La muerte de una joven en Tudela fue un accidente, afirma el Gobierno

Un informe del ministro del Interior, sobre los sucesos de Tudela ocurridos el domingo pasado, refuerza la calificaci¨®n de accidente que se dio a los hechos desde el primer momento, e incluso pone en duda seriamente la honorabilidad de algunas fuentes?, afirm¨® anoche Josep Meli¨¢, secretario de Estado para la Informaci¨®n, durante la conferencia de prensa celebrada para informar del Consejo de Ministros.

El se?or Meli¨¢ a?adi¨® que el ministro del Interior, Antonio Ib¨¢?ez Freire, hab¨ªa aportado al Consejo un extenso informe sobre el tema terrorista en general y que el Gobierno tiene ya citas y datos precisos que ?de momento es preferible no divulgar, por estar relacionados con el ¨¦xito de las propias operaciones policiales?.Abundando sobre el suceso de Tudela, en el que perdi¨® la vida la joven Gladis del Estal, el se?or Meli¨¢ afirm¨® que el informe del forense se?ala que en el cuerpo de la v¨ªctima no se encontr¨® ning¨²n hematoma, por lo que se descarta que fuese golpeada, y menos a¨²n -dijo- a culatazos, puesto que el arma que portaba el guardia civil al que se achaca el disparo no posee culata. Ello demuestra -sigui¨®- que no existi¨® discusi¨®n ni confrontaci¨®n previa y est¨¢ demostrado que la v¨ªctima estaba en la parte de atr¨¢s, respecto al guardia civil, y que cuando alguien intent¨® arrebatarle el arma desde atr¨¢s, ¨¦sta se dispar¨®, dirigi¨¦ndose hacia atr¨¢s el proyectil.

En respuesta a otras preguntas sobre el mismo tema, dijo el secretario de Estado que la manifestaci¨®n fue pac¨ªfica, aunque no exenta de cierta tensi¨®n, y que en la cabeza iban gentes escenificando una supuesta situaci¨®n represiva: unos con carnets de identidad en la boca y otros fingiendo que los golpeaban con l¨¢tigos. A?adi¨® despu¨¦s que la polic¨ªa conoce perfectamente el papel que desarroll¨® en la manifestaci¨®n Pedro Solabarr¨ªa, diputado de Herri Batasuna, y que actu¨® como ?director de ese montaje esc¨¦nico: ¨¦l llevaba el carnet de identidad entre los dientes?.

En relaci¨®n con el incidente protagonizado ayer por dos redactores de Informaciones, a los que se les impidi¨® hacer fotograf¨ªas del inspector Antonio Gonz¨¢lez Pacheco, el se?or Meli¨¢ respondi¨® que ?personalmente no conozco una ley que prohiba fotografiar polic¨ªas. Pese a lo cual, creo que dentro de un proceso como el nuestro existen lagunas que deben ser vistas desde algunos principios que son contradictorios y que hay que cohonestar. La Constituci¨®n recoge el derecho a la informaci¨®n, pero tambi¨¦n el derecho a la propia imagen.

?Hay que ver tambi¨¦n?, prosigui¨®, ?si existen razones de seguridad por la que determinadas personas no deben ser fotografiadas. Mi larga experiencia como periodista y lector de prensa extranjera me dice que en otros pa¨ªses no se publican fotos de polic¨ªas o se les ocultan cuidadosamente los rostros. El hecho de que el se?or Gonz¨¢lez Pacheco cuide tan celosamente su imagen contribuye a que no sea reconocido, no s¨®lo por los terroristas, sino por los periodistas; la versi¨®n de Informaciones contiene serias imprecisiones, ya que los redactores no hablaron en ning¨²n momento con el se?or Gonz¨¢lez Pacheco, ni ¨¦ste les acompa?¨® en el coche; fue un compa?ero suyo quien lo hizo.?

General Motors: todo a punto

En torno a la instalaci¨®n de la General Motors en Espa?a, el se?or Meli¨¢ asegur¨® que la madrugada pasada faltaban solamente peque?os puntos en la negociaci¨®n, que las discrepancias parece que son m¨ªnimas y es posible decir que la General Motors se instalar¨¢ en Zaragoza y,en C¨¢diz y que el acuerdo puede hacerse p¨²blico el lunes por la tarde.

En cuanto a los medios de comunicaci¨®n social del Estado, el se?or Meli¨¢ explic¨® que el Consejo no hab¨ªa tomado decisiones definitivas, pero que hab¨ªa nombrado una comisi¨®n para resolver el problema. Y que en el ¨¢nimo del Gobierno est¨¢ adoptar una soluci¨®n, respetando los intereses de los trabajadores. Se?al¨® algunas cifras, como las relativas al diario Arriba, que en 1978 tuvo una difusi¨®n med¨ªa de 4.000 ejemplares diarios y unas p¨¦rdidas de 430 millones, por lo que cada ejemplar vendido cost¨® 270 pesetas.