La vitalidad de Joan Mir¨® sorprende a la cr¨ªtica francesa
La vitalidad de Joan Mir¨®, que protagoniza estos d¨ªas una gran muestra antol¨®gica en Saint Paul de Vence, ha sorprendido, una vez m¨¢s, a la cr¨ªtica francesa, que ha comentado con entusiasmo la citada muestra, realizada poco despu¨¦s de que el artista catal¨¢n cumpliera los 85 a?os de edad.
Francia multiplica los festejos en honor del pintor catal¨¢n Joan Mir¨®, que cumpli¨® los 85 a?os recientemente. Entonces el Museo de Arte Moderno de la Villa de Par¨ªs ofreci¨® una monumental exposici¨®n retrospectiva. Entonces, contratiempos de salud no le permitieron asistir al acto inaugural, como tampoco pudo hacerlo cuando el ministro de Cultura, Jean Philippe Lecat, pronunci¨® un elogio del artista delante de la escultura que desde entonces humaniza a duras penas el conjunto m¨¢s o menos monstruoso de la urbanizaci¨®n bur¨®crata de La Defense parisiense. La semana pasada, por el contrario, el se?or Mir¨® estuvo en Saint Paul de Vence, pueblo de la Costa Azul francesa frecuentado por la decadente rep¨²blica de las artes y las letras y por la no menos decadente rep¨²blica de todos los snobismos.Todo lo dicho no quiere decir nada a favor, ni en contra, de la exposici¨®n de cerca de cuatrocientas obras de Joan Mir¨® que, desde hace ya, m¨¢s de una semana, expone la Fundaci¨®n Maeght, en Saint Paul de Vence: pinturas, guaches, un centenar de dibujos, esculturas de los ¨²ltimos veinte a?os, cer¨¢micas, grabados, etc¨¦tera, constituyen una de las manifestaciones culturales vedettes del verano art¨ªstico en esta regi¨®n. No lejos de Saint Paul de Vence, pintoresco lugar (iglesia del siglo XIII) que figura en las gu¨ªas y diccionarios como centro de descanso y art¨ªstico, se encuentra Avignon, capital del teatro mundial desde que, hace veinte a?os, el fallecido Jean Vilar puso en marcha el c¨¦lebre festival, que, por estas fechas precisamente, est¨¢ en pleno apogeo.
La cr¨ªtica francesa se ha extasiado, una vez m¨¢s, ante la nueva manifestaci¨®n de la producci¨®n abundante y variada del pintor catal¨¢n, del que admira su vitalidad y exalta su estrella, cada d¨ªa que pasa, m¨¢s internacionalista: dentro de algunos meses, en efecto, el pintor ir¨¢ a Estados Unidos para ver su tapicer¨ªa monumental colocada en el hall del East Building, de la National Gallery de Washington. Despu¨¦s se trasladar¨¢ a Nueva York para ver otra enorme tapicer¨ªa suya, en una de las torres del World Trade Center. En Italia (concretamente en Florencia) celebrar¨¢ su primera exposici¨®n importante e incluso se piensa que desear¨ªa presentarla en China.
Sobre la apreciaci¨®n casi esot¨¦rico-comercial de la cr¨ªtica francesa sobre la obra de Mir¨®, baste un retazo de lo que escrib¨ªa d¨ªas pasados el diario Le Monde: ?El arte de Mir¨® enga?a a sus admiradores. Ese arte parece veloz como un rayo, como una explosi¨®n de manchas desperdigadas que siguen su fuerza cin¨¦tica interna. En apariencia, una fuerza volc¨¢nica se libera, pero, en realidad, Mir¨® pinta lentamente. Lenta es la l¨ªnea de la que los cuatro cruces forman una estrella en un cielo completamente azul.?
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