La empresa alemana Volkswagen negocia la adquisici¨®n de Chrysler Corporation

El consorcio automovil¨ªstico alem¨¢n Volkswagen, primer constructor europeo de autom¨®viles y cuarto del mundo, podr¨ªa adquirir en los pr¨®ximos d¨ªas un paquete mayoritario de las acciones de la multinacional norteamericana Chrysler Corporation, tercera en el ranking estadounidense y octava en el mundial, si las negociaciones actualmente en curso culminan favorablemente. La noticia, desvelada en primer lugar por la revista norteamericana especializada Automotive News, fue comentada ayer ambiguamente por un portavoz de la firma alemana, quien admiti¨® la existencia de conversaciones formales.

Seg¨²n los datos publicados por la revista norteamericana, la oferta de compra presentada por Volkswagen valoraba el paquete de sesenta millones de acciones de Chrysler en unos novecientos millones de d¨®lares (60.300 millones de pesetas); aproximada mente, unos quince d¨®lares (1.000 pesetas) por cada acci¨®n La operaci¨®n pudiera quedar ultimada antes de finales del presente mes de junio y, en cualquier caso, con anterioridad a la junta general de la firma alemana, convocada para el pr¨®ximo d¨ªa 3 de julio.De confirmarse la operaci¨®n, el nuevo consorcio Volkswagen-Chrysler quedar¨ªa situado en tercer lugar en el ranking mundial de constructores, totalizando los 3,31 millones de unidades anuales. El primer constructor mundial es en estos momentos General Motors, con 6,92 millones de unidades anuales, seguido de Ford, con 4,4 millones de veh¨ªculos. La fusi¨®n entre Volkswagen y Chrysler desplazar¨ªa del tercer lugar al consorcio Peugeot-Citro?n, que totalizar¨¢ este ejercicio con los 2,09 millones de unidades, gracias a la operaci¨®n suscrita el pasado a?o, por la que adquiri¨® las tres filiales de Chrysler en Europa (Francia, Gran Breta?a y Espa?a).

Vieja colaboraci¨®n

El consorcio alem¨¢n Volkswagen mantiene desde hace varios a?os una creciente cooperaci¨®n con Chrysler. El ¨²ltimo exponente de estos contactos fue la adquisici¨®n de la planta de la multinacional norteamericana en Brasil, para intensificar la penetraci¨®n en el mercado latinoamericano del modelo Rabbit (equivalente al europeo Golf), actualmente exportado desde las plantas que Volkswagen posee en el estado norteamericano de Pennsylvania. Por otra parte, ambas multinacionales suscribieron hace varios a?os un contrato de suministro de motores, cuya expiraci¨®n est¨¢, en principio, prevista para el pr¨®ximo a?o de 1980. Seg¨²n un portavoz oficial de la Volkswagen, la noticia difundida por la revista Automotive News pudiera estar relacionada con las conversaciones que actualmente se mantienen para la revisi¨®n de este acuerdo, ?que bien podr¨ªan contemplar el establecimiento de una m¨¢s estrecha cooperaci¨®n e interdependencia entre ambas sociedades?.

Volkswagen se decidi¨® por el mercado norteamericano a ra¨ªz de sus dificultades de los primeros a?os de la d¨¦cada de los setenta. Tras varias discusiones internas en el seno del equipo directivo de la firma, se adopt¨® la resoluci¨®n de montar una planta de producci¨®n de veh¨ªculos en Estados Unidos, concretamente en Pennsylvania, con objeto de incrementar la penetraci¨®n de los modelos de baja cilindrada en el mercado americano, afectadas por las constantes oscilaciones en la cotizaci¨®n del d¨®lar frente al marco, que reduc¨ªan sus posibilidades de penetraci¨®n y competencia con las dos grandes: General Motors y Ford. Junto a esta decisi¨®n, los directivos de Volkswagen adoptan la de potenciar su presencia en los mercados latinoamericanos, ampliando sus instalaciones de M¨¦xico, en las que se fabrica todav¨ªa el legendario escarabajo, y negociando la adquisici¨®n -ya comentada- de la planta de Chrysler en Brasil.

Chrysler, por su parte, atraviesa una importante crisis desde hace varios a?os, como consecuencia directa de su p¨¦rdida de penetraci¨®n en los mercados norteamericanos, tanto en autom¨®viles como en veh¨ªculos pesados. Las p¨¦rdidas de la empresa el pasado a?o rebasaron los doscientos millones de d¨®lares (m¨¢s de 13.000 millones de pesetas), y la evoluci¨®n del presente ejercicio hace prever un volumen de d¨¦ficit similar.

Al margen de su p¨¦rdida de mercados, Chrysler se enfrenta con una serie de problemas complementarios derivados sobre todo de las directrices de la legislaci¨®n norteamericana en el sector, que le obligan a efectuar un volumen de inversiones para reconvertir sus procesos productivos que se aproxima a los 10.000 millones de d¨®lares.

El pasado a?o, la direcci¨®n de Chrysler decidi¨® iniciar una pol¨ªtica de venta de todas sus filiales fuera de Estados Unidos, abierta con el traspaso a Peugeot-Citro?n de las tres europeas (Francia, Gran Breta?a y Espa?a) y completada posteriormente con el de las asi¨¢ticas a Mitsubishi (puesto trece del ranking) y la adquisici¨®n por Volkswagen de la planta en Brasil, y de las de Colombia y Venezuela por General Motors.

Seg¨²n opini¨®n generalizada en medios automovil¨ªsticos, la posible uni¨®n Volkswagen-Chrysler pudiera ser una m¨¢s de las varias que en estos momentos se est¨¢n gestando entre las principales multinacionales. La posible fusi¨®n permitir¨ªa a la multinacional americana -se?alan las mismas fuentes- equipararse a las dos grandes (General Motors y Ford) en la producci¨®n de veh¨ªculos de baja cilindrada y reducido consumo. La firma alemana ha logrado una importante penetraci¨®n con su versi¨®n americana del Golf y posee una elevado nivel tecnol¨®gico en lo que se refiere a motores diesel de alta velocidad y aceleraci¨®n similar a los modelos de gasolina.

La posible fusi¨®n Volkswagen-Chrysler caus¨® un fuerte impacto en las bolsas alemanas, con alzas espectaculares de los valores de ambas compa?¨ªas; 13,20 enteros los de Chrysler y 2.20 los de Volkswagen.

En general, la posibilidad de que el consorcio alem¨¢n pase a controlar la multinacional norteamericana reduce el espectro de posibilidades de futuro para las fusiones intereuropeas, que se considera son cada vez m¨¢s necesarias. Aunque las especulaciones e hip¨®tesis son de lo m¨¢s dispar, las m¨¢s extendidas apuntan hacia la integraci¨®n de las industrias francesa e italiana, y m¨¢s concretamente entre Renault y FIAT, quedando al margen la Peugeot-Citro?n.

Un proceso parecido se augura para las firmas japonesas, toda vez que las dificultades de mercados y costes est¨¢n gravando considerablemente los ejercicios de las firmas constructoras. En estos momentos, diecinueve constructores se reparten un mercado que apenas alcanza los veinticinco millones de unidades. La mitad de estos constructores ni siquiera alcanzan el mill¨®n de unidades por a?o.