El patrimonio sindical, en la OIT
?( ... ) Como las resoluciones o recomendaciones de la OIT carecen de fuerza vinculante, e incluso es potestativo suscribir sus tratados para los pa¨ªses miembros, la queja de los sindicalistas espa?oles m¨¢s se dir¨ªa encaminada a acentuar en el ¨¢mbito internacional la presi¨®n reivindicativa, ejercida ya en el ¨¢mbito interno, que a otra cosa. Lo cual, por cierto, es medida congruente con el fin que los sindicalistas persiguen. ( ... )Pero este no es el fondo de la cuesti¨®n. Este no es su verdadero punto conflictivo. Lo que se discute es otra cosa: la apropiaci¨®n, que no restituci¨®n ni devoluci¨®n, de un patrimonio sindical, cuya valoraci¨®n econ¨®mica debe alcanzar cifras impresionantes, que no fue incautado a ninguna central, a ning¨²n sindicato, y que se form¨®, adem¨¢s, con recaudaciones de cuotas sindicales obligatorias en las que correspond¨ªa abonar la proporci¨®n mayor de la cuota a las empresas.
La cuota sindical, creada por la ley de 6 de diciembre de 1940, se recaudaba obligatoriamente, ya en noviembre de 1941, en la proporci¨®n de un 2% sobre el importe de las n¨®minas de personal, atribuy¨¦ndose el 1,50% a cargo de la empresa y el 0,50% a cargo de los trabajadores. En a?os siguientes se rebaj¨® el porcentaje recaudatorio total y disminuy¨® la aportaci¨®n obrera. En 1956, por ejemplo, la cuota descendi¨® a un 1,80%, pagando las empresas el 1,50% y el 0,30% los trabajadores. En 1976 estos porcentajes eran, respectivamente, un 1,48% y un 0,28%. ( ... )
Y en ¨²ltimo extremo, si el asunto llegase a instancias de discusi¨®n parlamentaria en Espa?a -cosa nada improbable ni inconveniente- tambi¨¦n deber¨¢n tenerse en cuenta los or¨ªgenes econ¨®micos, la cuota y sus porcentajes, de los que naci¨® y se engrandeci¨® el patrimonio sindical. Decidir sin estos datos, o de espaldas a ellos, podr¨ªa conducir a una especie de expolio nacional.?
3 de junio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.