Misteriosos suspiros en una ermita de Navas del Marqu¨¦s
Ninguno de los habitantes de las Navas del Marqu¨¦s, localidad situada a setenta kil¨®metros al noroeste de Madrid, afirma conocer el origen de unos misterioros suspiros que desde hace algunas noches se escuchan perfectamente alrededor de una ermita abandonada, enclavada frente a un robusto castillo medieval que domina esta villa abulense.Centenares de personas acuden cada noche a las desiertas inmediaciones de la ermita, semiderruida desde hace m¨¢s de un siglo, para escuchar en profundo silencio las misteriosas exhalaciones, muy similares a las de la respiraci¨®n humana en estado de excitaci¨®n m¨¢xima. ?Son como suspiros muy profundos y continuados, que duran casi toda la noche?, nos ha dicho una mujer que, para no llegar a conclusiones molestas para sus creencias, prefiere no indagar sobre las causas del fen¨®meno. Lo cierto es que el sonido restalla estent¨®reamente en toda la zona comprendida entre los muros de la vieja ermita, el castillo y un pe?asco no lejano desde el que se otea toda la comarca. Grupos de curiosos han recorrido palmo a palmo el ¨¢rea desde la que se supone que parte el sonido y no han hallado presencia humana o animal de ning¨²n tipo. ?Desde lo alto de los muros de la ermita no se escucha nada, porque yo sub¨ª hasta all¨ª la otra noche y mientras abajo sonaba con fuerza, arriba se perd¨ªa el sonido?, nos dice Manolo, un muchacho de trece a?os que al principio pens¨® que la extra?a respiraci¨®n pod¨ªa deberse a una lechuza blanca, animal muy raro en estos parajes. Ahora no sabe c¨®mo explicar los hechos. Te¨®logos consultados niegan, por otra parte, que los extra?os gemidos puedan ser producidos por ninguna lechuza.
Para algunas mujeres de las casas m¨¢s pr¨®ximas, sobre la ermita pesa una maldici¨®n desde que hace varios a?os fuera hallada en su interior una enorme culebra, estridente y con mucho pelo, que sembr¨® el p¨¢nico hasta que fue muerta a pedradas. Este hallazgo desat¨® entonces especulaciones que ahora han corrido nuevamente de boca en boca.
Para otras personas, se trata de un fen¨®meno ac¨²stico algo an¨®malo, pero capaz de ser explicado mediante la reproducci¨®n sobre los muros de la ermita de un sonido r¨ªtmico, cuyo foco puede, encontrarse a varios kil¨®metros de distancia y que a la postre resulta amplificado notablemente. Algunos j¨®venes del pueblo creen que se trata de una broma, bien estudiada, realizada por los quintos del 79, que prometieron hacer algo realmente sonado este verano y han elegido esta especie de orgasmo a distancia que proyectan -nadie sabe c¨®mo- desde un punto remoto.
Sea lo que sea, cada noche centenares de rostros dibujan muecas de sorpresa, congoja y temor, mientras en medio de un respetuoso silencio escuchan los misteriosos suspiros y exhalaciones, cuyo origen todos -o casi todos- desconocen.
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