La limitaci¨®n del peso no afecta al trap¨ªo de los novillos

?D¨ªgame d¨®nde hay novillos reglamentarios y con presencia, que vamos a por ellos.? Martorell, representante y brazo derecho de Canorea en la empresa de Las Ventas, manifestaba a EL PA?S que si ha de cumplirse a raja tabla lo que ordena el reglamento, los novillos han de tener menos de 460 kilos de peso; y como es pr¨¢cticamente imposible encontrar las reses que se aproximen, hasta el l¨ªmite, a esta condici¨®n, la consecuencia l¨®gica es que tengan poco trap¨ªo.Entendemos que no es as¨ª, porque el trap¨ªo no siempre es consecuencia del peso, y a veces hasta tiene muy poco que ver con ¨¦l. Vayamos al caso de los toros, donde algunos que rebasan Ia media tonelada son protestados en la plaza, mientras que otros que ni siquiera la alcanzan son ovacionados al saltar a la arena. Pero en las mismas novilladas tenemos el ejemplo, y aun en la ¨²ltima de las celebradas en Madrid, que es la que m¨¢s fuerte pol¨¦mica ha suscitado: el cuarto de la tarde de P¨ªo Tabernero no fue protestado, aunque pes¨® menos que casi todos los de Antonio M¨¦ndez, los cuales provocaron en su mayor¨ªa la indignaci¨®n del p¨²blico.

Ocurri¨® que el de P¨ªo Tabernero ten¨ªa trap¨ªo, en tanto que los m¨¦ndez (excepto el ¨²ltimo) carec¨ªan de ¨¦l. El peso era un dato v¨¢lido, pero no sustancial para la aceptaci¨®n de la novillada. Reglamento en mano, todos pod¨ªan servir, aunque tambi¨¦n esto es discutible, pues los productos de Antonio M¨¦ndez mostraron una evidente inutilidad para la lidia; pero la categor¨ªa de la plaza no los admit¨ªa, de ninguna de las maneras.

?Es un problema empresarial?, nos dice el veterinario Antonio S¨¢nchez Belda. ?Porque dentro de las especificaciones del reglamento, por supuesto sin incumplirlas nunca, cada empresario debe ofrecer aquello que gusta a su clientela. Y en Madrid no cabe duda de que la afici¨®n es torista. Por tanto, elempresario ha de buscar para Las Ventas reses con trap¨ªo.? Pero ?es posible compaginar la limitaci¨®n de peso con el trap¨ªo? ?Por supuesto que s¨ª: est¨¢ claro que hay, unos m¨¢re,enes muy aceptables para encontrar en el campo el novillo reglamentario que gusta en Madrid, con un desarrollo corporal interesante. La edad, normalmente, marcar¨¢ esta condici¨®n. Por ejemplo, reses de final de camada, si se lidian ahora pueden tener los tres a?os reci¨¦n cumplidos?, lo cual, como es obvio, se nota en su presencia, ?mientras que si son de principio, ya tienen el tipo cercano al toro. ?

En la misma l¨ªnea est¨¢ la opini¨®n de Manuel Garc¨ªa Aleas, secretario general de la Uni¨®n de Criadores de Toros de Lidia: ?Quiz¨¢ habr¨ªa que atender a las camadas. Por ejemplo, en el centro y Salamanca van retrasadas con respecto a Andaluc¨ªa. Entonces, para Madrid, podr¨ªan lidiarse en estos meses de la primera parte de la temporada novillos andaluces, y en la segunda, del centro y Salamanca. De cualquier forma, aunque tampoco vamos a decir que hay abundancia de reses, s¨ª es posible encontrar en el campo las que tienen un trap¨ªo digno y al tiempo no rebasan el l¨ªmite de peso que marca el reglamento.?

Los sindicatos de toreros, al parecer, son los que han presionado a autoridad y veterinarios para que se cumpla la limitaci¨®n de peso en las novilladas. ?Pero nada m¨¢s?, seg¨²n Ernesto Sobrino, de UGT. ?Dicen que exigimos que las reses car ezcan de trap¨ªo, y esto no es cierto. Entre la limitaci¨®n del peso y el fraude hay mucha distancia. Si el reglamento se cumple para la suerte de varas, manguitos y tantas otras cosas, tambi¨¦n debe cumplirse para que las novilladas est¨¦n dentro del peso legal. Que nadie le d¨¦ m¨¢s vueltas al asunto, pues no hay nada oscuro detr¨¢s de nuestra posici¨®n.?

Al presidente de la Asociaci¨®n Independiente de Novilleros, Juli¨¢n de Mata, se le responsabiliza de ser el inductor de las presiones para que se cumpla lo reglamentado. ?No me importa?, nos explica, ?que lo digan as¨ª, aunque no sea totalmente cierto, pues estoy de acuerdo en que ha de limitarse el peso. Pero esa no es mi batalla principal, sino la de la edad. En Madrid. muchos novilleros han lidiado verdaderos toros, con los cuatro a?os cumplidos, y con esto hay que acabar. Sin embargo, que ahora no les sirva de excusa nuestra posici¨®n a empresarios y apoderados para colar becerros. Es perfectamente posible lidiar reses fuertes, con trap¨ªo. que no lleguen a los cuatro a?os ni a los 460 kilos, pues las hay en el campo.?