El caos del fin de curso

?El final del curso 1978-79 est¨¢ resultando sencillamente ca¨®tico. De los profesores de Formaci¨®n Profesional a los catedr¨¢ticos de instituto, el tercer trimestre del curso que termina ha sido considerablemente m¨¢s conflictivo por el lado de los profesores que por el de los alumnos. La oleada de conflictos en el sector ha obligado, como siempre, al Gobierno a actuar de apagafuegos, arbitrando medidas de ¨²ltima hora para garantizar a los intranquilos padres de alumnos la paralizaci¨®n de los ex¨¢menes de Bachillerato, de los de COU y de las pruebas de acceso a la Universidad. (...)El ministro de Educaci¨®n anunciaba un proyecto de ley de ense?anzas medias y profesionales. En el ¨¦xito de una pol¨ªtica de fomento efectivo de la formaci¨®n profesional que atraiga a los j¨®venes y que descongestione nuestras universidades reside el definitivo encauzamiento de toda nuestra ense?anza superior.

Pero la pir¨¢mide hay que comenzarla por los cimientos. Desde una educaci¨®n preescolar hoy fuertemente clasista, la igualdad de oportunidades, objeto primordial desde hace ya muchos a?os de toda la pol¨ªtica educativa espa?ola, sigue estando lejos. Y el esqueleto de esa pir¨¢mide es, no se oculta, un profesorado que desde el maestro al catedr¨¢tico no ha sido atendido como ped¨ªa hasta hoy. Del ¨¦xito de la reforma fiscal va a depender que ese profesorado tenga las remuneraciones que justamente reclama, pero no todo es dinero. Queda, como elemento importante, la racionalizaci¨®n del acceso a la docencia, objetivo crucial, como destaca el propio programa del Ministerio, que no debe demorarse m¨¢s; una racionalizaci¨®n que incluya la supresi¨®n de las denostadas oposiciones y su sustituci¨®n por m¨¦todos flexibles que permitan el perfeccionamiento continuo y la promoci¨®n del profesor. ?

, 9 de junio