La CEE considera irremediable una d¨¦cada de austeridad como consecuencia la crisis energ¨¦tica

Reducir las importaciones de petr¨®leo, estimular la energ¨ªa nuclear, armonizar los presupuestos p¨²blicos ante una d¨¦cada de austeridad econ¨®mica, apoyar la iniciativa para una reducci¨®n del tiempo de trabajo para disminuir el paro, solicitar una mayor apertura del mercado japon¨¦s y favorecer una conferencia internacional para salvar los refugiados del sureste asi¨¢tico son los principales acuerdos del Consejo Europeo de Jefes de Estado o de Gobierno de los nueve pa¨ªses del Mercado Com¨²n, celebrado ayer y anteayer en la ciudad francesa de Estrasburgo, bajo la presidencia de Valery Giscard d'Estaing.

Paralelamente a la cumbre de Estrasburgo, los ministros de Agricultura de la CEE concluyeron en Luxemburgo, despu¨¦s de cuatro jornadas de reuniones, un compromiso sobre los precios agr¨ªcolas comunitarias para la actual campa?a 1979-80. Un aumento medio del orden del 1,5%, en contra de las propuestas de la comisi¨®n, que suger¨ªa congelar los precios para evitar reactivar la inflaci¨®n, son el principal resultado de los responsables de la Europa verde. Los aumentos pueden ser superiores, seg¨²n pa¨ªses, en virtud de los mecanismos compensatorios monetarios o de las devaluaciones de las divisas verdes, en funci¨®n de las cuales cada pa¨ªs de la CEE determina sus precios agrarios para productos importados o exportados.

Ahorrar petr¨®leo y construir centrales nucleares

?Sin desarrollo de la energ¨ªa nuclear en las pr¨®ximas d¨¦cadas no habr¨¢ posibilidad de crecimiento econ¨®mico. Los programas; nucleares deben ser reactivados con vigor?, dice textualmente el comunicado final de la cumbre de Estrasburgo, bautizando la opci¨®n nuclear para Europa, gracias, en gran parte, a la crisis del petr¨®leo, cuyos objetivos no son f¨¢ciles de interpretar, Naturalmente, ?el recurso a la energ¨ªa nuclear se efectuar¨¢ en condiciones que garanticen la seguridad de las poblaciones?, a?ade el comunicado oficial. Otras fuentes de energ¨ªa (adem¨¢s del est¨ªmulo del carb¨®n), como la solar y la geot¨¦rmica, se asimilan a la, nuclear, por su car¨¢cter de energ¨ªas limpias, que, dice el comunicado, ?contribuyen a limitar el crecimiento del contenido de gas carb¨®nico en la atm¨®sfera resultante de la utilizaci¨®n de combustibles f¨®siles?.

Lo que no dice el comunicado, en su comparaci¨®n de energ¨ªa limpia entre la nuclear y la solar, es el peligro radiactivo del ¨¢tomo. ?Ser¨¢ necesario un escape radiactivo en Europa, como el ocurrido hace unos meses en Harrisburg (Estados Unidos) para que los dirigentes pol¨ªticos europeos expongan el dilema de la opci¨®n nuclear en todos sus aspectos? Por el momento, los jefes de Estado o de Gobierno de los nueve se limitan a situar frente a la opini¨®n p¨²blica la alternativa de la falta de petr¨®leo: crisis econ¨®mica.

La aceleraci¨®n hacia una era nuclear, a la que la CEE dedicar¨¢ unos quinientos millones de d¨®lares anuales en pro de la construcci¨®n de nuevas centrales nucleares, se justifica por la carencia de un recurso energ¨¦tico natural no renovable, como es el petr¨®leo. Sobre el tema del petr¨®leo, el Consejo Europeo confirma en su comunicado oficial las grandes l¨ªneas trazadas en la primera jornada de esta cumbre europea: limitar las exportaciones, ahorrar energ¨ªa, investigar nuevas fuentes. ?Medidas que s¨®lo ser¨¢n eficaces si el resto de grandes pa¨ªses industrializados aceptan practicar?, afirm¨® el presidente franc¨¦s, Valery Giscard d'Estaing. A?adi¨® que las l¨ªneas generales del compromiso europeo de Estrasburgo ser¨¢n presentadas a los dirigentes de Estados Unidos, Canad¨¢ y Jap¨®n la semana pr¨®xima, durante la reuni¨®n de las siete primeras potencias econ¨®micas del mundo capitalista, en Tokio.

