M¨¢s aburrimiento
La ¨²ltima sesi¨®n de la pasada tanda se parecido como una gota de agua a otra, a sus inmediatas precedentes en el ciclo semanal, ya que con la ¨²nica excepci¨®n de la reuni¨®n inicial, donde los que entraron en el anterior movimiento alcista, justificado por el acuerdo sobre el Estatuto vasco, intentaban crear un clima favorable que les permitiese realizar las posiciones tomadas con clara intenci¨®n especulativa, las dem¨¢s jornadas se mostraban francamente parcas en volumen de negocio, asistencia de p¨²blico y, sobre todo, deseos compradores.As¨ª nos hemos enfrentado a una mon¨®tona sesi¨®n en la que los voceos con que los operadores suelen anunciar sus posiciones, no pasaba de ser un breve murmullo, y el proceso de confecci¨®n de los cambios se realizaba mediante simples f¨®rmulas de acuerdo entre el escaso dinero,. y el papel deseoso de hallar contrapartida, sin importarle excesivamente el precio.
Con el mercado sumido en este desesperante letargo , que algunos califican de veraniego, pero que hay quien llega a definir como propio de la situaci¨®n actual del mercado, la capacidad de reacci¨®n resulta pr¨¢cticamente un fen¨®meno olvidado, ante la certeza de que el llamado dinero de provincias no acudir¨¢ en apoyo de las opciones m¨¢s optimistas contribuyendo a consolidar las mejoras registradas, y as¨ª noticias como la declaraci¨®n del fin provisional de la lucha armada, por parte de ETA pol¨ªtico-militar, no obtienen ninguna respuesta por parte de los especialistas.
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