La subvenci¨®n a los precios de gas¨®leos y fuel estimulan el fraude fiscal

La reciente elevaci¨®n de los precios de la mayor parte de los productos derivados del petr¨®leo, fundamentalmente queroseno, gas¨®leos, fuel y naftas, supondr¨¢ reducir a la mitad el monto actual de las subvenciones y bonificaciones del Tesoro a determinados consumos. La medida, que entr¨® en vigor el 1 de junio, supondr¨¢ hasta fin de a?o una reducci¨®n de las subvenciones en 27.000 millones de pesetas, que se hubieran transformado en 45.000 millones si la elevaci¨®n de precios se hubiera aplicado desde el 1 de enero.

Adem¨¢s de la reducci¨®n de subvenciones y bonificaciones del Tesoro con el consiguiente efecto recaudatorio, la medida puede permitir una cierta ordenaci¨®n de los consumos que evite desv¨ªos en usos de gas¨®leos sustitutivos de fuel. Dados los precios de algunos tipos de gas¨®leos, que son muy similares a los del fuel, muchos consumidores. sobre todo industriales, han preferido el uso de estos productos de mayor calidad.

El fraude de los gas¨®leos

El gasoleo tipo B, llamado rojo por la coloraci¨®n que tiene, con objeto de distinguirlo del de automoci¨®n (tipo A), est¨¢ dedicado a usos agr¨ªcolas y, de pesca y constituye un sistema de ayuda a estos sectores. El precio de este gasoleo, de id¨¦nticas caracter¨ªsticas al de automoci¨®n que utilizan los motores Diesel, es la mitad que el de ¨¦stos y ligeramente superior al del fuel para usos industriales. El fraude en el uso de este gasoleo rojo (fraude fiscal) es frecuente y a la vez dif¨ªcil de perseguir. Ello supone una desviaci¨®n de usos del fuel al gasoleo rojo o al gasoleo tipo C para calefacciones con un grave efecto distorsionador del mercado.La estructura de nuestras refiner¨ªas proporciona una f¨®rmula r¨ªgida de obtenci¨®n de derivados del petr¨®leo. La mayor parte (casi 50%) de la producci¨®n es fuel, sigue en proporci¨®n el gas¨®leo, la gasolina, el queroseno y otros derivados menores como naftas, lubricantes y asfaltos. Se trata ahora de estimular la producci¨®n de derivados ligeros (gasolinas, naftas o gas¨®leos), pero para ello hay que realizar fuertes inversiones en nuevas unidades de destilaci¨®n que tardar¨¢n unos tres a?os en estar en marcha.

La buena hidraulicidad de los ¨²ltimos a?os ha permitido sensibles ahorros en el consumo de fuel-oil para la producci¨®n de electricidad. Este producto es, precisamente, el ¨²nico derivado del que sobran existencias que no pueden colocarse en el mercado interior ni en el exterior. Sin embargo, faltan gasolinas y gas¨®leos que son. precisamente, los productos m¨¢s demandados por los consumidores. Por ello se han importado partidas importantes de ambos productos con costes superiores, en el caso del gas¨®leo, a los de venta al p¨²blico.

Este a?o CAMPSA ha importado, o est¨¢ a punto de importar, en total, m¨¢s de 300.000 toneladas de gasolinas y unas 500.000 de gas¨®leos. Los precios medios del litro importado de este ¨²ltimo combustible se sit¨²a en torno a las veinticinco pesetas el litro, mientras que el de venta al p¨²blico es de 16,25 pesetas para la automoci¨®n, 8,50 para la agricultura y pesca y ocho pesetas para calefacciones. Este ¨²ltimo tipo, llamado C, es de caracter¨ªsticas m¨¢s deficientes que los dos anteriores Y su coste de producci¨®n es ligeramente inferior.

