"Deseo la uni¨®n de la UCD a los democristianos europeos"
EL PAIS. ?Cu¨¢l es la Europa que el PPE ofrece al elector?Leo Tindemans. Saber cu¨¢l ser¨¢ la fase final de la construcci¨®n europea es un tema de pol¨¦mica entre l¨ªderes pol¨ªticos. Hay quienes hablan de la Europa federal, otros de la Europa confederal, otros que discuten sobre la necesidad o no de dar a Europa poderes supranacionales, o bien vamos hacia lo que los gaullistas franceses llaman la ?Europa de las patrias?. Nosotros, en el Partido Popular Europeo, llegamos al acuerdo, despu¨¦s de largas discusiones, sobre la f¨®rmula siguiente: queremos pasar de la actual Comunidad Econ¨®mica Europea al estadio de la ?Uni¨®n Europea?, realizando el ?informe Tindemans?. Superada la etapa de la ?Uni¨®n Europea? entraremos en la fase de la federaci¨®n, objetivo final del PPE, como definimos ya en nuestro congreso del pasado mes de febr?ro, celebrado en Bruselas.
P. ?Habla usted de su informe sobre la ?Uni¨®n Europea?, aprobado por el Consejo Europeo de La Haya en 1976 y enterrado a causa de la crisis econ¨®mica?
R. Existen tres razones por las cuales mi informe sobre la ?Uni¨®n Europea?, encargado por mis propios colegas, jefes de Estado o de Gobierno, no ha sido aceptado con mayor entusiasmo. Primero, la crisis econ¨®mica que, a partir de 1974-1975, afecta a todos los Estados de la Comunidad. Segundo, por el capitulo consagrado a las relaciones exteriores, que no recibi¨® la acogida general de todos los Gobierno en lo que se refiere a una actitud com¨²n de la CEE en materia de pol¨ªtica internacional. Personalmente suger¨ªa que escogi¨¦ramos nosotros mismos los dominios en que Europa deber¨ªa hablar con ?una sola voz?. Tercera raz¨®n de la falta de ¨¦xito del proyecto de ?Uni¨®n Europea? se debe a la carencia de entusiasmo colectivo entre democristianos, socialistas y liberales, actualmente m¨¢s separados por sus antagonismos que en los a?os cincuenta, cuando se decidi¨® crear las Comunidades
P. ?Por qu¨¦ los electores muestran tan poco inter¨¦s por estas primeras elecciones europeas?
R. La raz¨®n principal, en mi opini¨®n, radica en que nunca se ha explicado muy bien al hombre de la calle lo que significa realmente la construcci¨®n europea...
P. ?Culpa de los pol¨ªticos o de los periodistas?
R. De ambos, de periodistas y de pol¨ªticos. Por ejemplo, cuando se habla de ?impuestos compensatorios? y, encima, los ministros no llegan a ning¨²n acuerdo, me interrogo sobre cu¨¢ntas personas pueden interpretar realmente lo que ocurre. Los ?eur¨®cratas? hablan un argot que el ciudadano medio no comprende. Por consiguiente, la gran masa de nuestra poblaci¨®n no es antieuropea, al contrario. Lo que ocurre es que no comprenden lo que pasa. De ah¨ª que se viva en medio de una indiferencia completa y que hoy no entiendan muy bien el contenido de estas elecciones directas al Parlamento Europeo. Cito todav¨ªa un ejemplo: un agricultor sabe perfectamente que de las decisiones comunitarias depende en parte su nivel de vida, pero las dem¨¢s categor¨ªas profesionales europeas ignoran la relaci¨®n directa para su vida cotidiana de muchas de las decisiones que se toman a escala comunitaria y que, ciertamente, el futuro de sus hijos depender¨¢ de las decisiones o de los desacuerdos que se realicen a escala europea. Tal es el desaf¨ªo de nuestro tiempo.
P. Antes que concluya la legislatura normal de cinco a?os del nuevo Parlamento Europeo, los espa?oles, normalmente, se convertir¨¢n en ciudadanos ?comunitarios?. ?Tienen plaza en esta Comunidad?.
