Memorable primer tercio del toro de Guardiola

?A la gente lo que le gusta es el toreo de muleta.? ?Vaya usted a robar gallinas! A la gente le gusta lo bueno; lo que ocurre es que si no se lo dan se va conformando con lo menos bueno y al final acaban col¨¢ndote gato por liebre, tan ricamente. As¨ª, en los toros. Hab¨ªa que ver al p¨²blico de Las Ventas ayer, cuando el guardiola guapo y bravo se arrancaba de largo al caballo, recrecido en su casta, y romaneaba entregado, a despecho del castigo tremendo que llevaba en sus lomos. Hab¨ªa que ver a aquel p¨²blico, aficionados de siempre y reci¨¦n llegados, saltar de sus asientos, vitorear al toro, rompiendo sus gargantas por la emoci¨®n de aquel tercio memorable.Tras la segunda vara, en la que el toro derrib¨® con estr¨¦pito y luego levant¨® al caballo de un derrote, cayeron sombreros al ruedo. En la tercera, el guardiola, atento al cite del caballo, probando la embestida un par de veces, engallado, para arrancarse como una bala y meter la cabeza bajo el peto con fijeza absoluta, el grader¨ªo se llen¨® de pa?uelos. Jos¨¦ Antonio Campuzano, el m¨¢s joven e inexperto de los matadores, lidi¨® a ese toro de maravilla, lo puso en suerte siempre en el terreno preciso y mediante un solo capotazo, trazado con maestr¨ªa y gusto. Luego vendr¨ªa un tercio de banderillas inusual, por lo bien que lo ejecutaron los subalternos. Tambi¨¦n ellos se hab¨ªan contagiado del entusiasmo y pon¨ªan el espect¨¢culo en los niveles de calidad y entrega que nunca deber¨ªa perder. Madriles cerr¨® el tercio con un par soberano, en el que se asom¨® al balc¨®n y cuadr¨® con los pitones del toro roz¨¢ndole los golpes de la chaquetilla.

??Viva la fiesta!? ??No le deis vueltas, la emoci¨®n la da el toro!? De todas partes surg¨ªa la exclamaci¨®n encendida, el piropo a este espect¨¢culo, que es ¨²nico cuando se desarrolla con autenticidad. Aquellos dos tercios -un picador, Manuel Molina, que hizo la suerte a la perfecci¨®n, con valor, arte y pericia de buen jinete, un toro de bandera, un lidiador consumado, un banderillero con tanta torer¨ªa o m¨¢s que quienes se visten de oro- hab¨ªan llenado los momentos cumbres de la tauromaquia en esta temporada y en muchas m¨¢s, le hab¨ªan devuelto la grandeza que tiene en esencia y que dejan perder los taurinos malos, que s¨®lo saben de medrar con su ramploner¨ªa y su falta de afici¨®n.

La l¨¢stima fue que el guardiola se vino abajo en el ¨²ltimo tercio. O acaso no era tanto como pareci¨®, pues Campuzano no le daba la distancia, le ahogaba la embestida. Tarde¨® -quiz¨¢ por este motivo- en las arrancadas, pero su embestida result¨® siempre larga y noble. Tras la estocada a¨²n ped¨ªa pelea y se fue a los medios. Pasado el tiempo con las ruedas de peones y los primeros intentos de descabello, busc¨® tablas y la querencia de chiqueros. Este era un borr¨®n que desmerec¨ªa todo su comportamiento anterior y hac¨ªa discutible la vuelta al ruedo con que se le premi¨®.

El miura tambi¨¦n entusiasm¨® al p¨²blico, que le ovacion¨® cuando salt¨® a la arena. Un toro precioso, largo, espl¨¦ndidamente armado, su trap¨ªo era, de por s¨ª, un gran espect¨¢culo. Se arranc¨® de largo, pero salvo en el primer puyazo, con derribo espectacular, no se emple¨®. Flojo, noble por el pit¨®n derecho, incierto por el izquierdo, Jos¨¦ Fuentes le dio un abuso de derechazos sin ligar y encima con pico.

El victorino, un c¨¢rdeno de gran tipo a pesar de su escas¨ªsima cornamenta, ten¨ªa casta y quiz¨¢ tambi¨¦n bravura, pero Gabriel de la Casa lo lidi¨® mal, el picador lo asesin¨® con lanzazos en los bajos y luego el chico de Morenito se asust¨® al comprobar la codicia con que tomaba la muleta en dos naturales y se puso a tirar l¨ªneas.

El resto de la corrida careci¨® de inter¨¦s. Devuelto al corral el cortijoliva por cojo, el sobrero, de Palomo Linares, serio, manso y top¨®n, pudo m¨¢s que Jos¨¦ Fuentes. Con el de Cuadri, manso, estuvo pesad¨ªsimo Gabriel de la Casa. El murube protest¨® a partir de la tercera vara, y aunque ten¨ªa nobleza por el pit¨®n izquierdo Campuzano no le templ¨® los naturales.

El Rey de Espa?a presenci¨® la corrida desde una barrera, acompa?ado por el presidente de la Asociaci¨®n de la Prensa, Luis Mar¨ªa Ans¨®n, y por el jefe de la secci¨®n taurina de Abc, Vicente Zabala. El p¨²blico aplaudi¨® al Monarca, y cuando abandonaba la plaza se oy¨® un ??Viva el Rey!?, que fue coreado con fuerza. El festejo dur¨® dos horas y media, pero mereci¨® la pena, por el memorable tercio que hab¨ªa ofrecido el toro de Guardiola.

Fallo del jurado

El Jurado de la corrida concurso declar¨® desiertos los premios al toro m¨¢s bravo y a la mejor estocada. Y concedi¨® los siguientes: lidiador, Campuzano; picador, Manuel Molina; banderillero, Madriles.