Ante el holocausto de la PYME en Espa?a
Presidente de CEPYMELos empresarios espa?oles somos en un 99% titulares de peque?as y medianas empresas. Son las llamadas PYME, denominaci¨®n que va haciendo fortuna en el argot empresarial.
Los titulares de las PYME y los empresarios aut¨®nomos suman en Espa?a cerca de los dos millones, dando trabajo al 85% de la poblaci¨®n activa.
Los peque?os y medianos empresarios, cifras aparte, tienen caracter¨ªsticas muy definidas. Ante todo, son los empresarios por antonomasia. Son esos hombres que se lo juegan todo en su empresa. No s¨®lo en el momento de la creaci¨®n. A lo largo de toda la vida de la empresa se comprometen con sus bienes personales: la casa, el coche y la camisa que llevan puesta, avalando personalmente cada inversi¨®n o cada operaci¨®n comercial.
Por otra parte, se trata de hombres que conocen a los trabajadores de su empresa. Que en ocasiones comparten, vestidos con la misma ropa de trabajo, las actividades manuales de los obreros en el taller, en el peque?o comercio, etc¨¦tera. Esto produce un marco muy espec¨ªfico de relaciones laborales.
Pero es que, adem¨¢s, el tema de la PYME demuestra toda su relevancia a la luz, por no decir las tinieblas, de la actual crisis econ¨®mica internacional. En efecto, siguiendo las tesis econ¨®micas dominantes despu¨¦s de la guerra mundial, los Gobiernos se lanzan a una pol¨ªtica de promoci¨®n de concentraci¨®n de empresas, de fusiones, de facilidades para la instalaci¨®n con ventajas fiscales, y de otro tipo, de grandes tinglados empresariales. Esas tesis asocian la m¨¢xima eficacia a la mayor dimensi¨®n. Es la ¨¦poca del nacimiento de las grandes multinacionales.
Aunque no trato aqu¨ª de hacer cr¨ªtica de una. pol¨ªtica que pudo estar en muchos casos justificada, lo cierto es que al sobrevenir la crisis energ¨¦tica y el encarecimiento de unas materias primas hasta entonces abundantes y baratas, se puso de manifiesto, y en nuestro pa¨ªs hay ejemplos claros que, por una parte, muchas de aquellas grandes empresas eran gigantes con pies de barro. Naturalmente hab¨ªa otras causas para este derrumbamiento empresarial. Pero la crisis las hizo evidentes.
La peque?a empresa y la crisis
Sin embargo, por otra parte, se puso tambi¨¦n en evidencia que las peque?as y medianas empresas estaban en condiciones, por lo general, de soportar mejor el peso de la crisis. Y esto en funci¨®n de otra nota caracter¨ªstica de la PYME, su flexibilidad, su capacidad de adaptaci¨®n. Ello hizo que, sobre todo desde el a?o 1973, los Gobiernos y los Parlamentos de los pa¨ªses occidentales volvieran su vista hacia la PYME, bien creando comit¨¦s espec¨ªficos, como en la C¨¢mara de los Comunes, en el Reino Unido, bien a nivel del ejecutivo, creando la figura del secretarlo del Estado para la PYME, como en Francia, etc¨¦tera, y en todos los casos, estableciendo v¨ªnculos y creando organismos espec¨ªficos en relaci¨®n con las organizaciones de Peque?a y Mediana Empresa.
Naturalmente, este inter¨¦s no es s¨®lo econ¨®mico, la importancia del colectivo de peque?os y medianos empresarios a la hora de votar justifica una atenci¨®n especial.
Quiz¨¢ sea esta la caracter¨ªstica de la nueva situaci¨®n de la PYME. Hasta ahora el peque?o empresario ve¨ªa c¨®mo las grandes empresas constituidas en grupo de presi¨®n obten¨ªan toda clase de ventajas, a diferencia de lo que le suced¨ªa a ¨¦l y muchas veces a su costa (canales privilegiados de cr¨¦dito, protecciones arancelarias, etc¨¦tera). Ante esta situaci¨®n, nada pod¨ªa hacer, Estaba inerme.
Pero he aqu¨ª que, sobre todo de unos treinta a?os a esta parte, toma conciencia de que tambi¨¦n ¨¦l puede constituirse en grupo de presi¨®n y decide asociarse en organizaciones independientes que llegan a sumar en poco tiempo cientos de miles de asociados como la CGPME francesa, con 1.400.000 afiliados; la CEPYME espa?ola, con cerca de 600.000 empresarios, etc¨¦tera.
