Margaret Thatcher reduce la tarifa impositiva m¨ªnima del 33 al 30 %

La opini¨®n generalizada en los c¨ªrculos pol¨ªticos, econ¨®micos y sindicales de esta capital, tras la presentaci¨®n del primer presupuesto conservador, es que el Gobierno de la se?ora Thatcher se ha jugado su pol¨ªtica econ¨®mica a una sola carta: la de conseguir a medio plazo una importante reactivaci¨®n de la econom¨ªa que permita a este pa¨ªs competir con ¨¦xito con el resto de los miembros del Mercado Com¨²n.

El propio canciller del Exchequer, sir Geoffrey Howe, lo admiti¨® al declarar en el turno de preguntas y respuestas que para que Inglaterra consiga los mismos niveles de vida imperantes en Alemania y Francia es necesario que los ingleses est¨¦n dispuestos a alcanzar los niveles de trabajo y productividad de esos dos pa¨ªses.Sin embargo, el camino no va a ser precisamente un lecho de rosas ante las primeras reacciones al presupuesto registradas desde los sectores laboristas y sindicales.

El presupuesto conservador prev¨¦ unos ingresos por un total de 51.013 millones de libras (unos siete billones de pesetas) contra unos gastos de 59.371 millones de libras y un d¨¦ficit, por tanto, de 8.358 millones de libras (1,2 billones de pesetas), unos seiscientos menos de los previstos en el anterior presupuesto laborista. En materia impositiva se reduce la tarifa m¨ªnima del 33% al 30% y se expresa el deseo de continuar reduciendo esa tarifa hasta alcanzar en el futuro un 25 %. En los niveles superiores de la tabla, el m¨¢ximo del 83 % queda reducido al 60% en salarios superiores a las 25.000 libras anuales, en un deliberado intento de impedir la fuga de cerebros y titulados superiores a otros pa¨ªses. La banda impositiva del 30% se incrementa desde las 8.500 libras hasta las 10.000. Al mismo tiempo se aumenta la cantidad exenta de impuestos hasta las 1.165 libras anuales para los solteros y 2.455 para los casados. Estas medidas, con un costo de 4.450 millones de libras para el a?o Fiscal completo (abril-abril), permitir¨¢n que 1.300.000 brit¨¢nicos dejen de pagar impuestos.

El impuesto sobre el valor a?adido (VAT) se unifica al 15%, lo que repercutir¨¢ en el ¨ªndice de precios con un aumento de tres puntos y medio. El Tesoro obtendr¨¢ con esta medida 4.175 millones de libras para el a?o fiscal completo (unos 580.000 millones de pesetas). La gasolina experimentar¨¢ un incremento de diez peniques por gal¨®n (unas catorce pesetas por cada cuatro litros y medio) para colocarse en el equivalente a 33,50 pesetas por litro. Los derivados del petr¨®leo suben en igual proporci¨®n. Este aumento incidir¨¢ igualmente en el ¨ªndice de precios en un 0,25 %.

Las pensiones, a partir de noviembre, se incrementar¨¢n hasta 23,30 libras a la semana (unas 3.200 pesetas) para los solteros, y hasta 37,30 (unas 5.100 pesetas) para los casados, con un coste anual de 2.700 millones de libras.

El seguro de enfermedad aumenta el precio de las receta m¨¦dicas de veinticinco a 45 peniques (unas 65 pesetas), as¨ª como el costo de los servicios de odontolog¨ªa. En la financiaci¨®n del sector p¨²blico se prev¨¦ una reducci¨®n para el presente a?o de 9.250 millones de libras a 8.250 millones.

La tasa de inter¨¦s bancario, contra todo pron¨®stico y a la vista de las desastrosas cifras de la balanza de pagos en el primer cuatrimestre, se incrementa del 12% actual al 14%. Esta medida producir¨¢, entre otras cosas, un alza en los tipos de inter¨¦s de la hipotecas.

El total de reducciones previstas del gasto p¨²blico para este a?o en los diferentes departamentos ministeriales totaliza la suma de 1.500 millones de libras. Se prev¨¦ una liberalizaci¨®n gradual del control de cambios para adecuarlo al existente en otros pa¨ªses de la Comunidad. Por ahora se va a permitir la inversi¨®n en proyectos exteriores de hasta cinco millones de libras, as¨ª como la compra de propiedades inmobiliarias en el exterior hasta un total de 100.000 libras (1,4 millones de pesetas). El control de dividendos desaparece a partir del 31 de julio pr¨®ximo.

El Gobierno espera conseguir unos mil millones de libras este a?o mediante la venta de acciones de empresas p¨²blicas al sector privado, principalmente acciones de la British Petroleum.

Las reacciones negativas a este paquete de medidas han sido inminentes. El l¨ªder de la oposici¨®n laborista, James Callaghan, ha manifestado que ?el presupuesto conservador es injusto en la distribuci¨®n de beneficios y cargas; inflacionario, ya que va a producir una elevaci¨®n de costes y precios, y constituye un juego intolerable para nuestro futuro econ¨®mico?.

Con su sentido habitual del humor, Callaghan compar¨® al canciller del Exchequer con ?un hombre que deja de pagar su recibo de gas y se juega ese dinero a un caballo que no sabe si va a correr?, para a?adir que, en su opini¨®n, es Inaudito pensar que los sindicatos no van a tratar de acompasar sus demandas salariales al incremento previsto en el ¨ªndice del coste de la vida.

Por su parte, los sindicatos no han ocultado su desencanto ante el presupuesto conservador. Len Murray, secretario general del Trade Union Congress (TUC), ha declarado que el presupuesto conservador ?no contiene ning¨²n indicio que nos permita esperar que el Gobierno desea llegar a un acuerdo con nosotros?.