R. Ciertamente. Europa, en mi opini¨®n, es inconcebible sin Espa?a. B¨¦lgica, en particular, lleva todav¨ªa la huella espa?ola de cuando ¨¦ramos los Pa¨ªses Bajos espa?oles. Espa?a forma parte ¨ªntegra de Europa, tanto desde el punto de vista cultural como hist¨®rico. Cuando ¨¦ramos todav¨ªa ?seis? miembros en la CEE, con frecuencia se nos acusaba de ser un ?club? de pa¨ªses ricos. Visi¨®n falsa. Siempre dijimos que cualquier pa¨ªs europeo, con r¨¦gimen democr¨¢tico, puede solicitar el ingreso a nuestra Comunidad. Espa?a, actualmente con un sistema pol¨ªtico democr¨¢tico, pide su adhesi¨®n y no tenemos ning¨²n derecho para rechazar su entrada. Podemos buscar soluciones t¨¦cnicas a las dificultades, con per¨ªodos de transici¨®n, pero no podemos impedir la entrada de Espa?a.
P. Cara a una futura participaci¨®n espa?ola en las elecciones europeas, en 1984, ?el PPE intentar¨¢ vincular a los centristas de UCD, vistos los resultados de los partidos espec¨ªficamente democristianos en Espa?a?
R. En mi condici¨®n de presidente del PPE, deseo evidentemente que Uni¨®n de Centro Democr¨¢tico se convierta en miembro del Partido Popular Europeo. Conozco la composici¨®n de este partido y s¨¦ que un grupo importante en el interior del partido se adhiere ideol¨®gicamente, espiritualmente, a nuestras ideas, a nuestro grupo. Lo cual no excluye que, a imagen de lo que ocurre en Francia con el UDF (giscardiano), una parte del grupo milite a nuestro lado en el grupo parlamentario europeo y otra en un grupo distinto. Estar¨¦ muy contento si un d¨ªa el importante partido de UCD espa?ol decide llevar el combate europeo a nuestro lado.
P. ?Qu¨¦ har¨¢ Leo Tindemans durante sus cinco a?os de mandato parlamentario europeo -si no los interrumpen la pol¨ªtica nacional belga- para que los ciudadanos se interesen m¨¢s directamente por los asuntos comunitarios?
R. Desde ahora mismo, desde nuestra campa?a electoral, procuramos sensibilizar al elector europeo, explicando por qu¨¦ la unificaci¨®n es necesaria e imprescindible, incluso antes de exponer nuestro propio programa electoral, en pro de una Europa m¨¢s democr¨¢tica, de progreso econ¨®mico, social y de pleno empleo, de libertad y de solidaridad.
P. A nivel comunitario, los sondeos dan la victoria a los socialistas. ?Cu¨¢l es la opini¨®n del presidente del PPE?
R. Por el momento, los sondeos son indecisos. Dan todav¨ªa un ligero avance a los socialistas, pero progresamos en los ¨²ltimos sondeos. En todo caso, sea cual sea el resultado, seremos uno de los grandes grupos del nuevo Parlamento. Ya en el anterior Parlamento el grupo democristiano era el grupo m¨¢s homog¨¦neo, sin olvidar que, cuando en 1952 se fund¨® la CECA (Comunidad Europea del Carb¨®n y del Acero), hab¨ªa en los seis Gobiernos firmantes seis primeros ministros de inspiraci¨®n democristiana.
P. ?Es partidario de un refuerzo de poderes del futuro Parlamento Europea?
R. S¨ª, soy partidario de tal refuerzo. No se movilizan 180 millones de electores para un Parlamento que no tendr¨ªa suficientes poderes. Pero no se trata de dar un poder legislativo, completo, al nuevo Parlamento, al d¨ªa siguiente de las elecciones. La raz¨®n se debe a que el proceso de construcci¨®n europea no est¨¢ a¨²n terminado. El juego normal entre ejecutivo, entre Gobierno y Parlamento, no puede realizarse, porque no hay todav¨ªa un ejecutivo europeo. Dar los plenos poderes legislativos al Parlamento ser¨ªa arriesgado para el propio sistema parlamentario, ante la ausencia de un poder ejecutivo a escala comunitaria. S¨ª habr¨¢ que ampliar, sin embargo, las competencias del Parlamento Europeo.
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