An¨¢lisis de las libertades personales en la Constituci¨®n
?El error del viejo liberalismo del siglo XIX fue su individualismo, su contraposici¨®n del individuo al Estado. El liberalismo ha de ser la organizaci¨®n social de la libertad. En cuanto al Estado, su funci¨®n no es la de realizar las actividades que corresponden a los individuos y a la sociedad como tal, sino la de fomentarlas, coordinarlas y ejercer la funci¨®n suprema de mando para asegurar las libertades de las personas y de los grupos. ?De esta manera sintetiz¨® ayer el profesor Juli¨¢n Mar¨ªas la filosof¨ªa de su ponencia Derecho a la libertad real y efectiva y convivencia social, pronunciada en la primera jornada del Simposio Nacional sobre Libertades Personales y Convivencia Social en la Constituci¨®n, que se celebra estos d¨ªas en el Instituto de Ciencias del Hombre de Madrid.
El profesor Mar¨ªas defendi¨® en su conferencia que la libertad concreta y no abstracta se da en la convivencia y, por tanto, dentro de una sociedad y su existencia depende de su viabilidad social. ?La afirmaci¨®n?, dijo, ?sin restricci¨®n de una libertad, sin tener en cuenta su concatenaci¨®n con las dem¨¢s y las condiciones sociales de su ejercicio, impide las dem¨¢s y desencadena un proceso de deterioro de las libertades que acaba por anular la que se hab¨ªa afirmado ilimitadamente?.
Desarrollo de la personalidad
Por su parte, el profesor Mariano Yela, que intervino en segundo lugar, y que habl¨® sobre el Libre desarrollo de la personalidad en un espacio social compartido, afirm¨® que este desarrollo se logra mediante la interacci¨®n, fundamentalmente cultural, de un ser vivo, consciente y personal, gen¨¦ticamente dotado con un mundo f¨ªsico, biol¨®gico y humano. En este proceso, el hombre va haci¨¦ndose con los otros de forma enriquecedora o empobrecedora, liberadora o alienante, en funci¨®n de su dotaci¨®n gen¨¦tica, de las posibilidades que le ofrecen los otros y el mundo en que se constituye y despliega su yo y de las posibilidades que con los dem¨¢s inaugura, apoyado en la fuerza coactiva de las leyes f¨ªsicas y psicogen¨¦ticas y de las normas y leyes sociales. En ¨²ltimo lugar Intervino Justino de Azc¨¢rate, que desarroll¨® el tema Libertad ideol¨®gica en una sociedad pluralista y se detuvo especialmente en el an¨¢lisis de la evoluci¨®n de la discusi¨®n de estas libertades en el Congreso. Senado y en las comisiones constitucionales y en contemplar la relaci¨®n de esta libertad con otros derechos y libertades establecidos en la Constituci¨®n.Este simposio, que se alargar¨¢ todav¨ªa hoy y ma?ana, contar¨¢ con sucesivas intervenciones de Antonio Hern¨¢ndez Gil, Juan Luis Cebri¨¢n, Javier Tusell, Luis Enrique de la Villa y Enrique Fuentes Quintana. De este simposio ha dicho su organizador, Jos¨¦ Arana, presidente del Instituto de Ciencias del Hombre, entidad patrocinadora, junto con el Banco de Bilbao, que ?est¨¢ por encima de la pol¨ªtica, pero tambi¨¦n con bases s¨®lidas en la realidad. Si no podemos admitir reducciones pol¨ªticas de la realidad social?, ha dicho, ?tampoco extrapolaciones irreales de los demagogos de cualquier clase?.
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