Las ayudas econ¨®micas de la televisi¨®n alemana, no solucionan plenamente la crisis del cine
Se revisar¨¢ el actual convenio entre ambos medios
Directores del llamado ?nuevo cine alem¨¢n?, tales como Rainer Werner Fassbinder, Alexander Kluge, Volker Schlondorff y Werner Herzog, han dirigido pel¨ªculas producidas por las distintas cadenas de la televisi¨®n alemana, porque existe un convenio entre la industria cinematogr¨¢fica y la televisi¨®n, de entendimiento y colaboraci¨®n mutuas, para ofrecer al televidente programas de mayor calidad, seg¨²n explica nuestro corresponsal , desde Bonn, quien en este cap¨ªtulo cierra, por ahora, el debate sobre las ayudas de la televisi¨®n a la producci¨®n de cine.
La ley federal de 1978 para la protecci¨®n de la industria cinematogr¨¢fica dejaba dos cuestiones al descubierto: ?Debe quedar subordinada definitivamente esta industria al poderoso mecanismo monopolista de la televisi¨®n? ?Entra?a o no riesgos el creciente ?mecenazgo? televisivo respecto de la industria cinematogr¨¢fica?El pr¨®ximo 31 de diciembre termina el convenio actual de coordinaci¨®n suscrito a finales de 1977 y en vigor desde el d¨ªa 1 de enero de 1978. El objetivo de este acuerdo era, a grandes rasgos, ofrecer a los televidentes alemanes programas de mayor calidad, realizados algunos de ellos, los m¨¢s caros, en r¨¦gimen de coproducci¨®n. La revisi¨®n de cuentas y el an¨¢lisis de conjunto dir¨¢, a finales de este a?o, si este objetivo se ha logrado plenamente o s¨®lo en parte.
Este acuerdo apuntaba especialmente a la producci¨®n de grandes pel¨ªculas. Con ello se trataba de aplicar extensivamente el llamado ?acuerdo film-TV, de noviembre de 1974, por el que la industria cinematogr¨¢fica y la televisi¨®n iniciaban una colaboraci¨®n a veces muy dif¨ªcil.
Desde finales de 1974 a primeros de 1979, las emisoras de radiotelevisi¨®n han invertido en la Rep¨²blica Federal m¨¢s de 34 millones de marcos (unos 1.224.000.000 de pesetas) en coproducciones cinematogr¨¢ficas. Las productoras de pel¨ªculas aportaron a su vez como m¨ªnimo el 25% de los costos de producci¨®n. Los centros emisores de televisi¨®n se comprometieron en un principio a garantizar un per¨ªodo de veinticuatro meses para que los filmes pudiesen ofrecerse a los espectadores en las salas de proyecci¨®n, antes de pasar a la peque?a pantalla.
Las producciones conjuntas se acuerdan en una ?comisi¨®n de los ocho?, integrada por representantes de las distintas cadenas de televisi¨®n con capacidad econ¨®mica y de decisi¨®n. Desde que se firm¨® el acuerdo de 1974, hasta finales de 1978 (faltan a¨²n datos compendiados de 1977), se han producido 45 pel¨ªculas en r¨¦gimen de cooperaci¨®n entre una emisora de televisi¨®n y una productora cinematogr¨¢fica.
Como nota complementaria debemos recordar que en la Rep¨²blica Federal de Alemania no existe en r¨¦gimen de control privado ninguna emisora de radio ni de televisi¨®n, y que todas ellas, por decisi¨®n estatal, est¨¢n constituidas como ?medios de difusi¨®n de inter¨¦s p¨²blico?, financiados mayoritariamente por la aportaci¨®n de fondos derivados de los impuestos. Aunque el Gobierno y los partidos suelen presionar sobre los dos principales canales de la televisi¨®n federal, el efecto no puede atribuirse a una clara intromisi¨®n de los poderes p¨²blicos.
Volviendo al tema de la financiaci¨®n, el presupuesto disponible para todos los centros de radio y televisi¨®n alemanes provenientes de las tasas fiscales se calcul¨® para 1979 en 3.100 millones de marcos (111.600.000.000 de pesetas), lo que, sumado el volumen proveniente de la publicidad (el minuto m¨¢s caro cuesta 67.000 marcos (2.412.000 pesetas), la ZDF espera recaudar por este concepto, durante 1979, m¨¢s de 395 millones (14.220 millones de pesetas) y la ARD otros 375.
Estas condiciones econ¨®micas permiten a los centros de radiotelevisi¨®n el lanzarse a la aventura de la producci¨®n y coproducci¨®n de pel¨ªculas sin que el hombre de la calle tema estar recibiendo ?mensajes subliminares? de un Gobierno concreto. La descentralizaci¨®n de la televisi¨®n alemana y la intangibilidad por el Gobierno lo garantiza suficientemente.
El ciudadano s¨®lo abona por este servicio trece marcos mensuales (468 pesetas) a t¨ªtulo de impuesto, lo que significa, globalmente, el 60% del presupuesto general de la radiotelevisi¨®n federal.
Con vistas a la reforma convenio cine-radiotelevisi¨®n de 1978 se ha sugerido la conveniencia de asistir a la industria cinematogr¨¢fica retirando de la programaci¨®n televisiva de los domingos todas las pel¨ªculas de largometraje y abonando 20.000 marcos (unas 720.000 pesetas) porcada emisi¨®n de pel¨ªculas largas en los d¨ªas laborables.
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