La escala represiva contra la juventud
De gran actualidad est¨¢n siendo estos d¨ªas las masivas detenciones de j¨®venes -redadas en toda la geograf¨ªa espa?ola-, la formaci¨®n de piquetes de vecinos para ?reprimir? directamente a la delincuencia juvenil, la profusi¨®n de. estas noticias en la prensa, as¨ª como otros fen¨®menos que van en una misma direcci¨®n: movilizar a la opini¨®n p¨²blica contra los j¨®venes, reprimir a ¨¦stos y presentar a la juventud ante los ojos de la sociedad como una banda de degenerados de los que hay que defenderse.Tal profusi¨®n de ?noticias? referentes a los j¨®venes no son ning¨²n hecho anecd¨®tico; forman parte de una estrategia cuidadosamente delineada por el gran capital y su m¨¢s cualificado representante: UCD. Esta estrategia se llama, de un modo generalizado, ?estrategia de la tensi¨®n?.
Lo que se pretende es claro: desviar la atenci¨®n de los espa?oles de los aut¨¦nticos y profundos problemas de Espa?a (paro, estatutos de autonom¨ªa, consolidaci¨®n de la democracia ... ) hacia otros como el terrorismo, el peligro de un golpe de Estado, la delincuencia.... que son utilizados por UCD como argumentos para que los ciudadanos acepten conscientemente como mal menor las medidas restrictivas a la democracia que UCD necesita para aplicar sus planes econ¨®micos y, mientras, seguir sin solucionar las verdaderas y graves dificultades planteadas al pa¨ªs.
Basta recordar que con el pretexto de ETA se ha negado hasta ahora el reconocimiento de los derechos nacionales del pueblo vasco; que con el pretexto de la seguridad ciudadana se considera casi ?terrorista? el formar piquetes de huelga; que con el pretexto del terrorismo se han aprobado leyes y medidas que recortan los derechos democr¨¢ticos, medidas qtre no han erradicado el terrorismo y que, sin embargo, est¨¢n convirtiendo la democracia, la Constituci¨®n, en papel mojado. Mientras, siguen aumentando los precios, el paro, las necesidades...
Pues bien, en el marco de esta estrategia es d¨®nde se sit¨²a la actualidad de la juventud y de las noticias que estos d¨ªas recoge la prensa. En efecto, en el pr¨®ximo verano y oto?o, UCD se apresta a tomar medidas contra los trabajadores (estatuto del trabajador), a aprobar la nuclearizaci¨®n del pa¨ªs (PEN), a restringir los derechos democr¨¢ticos a¨²n m¨¢s, a considerar criminal cualquier protesta (ley del C¨®digo Penal, y de Enjuiciamiento Criminal), a seguir subiendo los precios y a dejar que contin¨²e aumentando el paro. Para evitar que la sociedad se centre en estos problemas y se movilice, UCD necesita recrudecer toda su ?estrategia de tensi¨®n? en fechas pr¨®ximas. Recrudecimiento ¨ªntimamente unido a la ?cuesti¨®n juvenil?.
En efecto: hoy el problema de la seguridad ciudadana preocupa cada vez m¨¢s a un n¨²mero creciente de espa?oles, sobre todo en las grandes ciudades. El Gobierno de UCD, por pluma de Mart¨ªn Villa -en un art¨ªculo aparecido ,en Ya, el 28 de febrero- y por boca del actual ministro del Interior, se?or Ib¨¢?ez Freire -ante el Pleno del Congreso-, dice que la causa del clima de inseguridad ciudadana es el aumento de la delincincia, sobre todo juvenil.
A partir de aqu¨ª se desarrolla toda una ofensiva orientada a presentar, a trav¨¦s de TV, Prensa y Radio, a los j¨®venes como degenerados a los que hay que reprimir, y UCD solicita toda una serie de leyes que ?criminalizan? a amplios sectores de la juventud. ?C¨®mo puede entenderse, por ejemplo, que se fije la mayor¨ªa de edad penal en los quince a?os cuando en casi todos los pa¨ªses, est¨¢ en los dieciocho y veintiuno?
Sin embargo, el origen de la inseguridad ?no ser¨¢ el paro, causa de que miles de hombres no tengan qu¨¦ comer? ?No es la falta de cualquier tipo de medios e instalaciones en las ciudades que perinitan un ocio y tiempo libre activo a los j¨®venes? ?No es, muchas veces, la presencia provocadora de la polic¨ªa y las cargas que ¨¦sta realiza como el caso reciente de Malasa?a? ?No es la acci¨®n impune de grupos fascistas, cada d¨ªa m¨¢s ?incontrolados?? ?No es el profundo subdesarrollo y atraso de Andaluc¨ªa, Extremadura, de zonas enteras de nuestra geograf¨ªa?
Muchos de los delincuentes, muchos de los j¨®venes acusados de degenerados por UCD -la gran mayor¨ªa me atrevo a decir-, no son m¨¢s que v¨ªctimas de esta situaci¨®n, v¨ªctimas de un sistema que cierra todas las salidas a la juventud, que la condena al paro, a la marginaci¨®n m¨¢s absoluta; v¨ªctimas de un sistema en el que muchas veces hay que robar para comer; v¨ªctimas que querr¨ªan tener trabajo, estudios, medios..., pero que no los pueden alcanzar porque les son negados precisamente por UCD y el gran capital.
Al contrario de lo que dice UCD, para conseguir un mayor clima de seguridad no hay que perseguir y reprimir a los j¨®venes, (¨²ltimamente se acercan a 3.000 los detenidos semanalmente); ¨¦sto genera una mayor violencia ciudadana, una mayor insolaridad social, un enfrentamiento entre j¨®venes y mayores dentro de las mismas familias....
Un aut¨¦ntico clima de seguridad -lo que queremos todos los j¨®venes- ha de basarse en una erradicaci¨®n del paro, sobre todo del juvenil; en una mayor y mejor infraestructura de medios de ocio, en una mejor ense?anza, en una amplia formaci¨®n y difusi¨®n cultural; esto es precisamente lo que no hace UCD, sino todo lo contrario.
De hecho es UCD, y no la juventud, el aut¨¦ntico delincuente; es UCD, y no la juventud, quien genera la inseguridad ciudadana con la pol¨ªtica que practica; es UCD, y no la juventud, la responsable de lo que ocurre en nuestras ciudades y pueblos; es a UCD, en fin, a quien hay que exigir responsabilidades, a quien habr¨ªa que juzgar por su pol¨ªtica. Es m¨¢s: lo que est¨¢ en juego en estos d¨ªas no es si se captura a tal o cual delincuente, como dice UCD y alg¨²n otro partido, sino la misma democracia, de la que UCD, con su pol¨ªtica, est¨¢ expulsando a toda la juventud de nuestro pa¨ªs, sentando as¨ª las bases de ruptura entre los j¨®venes y el resto de la sociedad, como est¨¢ ocurriendo en otros pa¨ªses. Sin la juventud, la democracia en nuestro pa¨ªs habr¨ªd nacido muerta. UCD est¨¢ facilitando la lucha generacional en el mismo seno de las familias, entre j¨®venes y mayores; se est¨¢ poniendo en peligro, pues, no s¨®lo la democracia, sino la propia sociedad.
Por ello es responsabilidad de todos nosotros, de todos los que queremos una Espa?a democr¨¢tica y progresista, oponernos a los planes de UCD y defender a la juventud y a otras v¨ªctimas de su sistema, luchando todos unidos por el pan el trabajo y la libertad.
Secretar¨ªa general de la Joven Guardia Roja
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