Un "western" diferente

A trav¨¦s del hurac¨¢n es un western poco habitual, lo que un tanto pretenciosamente suele llamarse un filme intelectual, algo as¨ª como un intento de desmitificaci¨®n del g¨¦nero. Ya se sabe qu¨¦ riesgos corren tal tipo de empresas: dejar la narraci¨®n en los puros huesos. En la complicada relaci¨®n que enfrenta al narrador con la an¨¦cdota, cuando la ret¨®rica o lo convencional se suplanta con hechos supuestamente menos artificiosos por m¨¢s reales, suele suceder que este pretendido juego o modo de contarnos un tema, el del peso del destino sobre la vida y muerte de los hombres, nos resulta m¨¢s falso, en vez de acercarnos a ellos o llegarnos a interesar por su suerte.As¨ª sucede en este filme de Hellman, en el que la ret¨®rica, lo mismo que los h¨¦roes, aparece barrida por un af¨¢n de que los hechos no sean m¨¢s de los que son, a lo largo de la pura acci¨®n y alguna vuelta atr¨¢s, que a?ade poco al rigor contenido de la an¨¦cdota.

El gui¨®n, escrito por Jack Nicholson, protagonista a la vez de la pel¨ªcula, aparece forzado desde un principio, como un camino sin salida para los tres protagonistas, itinerario en el que cada paso les ir¨¢ acercando al ¨¢rbol, tan temido, de la horca. El por qu¨¦ estos hombres, que a fin de cuentas no son forajidos, no se rebelan o tratan de enfrentarse a sus perseguidores para aclarar su verdadera condici¨®n, no se halla justificado o explicado del todo, de igual modo que su partida de damas, en vez de huir, una vez m¨¢s, de un final que adivinan pr¨®ximo. Incluso el mismo guionista debi¨® de comprenderlo as¨ª e intenta justificarlo a trav¨¦s del di¨¢logo. Es como si Hellman y Nicholson se hubieran impuesto desde un principio un ciego fatalismo y para aplicarlo luego, a lo largo de la historia, de un modo fr¨ªo, casi mec¨¢nico.