El Betis, de la agon¨ªa al j¨²bilo
El Betis consigui¨® el retorno a la Primera Divisi¨®n, categor¨ªa a la que, tanto por su poder econ¨®mico como por la calidad de su plantilla, ten¨ªa derecho a aspirar desde el principio de la temporada. Jug¨® en tres campos a un tiempo, consigui¨® doblegar a un dif¨ªcil rival en su cancha, y los diez millones largos que entreg¨® al Getafe hicieron el resto. En dos horas los b¨¦ticos pasaron de la agon¨ªa al j¨²bilo, pero para conseguirlo tuvieron que trabajar exhaustivamente en el campo y en los despachos.El Granada no deb¨ªa de tener mucha fe en sus posibilidades de ascenso, porque poqu¨ªsimos seguidores le acompa?aron al dificil trance. El Betis, sin embargo, estaba dispuesto a subir al precio que fuera, y eso condicion¨® el partido. En el primer tiempo, el Granada fue un equipo tranquilo, con empaque, dominio del bal¨®n en la media y un jugador de punta, Jos¨¦ Luis, que lo tiene todo: regate, desmarque, tes¨®n, inteligencia y disparo. En las gradas hab¨ªa un transistor por cada espectador, y lo cierto es que la mayor¨ªa eran innecesarios, pues algunos eran de gran potencia, estaban a todo volumen y serv¨ªan para mantener puntualmente informada a toda una grada.
Los nervios pudieron con el Betis en la primera mitad. La calma del Granada se le atragant¨® al equipo verdiblanco, en el que s¨®lo luc¨ªa atr¨¢s Peruena, y Ortega en la media, ¨¦ste a costa de enemistarse con todos los rivales por sus duras entradas. Carde?osa no mandaba, Garc¨ªa Soriano y Ben¨ªtez rehu¨ªan el compromiso de intentar la jugada, y Anzarda y Hugo Cabezas quedaban aislados. As¨ª, no fue extra?o que el Betis se viera en desventaja en el marcador por culpa de una de las muchas diabluras de Jos¨¦ Luis. Pero ah¨ª estaba la afici¨®n, que -?Viva er Beti manque pierda?replic¨® al gol con palmas por sevillanas.
El descanso le dio al Betis el aplomo necesario. Carde?osa afront¨® m¨¢s seriamente su tarea de conductor del juego y luci¨® varias veces; tambi¨¦n se anim¨® Ben¨ªtez en la media, y aunque el sustituto de Garc¨ªa Soriano -Arana- no hizo grandes cosas, el tono del Betis mejor¨®. Tuvo el defecto de descuidar algo los contraataques del rival, pero atr¨¢s se agigant¨® la figura de Peruena, enorme en la segunda mitad. Adem¨¢s, antes del cuarto de hora de esta segunda parte Jos¨¦ Luis era definitivamente cazado y ten¨ªa que dejar el puesto.
Todo fue f¨¢cil a partir de entonces. El Betis mandaba; el Granada, perdidas la fuerza y la fe, se ven¨ªa abajo.
Luego, invasi¨®n del vestuario por la alegre hinchada verdiblanca, ?Un bote, dos botes, sevillista el que no bote?, cantaban mientras saltaban al comp¨¢s. ??Qu¨¦ voy a desir? No tengo estudios y no puedo expresar lo que me pasa por el cuerpo ?, explicaba Alabanda, otrora internacional de Kubala y ahora apartado del Betis por una lesi¨®n. El ex madridista Anzarda ten¨ªa un cuadrito de la Virgen colgado de su percha del vestuario. Los directivos, sudorosos, lloraban, se abrazaban y se besaban. El Betis, otra vez a Primera.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.