Se acepta entre los nueve, con modalidades a determinar conjuntamente con los dem¨¢s pa¨ªses industrializados, ?limitar el consumo de petr¨®leo?, estabilizando para el per¨ªodo 1980-1985 las importaciones de petr¨®leo de la Comunidad al nivel anual igual o inferior del realizado en 1978 (unos 470 millones de toneladas).

Se confirma, gracias a una ?moderaci¨®n? del Gobierno alem¨¢n supeditada a que otros pa¨ªses, como EEUU y Jap¨®n, hagan lo mismo, la necesidad de cierto control de las especulaciones de las compa?¨ªas petrol¨ªferas internacionales sobre las cotizaciones en los mercados libres de la CEE (Rotterdam y G¨¦nova). Medidas que s¨®lo ser¨¢n eficaces de ser extensibles a los dem¨¢s ?mercados libres del petr¨®leo en el mundo, localizados en el Caribe y en Singapur?. Todos los pa¨ªses de la CEE, por otra parte, se comprometen a estimular sus programas de ahorro energ¨¦tico, con medidas de control de calefacci¨®n, l¨ªmites de velocidad en carretera, mejor aislamiento en las nuevas construcciones, fabricaci¨®n de autom¨®viles menos golosos en petr¨®leo, etc¨¦tera. Medidas, en general, que deber¨¢ tener tambi¨¦n en cuenta Espa?a, cuya coyuntura energ¨¦tica no es muy distinta de la comunitaria.

Crecimiento econ¨®mico sobrio

Incluso aceptando los riesgos de la opci¨®n nuclear, el crecimiento econ¨®mico en los pa¨ªses europeos se anuncia como sobrio para los pr¨®ximos diez a?os. Los primeros responsables pol¨ªticos de la Europa comunitaria dicen, en palabras t¨¦cnicas, que los europeos deber¨¢n apretarse el cintur¨®n, que ser¨¢n necesarios sacrificios suplementarios cara al futuro y que Europa deber¨¢ soportar un aumento del nivel de personas en situaci¨®n de paro. Giscard evit¨® dramatizar en el curso de su conferencia de prensa, precisando que las tensiones en el mercado del empleo pueden cambiar hacia 1985, cuando incida el factor demogr¨¢fico m¨¢s bajo en la llegada de j¨®venes a la b¨²squeda de un primer empleo.

Pagar la factura del petr¨®leo, cada vez m¨¢s cara; garantizar un m¨ªnimo de crecimiento econ¨®mico y atenuar las tensiones sociales del paro obligan a un est¨ªmulo de las exportaciones europeas para que entren divisas en las balanzas de pagos de los pa¨ªses de la CEE. La primera preocupaci¨®n de los comunitarios, por el momento, es pedir a Jap¨®n que modere su competencia en los mercados europeos y -que abra los suyos a los productos de la CEE. As¨ª lo expresa el comunicado final de la cumbre de Estrasburgo, cuyas conclusiones expondr¨¢n al primer ministro japon¨¦s, Masayoshi Ohira, el presidente franc¨¦s, Valery Giscard d'Estaing; el canciller alem¨¢n, Helmut Schmidt; el primer ministro italiano, Giulio Andreotti, y la primera ministra brit¨¢nica, Margaret Thatcher, en representaci¨®n de los cuatro grandes del Mercado Com¨²n, en la reuni¨®n de las siete primeras potencias econ¨®micas occidentales en Tokio, el jueves y viernes de la pr¨®xima semana.

En id¨¦nticos t¨¦rminos se expresar¨¢ el presidente de la Comisi¨®n Europea, el brit¨¢nico Roy Jenkins, que tambi¨¦n participar¨¢ en la reuni¨®n de Tokio. Jenkins se declar¨® muy satisfecho de los acuerdos energ¨¦ticos de Estrasburgo, que aunque traducen una orientaci¨®n general m¨¢s que una pol¨ªtica energ¨¦tica de la CEE, cuyas buenas intenciones -podr¨ªan ser boicoteadas por el presidente de Estados Unidos, Jimmy Carter, en el encuentro conjunto europeo, norteamericano y japon¨¦s del 28 y 29 en la capital nipona. Entre tanto, Europa, sin recursos naturales, sin petr¨®leo -excepto en limitadas reservas en Gran Breta?a y Noruega-, juega a fondo la carta nuclear, con todas sus consecuencias, para intentar adaptarse al cambio de sociedad que viven actualmente los pa¨ªses ricos del hemisferio norte.