El desv¨ªo de consumos t¨ªpicos de fuel, fundamentalmente en maquinaria industrial, hacia gas¨®leos de calefacci¨®n (C) o rojos (B) o incluso de automoci¨®n (A) supone un efecto perturbador de todo el mercado interior de productos petrol¨ªferos con graves efectos sobre el Tesoro y sobre la balanza de pagos.

Las dos opciones para evitar ese desv¨ªo son: o una pol¨ªtica inspectora y sancionadora muy rigurosa, que es pr¨¢cticamente imposible por la falta de recursos legales y humanos, o una pol¨ªtica de precios realista. El segundo camino parece el m¨¢s adecuado en un sistema de econom¨ªa de mercado.

Subvenciones en 1978

En el cuadro I se expresa el monto de las subvenciones a los productos petrol¨ªferos aplicadas el pasado a?o. Este a?o la cuant¨ªa de las mismas pod¨ªa haber sido mayor sin la revisi¨®n de precios del pasado d¨ªa 1 de junio. va que los consumos han crecido de forma considerable. La agricultura, la pesca y el transporte mar¨ªtimo (armadores) se llevan la parte del le¨®n de estas subvenciones que no tienen reflejo directo en el presupuesto que, por tanto, no est¨¢n sometidas a control presupuestario.Se trata de medidas tomadas en distintos momentos para favorecer y defender sectores de la econom¨ªa nacional. Las subvenciones a CEPSA y Butano se producen para mantener precios pol¨ªticos en el mercado de Canarias (caso de CEPSA) y del butano que se vende a precios inferiores a los de coste (caso Butano). Pese a esa subvenci¨®n, Butano registr¨® en su explotaci¨®n el pasado a?o p¨¦rdidas pr¨®ximas a los 2.000 millones de pesetas como consecuencia del control riguroso de sus precios.

En el cuadro II presentamos el desglose de los precios y los mecanismos de precios y subvenciones en los distintos derivados del petr¨®leo. Las gasolinas aportan lo sustancial de los ingresos al Tesoro, tanto en concepto de renta del petr¨®leo (ingreso al Tesoro que no tiene car¨¢cter impositivo) como por impuesto de lujo.

Esta posici¨®n de las gasolinas no es ¨²nica ni t¨ªpica de Espa?a sino que es com¨²n a los dem¨¢s pa¨ªses que recaudan por esta v¨ªa cantidades sustanciosas que luego se destinan a subvencionar otros productos, a estimular la investigaci¨®n en b¨²squeda de hidrocarburos o al desarrollo de trabajos e investigaciones en ahorro energ¨¦tico. (En una pr¨®xima edici¨®n presentaremos, el cuadro de impuestos que recaen sobre la gasolina en los pa¨ªses comunitarios.)

Si la gasolina es el producto recaudador, los gas¨®leos especiales (agr¨ªcola y calefacciones) y el fuel industrial y t¨¦rmico, se llevan la parte del le¨®n en materia de subvenciones. El esquema de precios de venta est¨¢ claramente distorsionado a favor de estos ¨²ltimos productos y en protecci¨®n de los usos industriales de los mismos. Esta situaci¨®n s¨ª es t¨ªpicamente espa?ola con respecto a otros pa¨ªses europeos.

En la reciente conferencia de la Agencia Internacional de la Energ¨ªa y tras la intervenci¨®n del ministro espa?ol ante la misma, que pidi¨® a Estados Unidos medidas contundentes de su Gobierno para reducir sus consumos energ¨¦ticos, uno de los presentes coment¨®: ?Parece incre¨ªble que el representante de un Gobierno que a¨²n no se ha enterado de la crisis de 1973 se atreva a criticar a otro pa¨ªs. Los espa?oles no tienen ni plan energ¨¦tico ni han tomado a¨²n una sola medida de ahorro y nacionalizaci¨®n de consumos, son, adem¨¢s, los miembros de la Agencia con mayores aumentos de consumo en todos los derivados del petr¨®leo y esto sin contar con recursos propios.?