La procesi¨®n del Corpus de Toledo celebr¨® "el esp¨ªritu espa?ol"
Desde hace m¨¢s de cuatrocientos a?os, la festividad estrictamente cat¨®lica del Corpus Christi se celebra en Toledo como una afirmaci¨®n del esp¨ªritu triunfante: Trento se encargar¨ªa de universalizar lo que algunos consideran el esp¨ªritu espa?ol, y que en esta fiesta, abierta por la protecci¨®n eucar¨ªstica y cerrada por la corrida de toros en una plaza chata, dif¨ªcil y ventosa, marca precisamente la diferencia entre esta austera celebraci¨®n y esas otras mediterr¨¢neas o cant¨¢bricas, ¨¢rabes o judaizantes, mayormente populares, que se dan en este pa¨ªs.Ayer, Toledo ol¨ªa a tomillos y a romeros, esas hierbas de la estepa que a?aden un sabor complicado y dulz¨®n a la carne agreste y escasa de estos p¨¢ranios. El d¨ªa anterior, cientos de kilos de hierbas arom¨¢ticas fueron desgranados por las calles estrechas, medievales, sobre las que un toldo de lona libraba del poco sol y esos arcos verdes de flores iban se?alando el paso. Un olor como afrodis¨ªaco, diferente, con algo de incienso e iglesia. Colgaduras diversas adornaban los balcones, algunas con inscripciones ¨¢rabes y jud¨ªas, como las del cas¨®n de los L¨®pez de Toledo, en recuerdo de aquel cruce de culturas que fue esta ciudad, negado por la procesi¨®n que celebr¨¢bamos.
Y que, en esencia, fue as¨ª: primero, por las calles estrechas avanzaba una cruz pesada con su base sobre ruedas. Estandartes llevados por los ni?os de primera comuni¨®n ven¨ªan detr¨¢s, mientras, como la ¨²nica manifestaci¨®n popular, mantones de Manila hermosos y bordados, y colchas de cama, y manteles, y banderas, cubr¨ªan las ventanas llenas de gente. Detr¨¢s de los ni?os en procesi¨®n, una banda de m¨²sica. Y luego, esos ni?os bailando con esas faldas cortas de tira bordada, una concesi¨®n pagana, m¨¢gica. El que los mandaba llevaba una banderilla de torero llena de tintas de colores en nombre de lo m¨¢s antiguo de la ribera del Tajo.
Detr¨¢s ven¨ªan los hombres de las parroquias, los de la adoraci¨®n nocturna, los de las congregaciones. Rostros cetrinos, campo, sol y lluvia, que s¨®lo volver¨¢n a encontrarse en los maceros del Ayuntamiento.
El esp¨ªritu
Porque ya detr¨¢s llegan esos otros, como vistos antes en la pintura del Siglo de Oro, unos, m¨¢s parecidos al Greco, otros, m¨¢s a Vel¨¢zquez.Vienen los ac¨®litos de la catedral, salidos del colegio de infantes, que fundara en sus trabajos de ascenso el cardenal Sil¨ªceo; y vendr¨¢ luego la escolan¨ªa con voces mixtas, las blancas -de seis a doce a?os-, y las menos blancas, m¨¢s pasiones de en adelante. Y los caballeros de la Comunidad Moz¨¢rabe, con su uniforme ancho azul y oro. (Una voz, en el micr¨®fono, va explicando quienes pasan, y a veces dirigiendo el canto del Adoremus.) Y los caballeros del Santo Sepulcro, entre los que este a?o no viene Blas Pilar, vestidos como deb¨ªan ir en la ocasi¨®n los del Temple, de blanco y rojo. Los infanzones de Illescas -c¨®mo suenan todas estas ¨®rdenes a las viejas, cat¨®licas, militantes y militares-, vestidos, al contrario, con grandes t¨²nicas rosas y cuellos blancos a lo Mazarino.
del Siglo de Oro
Rompiendo el color, el cap¨ªtulo del Corpus, serios y circunspectos, vestidos de verde. Y los ni?os de la escolan¨ªa. ?Prepar¨¦monos para recibir esta Hostia Santa... ?, dice la voz en el micr¨®fono. Y, efectivamente, aparece la custodia barroca de oro, de una hermosura que no tiene valor, precedida de los di¨¢conos, los sacerdotes, los can¨®nigos y el mismo obispo. Detr¨¢s, I?igo Cavero, ministro de Justicia -parece tradicional que sea el titular de esta cartera el que presida esta procesi¨®n toledana- y, con los ¨²nicos aplausos de la jornada religiosa, las Fuerzas Armadas entran en la plaza Mayor, despertando un entusiasmo poco com¨²n.
Es el momento de la bendici¨®n p¨²blica. El obispo, que se dirige al pueblo, se muestra disgustado porque este a?o no ha tenido una tribuna, y evoca la ayuda del Se?or para las pr¨®ximas ocasiones, por las intenciones de los presentes, hasta el momento silenciosos y no demasiado devotos. Tras la bendici¨®n, la gente se dispersa. Ha terminado la parte religiosa y se?orial de la fiesta. Luego, por la tarde, los toreros Paula, Paquirri y Teruel se encargar¨ªan de la popular.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.