Los Reyes inician en Zurich su visita a Suiza
ENVIADO ESPECIAL, En un ambiente de discreta cordialidad, caracter¨ªstica de Centroeuropa, los reyes de Espa?a, don Juan Carlos y do?a Sof¨ªa, iniciaron ayer en Zurich la visita oficial que, durante dos d¨ªas, realizan a la Confederaci¨®n Helv¨¦tica, y al t¨¦rmino de la cual don Juan Carlos pronunciar¨¢ un discurso ante la conferencia anual de la Organizaci¨®n Internacional del Trabajo (OIT), reunida en Ginebra. La intervenci¨®n del Monarca espa?ol ante la OIT parece, a priori, como el acto pol¨ªtico m¨¢s importante de la estancia real en Suiza, en especial por la acumulaci¨®n de contenciosos sindicales que las centrales espa?olas tienen planteados contra el Gobierno de Madrid ante el principal foro internacional del mundo del trabajo.
En medios espa?oles en Suiza no vinculados a la oficialidad de la representaci¨®n diplom¨¢tica se especula con el aut¨¦ntico alcance y motivaci¨®n de la visita de los Monarcas a la Confederaci¨®n Helv¨¦tica.Junto con el tema de las relaciones comerciales entre ambos pa¨ªses, de las que la situaci¨®n espa?ola resulta destacada -Espa?a presenta un d¨¦ficit comercial pr¨®ximo al 60% con relaci¨®n a Suiza-, el no menos ?dificil? de las relaciones bancarias -la fuga de capitales a Suiza cuenta con un importante aliado en el secreto bancario que la Confederaci¨®n Helv¨¦tica respeta escrupulosamente ante nuestro pa¨ªs- y la situaci¨®n de los emigrantes espa?oles en Suiza compondr¨ªan un abanico.de asuntos de gobierno a discutir con ocasi¨®n de la visita de Estado que protagonizan los Monarcas espa?oles.
Sin embargo, s¨ª ocupar¨¢ un lugar destacado en las conversaciones que el ministro se?or Oreja mantendr¨¢ con su colega de Asuntos Exteriores suizo, Pierre Aubert, la distensi¨®n entre el Este y el Oeste y otros temas de ¨¢mbito europeo que no afectan para nada a las relaciones bilaterales entre ambos pa¨ªses.
En este contexto, la ?protesta? obrera de los emigrantes espa?oles se deja sentir al margen de la representaci¨®n de la colonia espa?ola ?seleccionada? por la representaci¨®n diplom¨¢tica. El espa?ol que trabaja en Suiza hubiera deseado que la visita del Rey sirviera para tratar de su situaci¨®n; al parecer, el Gobierno helv¨¦tico habr¨ªa impuesto como condici¨®n ante la visita que no fuera tratado ning¨²n tema bilateral.
Con 35 minutos de retraso sobre el horario previsto, a las once y cinco de lama?ana de ayer llegaron al aeropuerto de Kloten los Reyes de Espa?a, acompa?ados de un reducido s¨¦quito oficial en el que como ¨²nico miembro del Gobierno figura el ministro de Asuntos Exteriores, Marcelino Oreja.
Tras el recibimiento oficial por parte del presidente de la Confederaci¨®n y la se?ora de Hurlimann, y una vez rendidos los honores de rigor, los Reyes se trasladaron al palacio federal (Parlamento), donde en un breve acto oficial ambos mandatarios intercambiaron sendos discursos de saludo. El ambiente ciudadano es sensiblemente ajeno a la estancia de los Monarcas espa?oles.
El presidente de la Confederaci¨®n suiza, doctor Hans Hurlimann, record¨® las hist¨®ricas relaciones entre Suiza y Espa?a, as¨ª como las ? peregrinaciones ? de suizos a nuestro pa¨ªs, tanto al servicio de la Corona espa?ola como en apoyo de las guerras de liberaci¨®n de Espana contra Napole¨®n y hasta en el contexto de una inmigraci¨®n agr¨ªcola.
?Hoy, los trenes van cargados en direcci¨®n opuesta?, agreg¨® el doctor Hurlimann, ?llenos de trabajadores que vienen a Suiza procedentes de Espa?a y los que por sus virtudes, sus altas dotes profesionales y hum¨¢nas gozan aqu¨ª de muy merecida consideraci¨®n y estima?.
El doctor Hurlimann concluy¨® su discurso con el reconocimiento del proceso democratizador que atraviesa Espa?a, hacia el que mostr¨® su admiraci¨®n y respeto. ?As¨ª?, dijo, ?los lazos amistosos que unen a nuestros dos pa¨ªses desde siglos se intensificar¨¢n a¨²n m¨¢s. Y nos sentimos fortalecidos en nuestras convicciones liberales y democr¨¢ticas por el desarrollo de vuestro pa¨ªs, que ha justificado gloriosamente la vitalidad y la atracci¨®n ininterrumpida de esos ideales con los pueblos europeos, convicciones que consideramos como fundamentales para el mantenimiento de la paz?.
La respuesta de don Juan Carlos, con un recuerdo hacia su vinculaci¨®n familiar y personal con Suiza, resalt¨® la realizaci¨®n en este pa¨ªs del ideal que las Comunidades Europeas expresaron en 1973 en el documento sobre ?identidad europea? al decir que la diversidad de culturas dentro de un marco de una civilizaci¨®n com¨²n, la profesi¨®n de unos mismos valores, la conciencia de una comunidad de intereses y la identidad europea, su originalidad y su dinamismo propio.
Especial atenci¨®n mereci¨® por parte del Rey la emigraci¨®n espa?ola en Suiza, al se?alar c¨®mo ? 100.000 espa?oles encuentran aqu¨ª acogida y oportunidad para sus leg¨ªtimas aspiraciones de progreso material, al tiempo que contribuyen con su esfuerzo al progreso del pa¨ªs hu¨¦sped y a su mantenimiento en la primera l¨ªnea de las potencias industriales del mundo?.
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