La belleza de lo aut¨¦ntico
Girl friends es una pel¨ªcula humilde; de medios y de intenciones. La regla primera del artista es conocer su material, sus herramientas, al menos si el equilibrio se cuenta entre sus aspiraciones, y Claudia Weill los domina. Y es por ello que su pel¨ªcula constituye un logro absoluto en un terreno ciertamente dif¨ªcil, en unas arenas movedizas entre dos g¨¦neros recientemente desprestigiados, por abuso de los que los practican o por hast¨ªo de quienes los sufren, esa no es la cuesti¨®n. Claudia Weill ha evitado la obsesi¨®n del psicologismo que siempre acaba por estrellarse contra la epidermis del personaje a base de querer ampliar m¨¢s y m¨¢s el primer plano y con la abstracci¨®n que supone extraer los di¨¢logos de los manuales de divulgaci¨®n psiqui¨¢trica. Tambi¨¦n ha evitado el naturalismo de la cotidianidad, el f¨¢cil recurso al plano general y las improvisaciones sin otro fundamento que la ausencia de ideas y donde los gui?os c¨®mplices sustituyen al ingenio.Claudia Weill ha hecho una pel¨ªcula en plano medio. Y esto de la distancia es m¨¢s importante de lo que parece -que le pregunten a Hawks- porque, al igual que Susan, la fot¨®grafa protagonista, Claudia Weill gusta de guardar una cierta distancia con respecto a sus personajes, por respeto, por pudor, por honestidad, por est¨¦tica.
Las amigas (Girl friends)
Dirigida y producida por Claudia Weill. Escrita por Vicki Polon, sobre una historia de Claudia Weill y Vicki Polon. Fotograf¨ªa: Fred Murphy. M¨²sica: Michael Small. Int¨¦rpretes: Melanie Mayron, Anita Skinner, Eli Wallach, Christopher Guesi, Bob Balaban, Gina Rogak, Amy Wrighty Viveca Lindfords. Norteamericana, 1978. Local de estreno: Azul.
Al hablar de Girl friends se han citado como referencias m¨¢s inmediatas a Bergman, Allen, Mazursky... A quien m¨¢s me ha recordado esta pel¨ªcula es al Jacques Doillon de La femme qui pleure, tanto por la historia como por la mirada. Girl friends es una pel¨ªcula tan profunda (?) como pueda ser la vida, realizada por alguien que sabe que intentar profundizar m¨¢s de la cuenta supone otra forma de ficci¨®n, enfermiza. Pel¨ªcula sin principio ni fin en el sentido convencional. Peque?os fragmentos de la existencia de una joven fot¨®grafa a lo largo de dos a?os de su vida, de esa chica fea -personaje secundario habitualmente- cuya misi¨®n hasta ahora no era otra que la de escuchar las historias de sus amigas, historia de un personaje que poco a poco conquista su protagonismo, historia de una afirmaci¨®n personal narrada con precisi¨®n y sin demagogia de ning¨²n tipo, con un admirable dominio del retrato y del ambiente, con una direcci¨®n de actores perfecta y con un eficaz pero invisible sentido del tiempo.
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