El Getafe impidi¨® el ascenso del Elche a Primera Divisi¨®n
Al Elche le falt¨® un gol para coger el tranv¨ªa del ascenso en Las Margaritas. No pudo pasar del empate ante un Getafe reserv¨®n en lo que se refiere a una t¨¢ctica deportiva, pero entregado a fondo en su tarea de lograr los ?kilos? de verdes sevillanos prometidos y los televisores en color. El equipo ilicitano domin¨® la mayor parte del encuentro, pero evidenci¨® falta de capacidad noqueadora adelante. Tras lograr la igualada a¨²n tuvo diez minutos -los ¨²ltimos- para haber marcado un segundo tanto que le hubiese catapultado a Primera, pero a los jugadores getafenses debe gustarles la programaci¨®n televisiva (?). As¨ª se explica su alborozo final.Decir que el partido estuvo marcado por el signo del transistor resultar¨ªa a estas alturas un t¨®pico m¨¢s que a?adir a la larga lista de los existentes en materia futbol¨ªstica. En Las Margaritas s¨®lo se jugaba una parte del ascenso. Y todo estuvo supeditado a ello... y a la fuerte lucha de los jugadores madrile?os. La coheter¨ªa ilicitana pas¨® por momentos esplendorosos -los iniciales y los diez finales- y por otros de enfriamiento producidos por las noticias que llegaban especialmente desde el Villamar¨ªn, donde el Elche se jug¨® finalmente su inter¨¦s deportivo, y el Getafe, el econ¨®mico. De ah¨ª la presencia en Sevilla de Aparicio, segundo entrenador ?azul?, y Guerrero, jugador, que ayer trajeron para su posterior reparto uno de los maletines m¨¢s famosos ya de la historia futbol¨ªstica en los ¨²ltimos tiempos. Y la Federaci¨®n, mientras, en ?Babia?, ante estas cosas sin ?demasiada importancia?.
Deportivamente, el partido s¨®lo tuvo una cara, la ilicitana. El equipo de Heriberto, que comenz¨® con un prudente 4-4-2, con Trobbiani en su cl¨¢sica media punta, pas¨® pronto a un esquema m¨¢s agresivo num¨¦ricamente. Suyas fueron en todo momento las ¨²nicas ocasiones de peligro, que cre¨® especialmente el bullicioso extremo Orellana, quien rompi¨® una y otra vez la cintura de sus rivales, en especial la de Cort¨¦s. El Elche buscaba, amagaba, pero no lleg¨® a dar. Y el Getafe, agazapado siempre, a la contra, fue el que caz¨® con un gol de Gal¨¢n el -marco visitante. No se entreg¨® el Elche -el Getafe nunca dej¨® de hacerlo, con una labor importante de Alfonso atr¨¢s, en la media y adelante-, pero el buen f¨²tbol que nac¨ªa en las botas de Gilberto, que prosegu¨ªa la exquisita t¨¦cnica de Trobbiani y que encontraba el estilete de Orellana, no ten¨ªa luego el punch necesario. La prueba est¨¢ en que el empate lo marc¨® el central Quesada. Luego, Trobbiani pudo haber logrado el ascenso, pero Toc¨®n -suplente de Vidal- no estaba tampoco por desperdiciar su suculenta parte de ?prima? b¨¦tica. Al final, lo de siempre. Decepci¨®n para unos y alegr¨ªa para otros. Y en los banquillos, Poli, entrenador getafense, que se va; Heriberto, que sigue en el Elche, y Enrique Al¨¦s, que viene a Getafe.
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