El archivo de guerra en Salamanca
En el programa de TVE Hora 15 del d¨ªa 8 se ha difundido una noticia que produce perplejidad por cuanto encierra: el Archivo de la Guerra Civil. de Salamanca va a ser trasladado a Madrid. Desde luego, hora era ya de que un archivo documental de tan decisiva importancia nacional e internacional fuera reconocido convenientemente, clasificado y habilitado adecuadamente para potenciar su efectivo servicio, a la vez que defenderlo como un bien de todos y no s¨®lo de algunos privilegiados que, hasta no hace mucho, pudieron trabajar en ¨¦l. Innecesario es glosar la importancia del acervo contenido en este archivo de servicios documentales sobre la masoner¨ªa, la II Rep¨²blica y la guerra civil. Ya era hora, s¨ª; pero no de este modo. Porque en seguida la perplejidad se convierte en estupor ante la posibilidad de su traslado a Madrid. He ah¨ª una muestra m¨¢s, sin sentido, del centralismo, y precisamente cuando los movimientos auton¨®micos son un hecho y exigen plantearse una pol¨ªtica exactamente contraria: la devoluci¨®n de cuanto el centralismo madrile?o ha ido arrancando a las provincias, regiones y nacionalidades. ?Qu¨¦ razones v¨¢lidas pueden alegarse para este traslado? ?Van a servir estas mismas para llevar a Madrid, pongamos por caso, el de Simancas? ?Qu¨¦ problema plantea la presencia en Salamanca de un archivo que en ella naci¨® (no entra remos ahora ni en su origen ni en sus muchas vicisitudes ?pol¨ªticas? durante el franquismo) ... ? Si se trata de hallar un edificio m¨¢s adecuado para su perfecta instalaci¨®n y m¨¢s amplia puesta en servicio, constr¨²yase o habil¨ªtese cualquiera de los muchos palacios vac¨ªos que vegetan en Salamanca. ?Es cuesti¨®n de dinero? El mismo (o acaso menos) que se va a dedicar a esta inaceptable cacicada del centralismo de Madrid puede emplearse en Salamanca. ?Otras razones ... ? Deber¨ªan ser muy graves y explicarse con claridad y transparencia a la opini¨®n p¨²blica, y, en especial, a Salamanca. Por cuanto deseamos que vuelva Salamanca a ser el centro vivo de cultura que ha sido en su historia, no puede menos de aterrarnos la posibilidad de que la noticia comentada pueda ser cierta y llegue a cumplirse. Y con cuanta energ¨ªa sea necesaria, pedimos que no se lleve a cabo un acto m¨¢s de tan nefasta cultura centralista, y que se arbitren medidas efectivas para que las condiciones en que se encuentra este archivo sean mejoradas y pueda seguir prestando su incalculable servicio a la investigaci¨®n de nuestra m¨¢s reciente y decisiva historia.
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