¨¦sta comenzar¨¢ en el tercer cuatrimestre del a?o y durar¨¢ hasta 1980. Es decir, probablemente se producir¨¢n cuatro o cinco cuatrimestres con crecimiento nulo e incluso negativo. De estos cinco cuatrimestres, dos arrojar¨¢n cifras negativas de hasta cuatro puntos.
La raz¨®n de esta situaci¨®n quiz¨¢ est¨¦ en el lento crecimiento de la oferta monetaria en 1978, que ha sido insuficiente para contener el ¨ªndice de inflaci¨®n y para producir el adecuado crecimiento econ¨®mico. La oferta monetaria ha sido reducida a un 6 % o 7 % en la mayor parte del a?o, mientras que la inflaci¨®n tiene ahora dos d¨ªgitos y el aumento del PNB es pr¨¢cticamente nulo.
En resumen, creo que la recesi¨®n se va a producir de forma inmediata, pero no va a ser tan fuerte como la anterior. Asimismo, pienso que mientras la econom¨ªa norteamericana se encuentre en esta situaci¨®n, las europeas van a estar en mejor posici¨®n, al menos en un primer momento.
P. ?Cree usted que el d¨®lar continuar¨¢ su actual tendencia?
R. Mi opini¨®n es que el d¨®lar mantiene una posici¨®n fuerte y que esta tendencia paulatina continuar¨¢. Pese a los problemas que Estados Unidos padece en el frente energ¨¦tico, es menos dependiente del petr¨®leo extranjero que otros pa¨ªses, como Jap¨®n o la RFA. Este ¨²ltimo pa¨ªs, adem¨¢s, ha comenzado a padecer s¨ªntomas inflacionistas, ¨²nico peligro que, tambi¨¦n en nuestro pa¨ªs, amenaza al d¨®lar.
P. ?Y la peseta ... ?
R. La peseta, seg¨²n tengo entendido, est¨¢ en una posici¨®n muy fuerte, e incluso se puede decir que est¨¢ infravalorada. La fuerte entrada de capitales, el alto nivel de reservas, las perspectivas favorables en las entradas de divisas tur¨ªsticas y la reducci¨®n de las importaciones (quiz¨¢ porque la actividad econ¨®mica no ha sido tan boyante como se esperaba), son factores muy importantes para entender por qu¨¦ la peseta est¨¢ tan fuerte.
Tal como lo vemos nosotros, la peseta est¨¢ infravalorada, y si se la dejara flotar, de acuerdo a la ley de la oferta y la demanda, estamos seguros que continuar¨ªa su revaluaci¨®n. Hasta qu¨¦ extremo no lo sabemos, pero tenemos la impresi¨®n de que el Banco de Espa?a est¨¢ interesado en mantener el valor de la peseta al actual cambio de 66 pesetas por d¨®lar.
Por otro lado, Espa?a no est¨¢ teniendo graves problemas a la hora de hacer frente a sus compromisos de deuda externa, y es de resaltar que sus reservas contin¨²en aumentando pese a tener que pagar altos servicios de cr¨¦ditos pasados. Pero, en este sentido, hay que ser precavidos, pues antes de cinco a?os este pa¨ªs va a tener que afrontar compromisos de deuda externa realmente altos, ya que los cr¨¦ditos concertados lo fueron a largo plazo.
En Espa?a, el cr¨¦dito a medio plazo es pr¨¢cticamente inexistente y, desde luego, el de largo plazo brilla por su ausencia. Nosotros creemos que esta funci¨®n, antes realizada por los bancos internacionales, podemos hacerla ahora nosotros, pero con nuestras instalaciones en Espa?a.
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