"La clave", ¨²nico programa de debate en directo de TVE, cumple hoy el n¨²mero cien
La clave cumple hoy el n¨²mero cien de su segunda ¨¦poca. El primer centenario, seg¨²n los deseos de los m¨¢s. El programa cien ten¨ªa que haberse emitido el pasado 30 de junio, pero La clave, el ¨²nico programa de debate en directo -salvo el mes de agosto-, que tiene TVE, ha pasado por muchas peripecias y pocos cre¨ªan que pudiese celebrarse este centenario. Porque La clave, amenazado siempre de censuras, cortes e interrupciones de la emisi¨®n, se resisti¨® en todo momento a parecer un programa de TVE. Las dificultades crecieron en proporci¨®n inversa a esa r¨¢pida subida de 80.000 a dos millones de telespectadores por un UHF que se ve en s¨®lo medio pa¨ªs y mal.
Cuanto m¨¢s interesantes eran los coloquios y cuando m¨¢s ingresos proporciona a TVE -treinta minutos de publicidad y las agencias no juegan con el dinero de los clientes- tanto mayores son los disgustos de los directivos y las amenazas de cerrar la emisi¨®n o dificultar la producci¨®n del programa, en estos momentos, de mayor prestigio.Esoterismo, econom¨ªa, pol¨ªtica, medicina, diez programas sobre derechos humanos, sociolog¨ªa, ciencia y t¨¦cnica, literatura, arte y espect¨¢culo, religi¨®n, ecolog¨ªa, trabajo, etc¨¦tera son, en pocas palabras, los grandes temas de La clave. En estos cien programas el telespectador ha podido conocer las opiniones de m¨¢s de seiscientas personalidades de todo el mundo: ministros de todos los pa¨ªses, 36 pol¨ªticos espa?oles de todas las tendencias; Neil Amrstrong, el primer astronauta que pis¨® la Luna; el hijo de Emiliano Zapata, una monja de clausura, Daniel Cohn Bendit; P¨ªa Luciani, sobrina de Juan Pablo I; Bill Wilkinson, ataviado con la vestimenta del Gran Drag¨®n de la orden del Ku-Klux-Klan; siete u ocho premios Nobel, una lista interminable y el gran ausente, Herbert Marcuse, el fil¨®sofo y pensador alem¨¢n que enferm¨® en el viaje a TVE.
La clave, programa de formato similar al franc¨¦s Dossiers de l'ecran, fue aprobado por Jes¨²s Sancho Rof, entonces director general, en noviembre de 1975. Sali¨® al aire a primeros de 1976 y dur¨® trece programas. ?Pero s¨®lo se emitieron doce?, precisa Jos¨¦ Luis Balb¨ªn, ?porque fue prohibido un debate sobre periodistas (coincid¨ªa con una huelga de informadores), y desapareci¨® por motivos que nunca fueron explicados siendo director general Gabriel Pe?a Aranda, otro de los personajes -no tengo ning¨²n inconveniente en decirlo- de funesta memoria para m¨ª en la historia de TVE?. Despu¨¦s, Rafael Ans¨®n lo aprob¨® a finales de 1976. ?Pero, de hecho, no sali¨® hasta la ¨²ltima semana dejulio de 1977. Rafael Ans¨®n anunci¨® p¨²blicamente que se emitir¨ªa por la primera cadena. Desde entonces estamos en la brecha. Qued¨® sin emitirse en una ocasi¨®n porque censuraron el coloquio sobre caciques.?
Jos¨¦ Luis Balb¨ªn, periodista, asturiano de Pravia -?lo de Asturias es la ¨²nica vanidad que ejerzo?-, fue elegido hace cuatro semanas asturiano del a?o por el diario de Oviedo La Nueva Espa?a, compartido con el Sp¨®rting de Gij¨®n; el se?or Alvarez Rendueles, gobernador del Banco de Espa?a; Gaspar Garc¨ªa Laviana, cura guerrillero muerto en Nicaragua, y el acad¨¦mico de la Lengua profesor Alarcos, entre otros. Si se lo permitiesen, Balb¨ªn seguro que realizar¨ªa el programa desde el caf¨¦ Gij¨®n, rinc¨®n donde cita a todo el mundo. La televisi¨®n ha hecho popular a Balb¨ªn y a su pipa junto a ese otro cacharro que tiene siempre al lado: un monitor por el que controla la realizaci¨®n del programa y que le permite distraerse unos momentos durante el debate cuando le avisan de que van a cortarle la emisi¨®n. El 14 de octubre del pasado a?o, por ejemplo, dejaron a todos boquiabiertos con la brusca supresi¨®n del coloquio sobre el Papa. Y es que La clave se ha pasado casi siempre de los estrechos presupuestos ideol¨®gicos de TVE, sorteando m¨¢s los vetos a la libertad de expresi¨®n que el tiempo en antena.
El director de La clave no tiene inconveniente en reconocer que hubo programas rollo. ?Hemos tenido ¨¦pocas buenas y malas. Algunos altibajos han sido culpa nuestra, otros deben achacarse a los directivos y a la propia TVE. La ¨²nica etapa brillante coincidi¨® con los meses que van de la salida de Ans¨®n a la llegada de Arias Salgado. Despu¨¦s, a partir del nombramiento de Miguel Mart¨ªn, en agosto de 1978, vino el declive total. Puede que yo sea un tipo pretencioso, testarudo o molesto. Pero la verdad es que la actual direcci¨®n tuvo problemas con otros muchos compa?eros, con los trabajadores de TVE, con los pol¨ªticos, con los periodistas. De ah¨ª que la dimisi¨®n de Miguel Mart¨ªn ha provocado una unanimidad tan clamorosa y no conseguida en lo que va de historia de TVE. Hay que suponer que si La clave contin¨²a lo debemos a decisi¨®n personal de Arias Salgado, por encima de todas las dificultades interpuestas.?
