La derecha del Congreso acusa a Carter de debilidad hacia la Uni¨®n Sovi¨¦tica
En v¨ªsperas de su viaje a Viena, para asistir a su primera entrevista personal con Le¨®nidas Brejnev y firmar el tratado SALT II, el presidente Carter sufri¨® el ataque de un influyente miembro del Senado, que calific¨® de conciliatoria la pol¨ªtica norteamericana hacia la Uni¨®n Sovi¨¦tica.
El senador Henry Jackson, dem¨®crata por Washington y uno de los halcones con m¨¢s poder en el Congreso, dispar¨® ayer toda su artiller¨ªa contra el tratado de limitaci¨®n de armamento estrat¨¦gico y contra la pol¨ªtica de ?distensi¨®n? seguida por las tres ¨²ltimas administraciones norteamericanas.?Los siete a?os de distensi¨®n llevan camino de convertirse en una d¨¦cada de pol¨ªtica conciliatoria?, dijo Jackson, quien acus¨® a los Gobiernos de Nixon, Ford y Carter de haber hecho ?demasiadas concesiones gratuitas? a los sovi¨¦ticos. El senador lleg¨® a comparar la actitud de Carter hacia Mosc¨² con la mantenida por Gran Breta?a respecto a la Alemania nazi en los primeros a?os treinta.
El demoledor ataque de Jackson al acuerdo SALT II, adem¨¢s de haberse producido s¨®lo cuatro d¨ªas antes de la entrevista Carter-Brejnev, puede tener consecuencias desastrosas para la ratificaci¨®n en el Senado que necesita la Administraci¨®n Carter.
El secretario de Estado, Cyrus Vance, aprovech¨® ayer una conferencia de prensa para contraatacar a Jackson y salir en defensa de la pol¨ªtica de su Gobierno hacia la URSS. Vance calific¨® de ?err¨®neas? las apreciaciones del senador y dijo que Estados Unidos mantiene su poder¨ªo militar a la vez que negocia con los sovi¨¦ticos acuerdos de limitaci¨®n armamentista.
El presidente Carter, acompa?ado de la plana mayor de su Gobierno, volar¨¢ hoy, jueves, a Viena, donde permanecer¨¢ hasta la celebraci¨®n de la cumbre, los d¨ªas 16, 17 y 18. Se trata de la primera ocasi¨®n en que se encuentran cara a cara los l¨ªderes de las dos superpotencias y la primera cumbre sovi¨¦tico-norteamericana desde 1974, cuando Ford y Brejnev se reunieron en VIadivostok.
Los dos dirigentes llegan a Viena en situaci¨®n delicada. Brejnev parece tener problemas de salud, con altibajos, y los kremlin¨®logos anuncian una lucha por el poder entre bastidores, con Chernenko y Kirilenko como principales protagonistas. Jimmy Carter se encuentra en uno de los peores momentos de su presidencia y necesita un ¨¦xito en pol¨ªtica exterior.
Cooperaci¨®n y competici¨®n
Adem¨¢s de firmar el pr¨®ximo lunes un segundo acuerdo sobre limitaci¨®n de armamento estrat¨¦gico que tard¨® siete a?os en alcanzarse, Carter y Brejnev pasar¨¢n revista a una serie de problemas bilaterales y a los puntos de tensi¨®n mundial. Para Carter ser¨¢ la ocasi¨®n de aplicar personalmente y en directo su tesis de la ?cooperaci¨®n y competici¨®n? con la Uni¨®n Sovi¨¦tica, que ¨¦l asegura es compatible con evitar la confrontaci¨®n.
Junto a los problemas comerciales y de transferencia de tecnolog¨ªa y a la discusi¨®n sobre las bases de una nueva ronda negociadora de limitaci¨®n y reducci¨®n de armas estrat¨¦gicas (SALT III), los dos l¨ªderes tendr¨¢n en su apretada agenda.
Sobre Oriente Pr¨®ximo, por ejemplo, se espera que Carter intente convencer a Brejnev de la conveniencia del mantenimiento de las fuerzas pacificadoras de la ONU y su supervisi¨®n del acuerdo entre Egipto e Israel. Previsiblemente, Mosc¨² exigir¨¢ un protagonismo en el proceso negociador, que perdi¨® al abandonarse la conferencia de Ginebra, y s¨®lo as¨ª podr¨ªa ignorar o aceptar como un fait accomplit el tratado patrocinado por Carter.
Africa austral y la utilizaci¨®n de la influencia sovi¨¦tica sobre las guerrillas del ¨¢rea para buscar arreglos pac¨ªficos surgir¨¢ tambi¨¦n en las discusiones de Viena. Respecto al sureste de Asia, Washington expresar¨¢ su preocupaci¨®n por la utilizaci¨®n por la marina sovi¨¦tica de la base naval de Cam Ranh, en Vietnam, que Norteam¨¦rica considera una ?amenaza? a sus intereses en el Pac¨ªfico.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
?Tienes una suscripci¨®n de empresa? Accede aqu¨ª para contratar m¨¢s cuentas.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.