Suiza dispensar¨¢ una cordial acogida a los Reyes de Espa?a
La visita de los reyes de Espa?a, don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa, consagran, afirma en su generalidad la prensa helv¨¦tica, ?las nuevas relaciones que existen entre Espa?a y Suiza despu¨¦s de la muerte de Franco?. Esta afirmaci¨®n viene a colaci¨®n del reconocimiento sin tapujo de que las relaciones de ambos pa¨ªses durante el franquismo, sin ser malas, no fueron las mejores.
Al respecto, en Suiza, un pa¨ªs cuyo m¨¢ximo orgullo es la pol¨ªtica de ?neutralidad?, se recuerda que el embajador helv¨¦tico en Madrid fue llamado por el Gobierno a ra¨ªz de las ejecuciones a cinco opositores a la dictadura y el esc¨¢ndalo internacional que el hecho produjo. No ocurri¨® lo mismo con los Gobiernos de otros pa¨ªses europeos, y los suizos lo ?ancitan? con may¨²scula.La visita oficial del rey don Juan Carlos es considerada una excepci¨®n a la decisi¨®n del Gobierno helv¨¦tico de ?limitar las visitas oficiales? por un per¨ªodo m¨ªnimo de dos a?os. La medida fue adoptada ?por razones econ¨®micas? y por falta de tiempo de los ministros federales, siete en total.
Otro punto que revela la buena acogida de Espa?a al proceso democr¨¢tico se refiere al acuerdo que firmar¨¢n el pr¨®ximo 26 de junio Espa?a y los siete pa¨ªses de la EFTA (Asociaci¨®n Europea de Libre Cambio) sobre reducci¨®n progresiva de tarifas aduaneras. Suiza, uno de los siete pa¨ªses de la EFTA, a pesar de su conocido ?pragmatismo econ¨®mico?, fue uno de los interlocutores m¨¢s comprensivos, por decirlo as¨ª, durante las negociaciones.
En el plano econ¨®mico bilateral, la Confederaci¨®n Helv¨¦tica export¨® productos a Espa?a el a?o pasado por una cifra que asciende a 760 millones de francos e import¨® de Espa?a por valor de 450 millones de francos. Las estad¨ªsticas revelan, en consecuencia, una balanza comercial favorable a Suiza, pero ¨¦stas no tienen en cuenta los 700.000 y algo m¨¢s de turistas helv¨¦ticos que disfrutaron de vacaciones a lo largo de la costa espa?ola. Por otra parte, las cifras consulares revelan que m¨¢s de 100.000 trabajadores espa?oles residen en Suiza en calidad de trabajadores emigrantes.
Quiz¨¢ sea ese el primer problema de estas ?cuentas alegres?. Los trabajadores emigrantes espa?oles vienen sufriendo una serie de medidas discriminatorias, denunciando sobre su situaci¨®n cada vez m¨¢s dificil, no s¨®lo a las autoridades helv¨¦ticas, sino tambi¨¦n a las espa?olas, a las del ?proceso democr¨¢tico?, que no prestan atenci¨®n -afirman- a nuestros problemas. Otra dificultad no resuelta es el derecho al voto directo para los trabajadores emigrantes en los consulados. Las acusaciones al respecto tambi¨¦n indican a las autoridades de ambos pa¨ªses.
Otro problema ?pendiente? es el dinero depositado en los bancos suizos, en cuentas secretas, por los ?acaudalados de cuarenta a?os?. Un diputado suizo del Partido Socialista, Jean Ziegler, se ha especializado en la materia, y de cuando en cuando expresa sus esperanzas de que ?alg¨²n d¨ªa se har¨¢ total claridad? sobre este problema. Pero es un tema a largo plazo, consideran los expertos. Por ahora no hay reclamaciones por parte de las autoridades espa?olas, y desde luego un total desentendimiento de los bancos suizos. Mientras subsista el secreto bancario podr¨¢ haber tranquilidad al respecto, opinan los expertos.
Entre las razones sentimentales que ligan a los suizos con Su Majestad el Rey est¨¢ el hecho de que se educ¨® en los maristas de Friburgo en su primera etapa. D¨ªas atr¨¢s, el embajador de Espa?a ante la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo, Manuel Jim¨¦nez de Parga, sostuvo ante un programa en lengua espa?ola de la televisi¨®n suiza que ?en 1940, cuando Espa?a estaba aislada internacionalmente, el padre del Rey, el,conde de Barcelona, lanz¨® desde Lausanne un manifiesto en el quc se referia a las l¨ªneas esenciales de lo que deber¨ªa ser una monarqu¨ªa democr¨¢tica que ahora se estableci¨® en Espa?a?. El documento, conocido como ?Manifiesto de Lausanne?, tuvo necesariamente que influir en el ¨¢nimo del rey don Juan Carlos, manifest¨® el embajador espa?ol ante la OIT, a?adiendo que el jueves, cuando se traslade por v¨ªa terrestre desde Berna a Ginebra, al pasar por las calles de Lausanne, sin duda, el Rey recordar¨¢ aquellos a?os.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.