Estas patronales han adquirido ese desarrollo como consecuencia de un hecho por otra parte natural. Cuando grandes y peque?as empresas conviv¨ªan en una ¨²nica organizaci¨®n, siempre se impon¨ªan los intereses de los grandes desde el momento en que sus titulares, por mayor preparaci¨®n y capacidad para liberar hombres, eran las cabezas de serie de todas las representaciones sectoriales. Ahora, sin embargo, saben que sus representantes son, como ellos, peque?os y medianos empresarios con los mismos problemas. Y saben tambi¨¦n que si los grandes empresarios tienen el poder que les da el control de los grandes medios y recursos econ¨®micos, los peque?os tienen el poder del n¨²mero.
La CEPYME ante la situaci¨®n actual
En el momento actual la Confederaci¨®n Espa?ola de la Peque?a y Mediana Empresa ve totalmente justificada su existencia ante los peligros que se ciernen sobre esos dos millones de empresarios aut¨®nomos, peque?os y medianos.
La falta de sensibilidad de las fuerzas econ¨®micas y sociales est¨¢ poniendo en peligro nuestra principal virtud: la flexibilidad. En efecto, a trav¨¦s de maniobras que hacen posibles convenios colectivos ¨²nicos en donde pueden estar bajo una misma norma una gran empresa del estilo de Explosivos R¨ªo Tinto y un fabricante de tapones de pl¨¢stico o una droguer¨ªa, que producen la misma rigidez en las plantillas, en los horarios, en la forma de contrataci¨®n, en las relaciones laborales, etc¨¦tera, podemos cargarnos esta preciosa pieza de la econom¨ªa espa?ola llamada PYME.
Si a esto a?adimos las tribulaciones de un empresario que cada vez se le hace m¨¢s dif¨ªcil hacer frente a sus impuestos, a la Seguridad Social, etc¨¦tera. Que no puede renovarse tecnol¨®gicamente porque, de una parte, la pol¨ªtica de rentas se est¨¢ cargando los excedentes empresariales, y, por otra, ha desaparecido pr¨¢cticamente en nuestro pa¨ªs el poqu¨ªsimo cr¨¦dito a medio y largo plazo que hab¨ªa. Podemos asegurar que en Espa?a se est¨¢ produciendo algo que es mucho peor que las quiebras de m¨²ltiples empresas. Se est¨¢ produciendo, y esto es grav¨ªsimo, un verdadero holocausto de vocaciones empresariales.
CEPYME est¨¢ tratando de llegar a un acuerdo interconfederal con CCOO, con UGT y con USO. Est¨¢ buscando un pacto que suponga no s¨®lo un acuerdo para el a?o actual, sino para los pr¨®ximos cuatro o cinco a?os, que de al empresario perspectiva suficiente para resucitar el ¨¢nimo inversor, ¨²nica fuente sana de puestos de trabajo. Y apela al sentido de responsabilidad de las fuerzas sindicales para que no suceda lo que est¨¢ sucediendo. Que cuando muere una empresa en Espa?a, muere el empresario y varias generaciones potenciales a partir de ¨¦l. Que incluso la fuente principal de vocaciones empresariales que se produc¨ªan desde el mundo del trabajo, con la emancipaci¨®n de obreros que se independizaban, se est¨¢ secando.
CEPYME est¨¢ convencida de la absoluta necesidad de que las fuerzas en juego, sin exclusiones, se pongan de acuerdo para sacar la econom¨ªa del pa¨ªs adelante.
Necesidad del pacto social
Para ello no basta un acuerdo CEOE-UGT, acuerdo que aplaudimos en cuanto que supone la puesta en marcha de un necesario di¨¢logo entre una parte de las partes. Como tampoco ser¨ªa suficiente un acuerdo CEPYME - CCOO, aunque aqu¨¦lla represente al colectivo de las PYME espa?olas y CCOO sea la primera central sindical del pa¨ªs con especial implantaci¨®n en la PYME nacional. No s¨®lo debemos negociar todos, sino todos en la misma mesa y en iguales condiciones.
Tan peligroso ser¨ªa que CCOO quedara fuera de esa mesa como que CEPYME, voz de la mayor¨ªa de los empresarios espa?oles, quedara marginada, como repetidamente se ha intentado, en aras de una pretendida unidad que se ha confundido con el monopolio.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.