Se agrava en Madrid el problema de los subnormales adultos
La expulsi¨®n de los subnormales mayores de dieciocho a?os de los sanatorios psiqui¨¢tricos infantiles del Estado es un problema que se presenta desde hace varios a?os al final de curso; provoca las consiguientes cr¨ªticas y denuncias, pero sigue todav¨ªa sin soluci¨®n. Los padres de los ni?os internados en uno de estos centros, La Atalaya, que est¨¢n a punto de cumplir esa edad, han recibido la notificaci¨®n de que sus hijos no podr¨¢n volver el curso pr¨®ximo, en cumplimiento de una norma que ?es ahora m¨¢s evidente, puesto que la nueva Constituci¨®n considera que una persona es adulta al cumplir los dieciocho a?os?.Invocar la Constituci¨®n en este caso, cuando los pretendidos adultos son personas con sus facultades ps¨ªquicas disminuidas, no deja de ser un deplorable cinismo, m¨¢s a¨²n si se piensa que los minusv¨¢lidos, y especialmente los subnormales, constituyen uno de los sectores marginados m¨¢s desasistidos y olvidados de la sociedad.
A los 19.000 subnormales severos y profundos que exist¨ªan en 1974, seg¨²n la Seguridad Social, se suman cada a?o los expulsados de los centros estatales, que, sin posibilidad alguna de integraci¨®n social, se convierten en una pesada carga para sus familias y, a la larga, acaban en la c¨¢rcel, en los psiqui¨¢tricos, como locos irrecuperables, o simplemente en la calle.
Sin soluci¨®n a corto plazo
?Nuestra situaci¨®n es angustiosa. Estamos peor que hace dos a?os, porque el problema aumenta en n¨²mero y no se ha tomado ninguna medida?, se?al¨® a EL PAIS uno de los padres afectados.A corto plazo no se ve ninguna soluci¨®n. Este es, en resumen, el resultado de la entrevista que mantuvo la Comisi¨®n de Educaci¨®n Especial de Orcasitas-Entrev¨ªas-Pozo con representantes de la Administraci¨®n -el se?or Farr¨¦, secretario general del INSERSO, y el se?or Qui?ones, director provincial del SEREM- para tratar el tema.
Los centros que se han construido para subnormales profundos en Burgos y en Miajadas (C¨¢ceres), as¨ª como el centro industrial de Almer¨ªa y el agr¨ªcola-ganadero, tambi¨¦n en C¨¢ceres, ambos destinados al internamiento de subnormales adultos, no pueden funcionar por falta de presupuesto.
Algunas medidas que se proponen como soluci¨®n provisional son proporcionar una ayuda econ¨®mica a las familias que puedan tenerlos en sus casas o bien aplicar un plan complementario de zonas para su internamiento en centros privados. Pero ninguna de ellas, de momento, se va a poner en pr¨¢ctica.
Mientras, los padres de los subnormales cargan con toda la responsabilidad, y una de las consecuencias m¨¢s graves que sufren, adem¨¢s del coste econ¨®mico, es la perturbaci¨®n de la salud mental de la familia, inevitablemente alterada por la presencia de una persona que exige atenci¨®n constante y que algunas veces llega a tener incontrolables reacciones violentas.
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