A Jos¨¦ Luis Balb¨ªn le molestan otras muchas descortes¨ªas de la casa. Por ejemplo, que los directivos retrasen pagar las dietas, las 100.000 pesetas a Truman Capote o que existan ?copias flagrantes, descaradas y provocadoras?. Y cita alguna de las tribunas. ?Se me puede decir que yo no tengo la exclusiva de los coloquios en TVE, como nadie puede tenerla de los concursos, pero s¨ª ser¨ªa absurdo que en TVE hubiese tres Un, dos, tres... Adem¨¢s, todas esas "tribunas" son programas grabados. No hay directo. Los programas grabados est¨¢n sujetos a la manipulaci¨®n porque te cortan lo que quieran. ?
Recuerda aqu¨ª Jos¨¦ Luis Balb¨ªn an¨¦cdotas que le sucedieron cuando era delegado de TVE en Par¨ªs, a ra¨ªz de la rueda matinal de corresponsales, Buenos d¨ªas, Par¨ªs. ?El se?or As¨ªs parec¨ªa que le daba un abrazo cordial a todo el mundo, con aquel tono solemne de palacio de El Pardo. Pues aquello?, a?ade Jos¨¦ Luis Balb¨ªn, ?era la ant¨ªtesis de un programa radiof¨®nico. Era mentira que fuese directo. Se grababa a las siete de la ma?ana y se emit¨ªa a las ocho. ?
Le molesta, tambi¨¦n a los telespectadores y a los invitados, que le corten en dos ocasiones el coloquio para emitir publicidad. ?No es serio que se deje a Carrillo con la palabra en la boca para anunciar una lavadora. Esto no sucede en ninguna televisi¨®n de Europa. Aunque tambi¨¦n es verdad que la televisi¨®n es mala en todas partes. Es algo tan imperfecto como el cine mudo. ?
Sobre todo, las censuras y el oscurantismo de la direcci¨®n. ?En estos ¨²ltimos meses se nos ha dicho siempre que no a todo, excepto cuando pedimos sellos para las cartas y que arreglen los problemas de iluminaci¨®n. Si se me ocurriese pedir permiso para cambiar de sitio el cenicero, me dir¨ªan que no. Nos dijeron que no incluso a la forma de conmemorar este n¨²mero cien. Hab¨ªamos pensado en un cock-tail para algunas de las personalidades que pasaron por La clave. Dijeron que no. Pensamos traer entonces a Kennedy o a McNamara. A McNamara le apetec¨ªa hablar del Tercer Mundo. Dijeron que qui¨¦nes somos nosotros para invitar a esos se?ores. Al final tenemos qu¨¦ quedarnos con la f¨®rmula m¨¢s empalagosa y narcisista: La clave de los debates. Un coloquio sobre las controversias, debates y confrontaci¨®n de opiniones en el que haremos tambi¨¦n una antolog¨ªa de las mejores intervenciones sobre los distintos temas. Lo malo es que cada vez que hemos tenido un trato directo con los ejecutivos ha sido para echamos la bronca. En realidad, estamos en una fase de incomunicaci¨®n total. A trav¨¦s de un intermediario nos llega la fat¨ªdica orden: "que me han dicho que no". Se niegan a que mejoremos el programa. Por ejemplo, queremos que los invitados sean presentados a trav¨¦s de filmaciones en su propio medio porque el programa parece, tal como est¨¢ ahora, un sandwich con pel¨ªcula en el medio. La m¨¢quina administrativa impide que podamos tocar temas de actualidad y montar un programa en 48 horas. Queremos que el programa parezca cada vez m¨¢s un debate en directo, que por lo menos se oigan las llamadas de los telespectadores y que la audiencia, como sucede en Francia, pueda poner la conferencia a cobrorevertido. Pero dicen que no.?
Pese a todas estas adversidades, Balb¨ªn y los suyos, siempre tuvieron la suerte por delante, aunque algunos invitados pasaron m¨¢s de un susto por estrenar democracia en la peque?a pantalla, como el fiscal Jes¨²s Vicente Chamorro, expedientado el pasado a?o por intervenir en el debate sobre ? errores judiciales ?. ?El primer programa de La clave, sobre el juego, estuvo prohibido. Los directivos consideraban a Jos¨¦ Luis Sampedro un hombre peligroso y no quer¨ªan que lo invit¨¢semos. Poco despu¨¦s del programa, el Gobierno legaliz¨® el juego y el se?or Sampedro era senador de designaci¨®n real. Sucedi¨® lo mismo con el debate sobre la pena de muerte. ?
?Hoy?, concluye BaIb¨ªn, ?con el estatuto y un nombramiento medianamente bueno, despu¨¦s de todo, no son muchos los directivos que han tenido una actitud liberal, esperamos que mejore la televisi¨®n de todos los espa?oles y que podamos, entre otras muchas esperanzas, emitir los prohibidos debates sobre homosexuales, caciques, la banca y los dineros de la Iglesia.. Por cierto, tenemos otro m¨¢s censurado, bajo el t¨ªtulo "Contubernio", y que deber¨ªa emitirse el pr¨®ximo mes de septiembre. Pero no todo es tan negativo. Son m¨¢s importantes las ayudas y est¨ªmulos que hemos recibido de la audiencia, de la prensa y de muchos profesionales de TVE.?
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