Los pa¨ªses "ricos" estudiar¨¢n en Tokio c¨®mo controlar el precio del petr¨®leo

El Gobierno norteamericano propondr¨¢ a los pa¨ªses industrializados, durante la pr¨®xima ?cumbre? de Tokio, una estrategia conjunta para reducir el consumo energ¨¦tico y poner un l¨ªmite al aumento de los precios del petr¨®leo. Aspectos de esta propuesta fueron discutidos en Washington esta semana con el ministro franc¨¦s de Asuntos Exteriores y el canciller de la Rep¨²blica Federal de Alemania.

Uno de los puntos b¨¢sicos, a corto plazo, del programa que est¨¢ todav¨ªa preparando la Administraci¨®n Carter consiste en imponer un techo m¨¢ximo a los precios del crudo en el mercado libre de Rotterdam, donde se est¨¢ pagando el petr¨®leo a m¨¢s del doble de los precios normales por barril.El ministro franc¨¦s de Asuntos Exteriores, Jean Fran?ois Poncet, tras entrevistarse durante dos d¨ªas con altos funcionarios norteamericanos, se mostr¨® partidario de la imposici¨®n de topes m¨¢ximos en el mercado de Rotterdan, porque, en las circunstancias actuales, ?Occidente est¨¢ cometiendo un suicidio energ¨¦tico?.

Junto a importantes discrepancias pol¨ªticas con la Administraci¨®n Carter, el responsable de la pol¨ªtica exterior francesa pareci¨® de acuerdo en que la ?cumbre? de las siete democracias industriales que se celebrar¨¢ en Tokio los d¨ªas 28 y 29 de junio estar¨¢ centrada, esencialmente, en el tema energ¨¦tico.

Jean Fran?ois Poncet discrep¨® en materia energ¨¦tica de sus anfitriones norteamericanos y pidi¨® directamente que Estados Unidos deje de pagar un subsidio a los importadores de gas¨®leo destinado a la calefacci¨®n, porque contribuye al aumento de los precios y del consumo. Hasta ahora, el Gobierno norteamericano paga un subsidio de cinco d¨®lares por barril a las compa?¨ªas que importan combustible para la calefacci¨®n dom¨¦stica.

El canciller alem¨¢n, Helmut Schmidt, que realiza una visita con car¨¢cter privado a Estados Unidos, se entrevist¨® con el presidente Carter el mi¨¦rcoles y, seg¨²n el comunicado oficial, los dos l¨ªderes estuvieron de acuerdo en ?la necesidad de reducir la demanda energ¨¦tica e incrementar las fuentes de suministro a largo plazo, incluyendo la utilizaci¨®n de alternativas al petr¨®leo ?.

Contra lo que se esperaba, Schmidt no pidi¨® abiertamente, como hizo el ministro franc¨¦s, que la Administraci¨®n Carter suprima el subsidio de los cinco d¨®lares por barril, sino que esquiv¨® el asunto y dijo estar preocupado en problemas a largo plazo, en los que su visi¨®n coincide con la del presidente Carter. El canciller federal, que en 1976 diera su apoyo pol¨ªtico al candidato Gerald Ford, dijo ayer que est¨¢ de acuerdo con Carter en ?su pol¨ªtica energ¨¦tica, en particular, y su pol¨ªtica econ¨®mica, en general?.

Sin embargo, la Rep¨²blica Federal de Alemania ha venido oponi¨¦ndose tradicionalmente a la imposici¨®n de controles de precios en el mercado libre de Rotterdam. El tema, que habr¨¢ surgido, sin duda, durante las conversaciones entre Schmidt y Carter, no tiene f¨¢cil soluci¨®n y Bonn podr¨ªa aceptar tales controles a cambio de otras medidas a adoptar por las restantes democracias industrializadas.

Washington propondr¨¢ tambi¨¦n en la cumbre de Tokio que sus aliados adopten medidas de conservaci¨®n similares al plan norteamericano, como limitaci¨®n, de velocidad en carretera y conversi¨®n al carb¨®n de las plantas industriales. A cambio recibir¨¢ duras cr¨ªticas de los europeos, que acusan a Norteam¨¦rica de no subir los precios de la gasolina a niveles que realmente reduzcan el consumo.

A largo plazo, las propuestas que est¨¢ preparando la Administraci¨®n Carter incluyen planes de inversi¨®n conjunta en fuentes alternativas de energ¨ªa, especialmente combustibles sint¨¦ticos, y negociaciones en bloque con el cartel de pa¨ªses productores. Precisamente dos d¨ªas antes de la cumbre de Tokio, la OPEP tiene programada su asamblea ordinaria en Ginebra, de la que puede salir un nuevo aumento de los precios de los crudos.

El Gobierno americano contin¨²a su programa de almacenato estrat¨¦gico de petr¨®leo, pese a los problemas de suministro de gasolinas que sufre el pa¨ªs en las ¨²ltimas semanas. La ?reserva estrat¨¦gica de petr¨®leo? se cre¨® tras la crisis de 1974 provocada por el embargo ¨¢rabe, y pretende acumular en el subsuelo de los estados sure?os hasta un bill¨®n de barriles de petr¨®leo. Seg¨²n el Departamento de Energ¨ªa americano, en los ¨²ltimos tres meses se han incorporado a la reserva ocho millones de barriles, que elevan a casi un centenar de millones los ya almacenados. Si el Gobierno americano decidiera vender esta reserva, que est¨¢ comprada a los precios anteriores a la crisis iran¨ª, los beneficios obtenidos se acercar¨ªan a los quinientos millones de d¨®lares.

Las cifras de crudo almacenado en estos momentos es sensiblemente inferior a las previstas, que fijaban una cota de 250 millones de barriles para este a?o. La crisis de Ir¨¢n y las dificultades de suministro que provoc¨® oblig¨® al Gobierno americano a reducir sus compras.