Toros mansos y con problemas

Plaza de Las Ventas. Un toro de Luis Albarr¨¢n, para rejones, manso. Cuatro toros de Jos¨¦ Murube, aceptables de presencia, mansos, dif¨ªciles. Dos toros de Terrubias (quinto y sexto), impresionantes de cabeza, mansos. El rejoneador Luis Miguel Arranz: rej¨®n delantero y ca¨ªdo, otro trasero y bajo; pie a tierra, pinchazo, estocada y tres descabellos (palmas, saludos y algunos pitos). Ricardo de Fabra: media atravesada, descabello (silencio). Seis pinchazos y siete descabellos (bronca). Rafael Torres: pinchazo, estocada chalequera (protestas). Pinchazo, media estocada, dos descabellos (silencio). Antonio Chac¨®n: media desprendida y descabello (vuelta con protestas). Cuatro pinchazos (aviso), media ca¨ªda (palmas, pitos y saludos).Lo m¨¢s destacado de la corrida fue el juego, interesante que dieron el segundo murube y los dos de Terrubias. La tarde sali¨® a mansos y adem¨¢s con problemas. Fabra, no acab¨® de decidirse con el primero que tuvo cierta nobleza y estuvo sin recursos en el cuarto. Rafael Torres pas¨® la tarde entre dudas y carreras. S¨®lo Chac¨®n se salvo de la quema con una actuaci¨®n meritoria por su valor.

El segundo murube se sali¨® suelto de la primera vara, tomada en chiqueros; como una exhalaci¨®n se fue por el otro caballo, al que derrib¨® de latiguillo en el cinco. Rebotado de nuevo, derrib¨® al picador de tanda en terrenos del diez; por fin en el cinco, le zurr¨® bien el piquero que hac¨ªa la puerta, con el caballo pegado a tablas. El tercio tuvo inter¨¦s por la movilidad del manso, que adem¨¢s sac¨® fiereza. A la muleta lleg¨® agotado. Torres, toc¨¢ndole los costados y las orejas, le quit¨® los pocos pases que ten¨ªa. Muri¨® de pie, como un bravo, lo que no justifica la ovaci¨®n que le dieron en el arrastre.

El quinto, de Terrubias, con una cabeza impresionante, armado en veleto, derrib¨® en la primera vara. Tom¨® con fuerza la segunda y la tercera, aunque ech¨® la cara arriba y se fue suelto. A la espera en banderillas, los peones clavaron de una en una. Torres anduvo a la deriva. El sexto, tambi¨¦n de Terrubias, un veleto cuyas puntas eran dos pu?ales afilados, tom¨® una buena vara. Luego se vino abajo Chac¨®n estuvo muy voluntarioso y se adorn¨® con temerarios desplantes; de rodillas acarici¨® los tremendos pitones de la res.

El primero de Murube derrib¨® en la primera vara y no se entreg¨® en la siguiente. A la muleta fue noble, Fabra estuvo valent¨®n y sac¨® un par de redondos con temple. Perfilero y con la muleta retrasa, no fue capaz de darle continuidad a su labor, que termin¨® diluida en a vulgaridad. El cuarto, astifino y con cuajo, adem¨¢s estaba cojo. Lleg¨® al ¨²ltimo tercio incierto y berre¨®n. Fabra se desconfi¨® y anduvo por la cara sin recursos ni quietud.

Antonio Chac¨®n comenz¨® muy bien la faena al tercero con un trincherazo y un ayudado por bajo. Valiente, sac¨® derechazos con mucho m¨¦rito, pero tuvo el defecto de no ligar y de rematar por alto. El toro se col¨® dos veces y acab¨® dando unos tornillazos como para quitar el hipo, que Chac¨®n aguant¨® con denuedo.

El rejoneador Arranz, con un toro manso y violento, evidenci¨® progresos. M¨¢s templado que otras veces y sin buscar los adentros, logr¨® encelar muy bien al toro para clavar los rejoncillos. Con las banderillas, clav¨® bien una vez en los medios, fall¨® otra y recurri¨® a los efectismos de banderillear a dos manos por los adentros.

En suma, el inter¨¦s de la corrida se centr¨® en el juego vario de unos toros mansos y con dificultades, que no supieron resolver dos toreros veteranos, Fabra y Torres, que andan con la ilusi¨®n perdida.