Tempestad pol¨ªtica en Washington por la entrevista del embajador Young con un delegado de la OLP
La entrevista celebrada a finales de julio entre el embajador norteamericano en las Naciones Unidas, Andrew Young, y un representante de la Organizaci¨®n para la Liberaci¨®n de Palestina (OLP) ha provocado una tempestad pol¨ªtica en Washington, una protesta diplom¨¢tica de Israel y, por el momento, una reprimenda p¨²blica del Departamento de Estado al embajador Young.
El extrovertido embajador, un antiguo l¨ªder del movimiento de los derechos civiles y amigo personal del presidente Carter, se encuentra de nuevo en una situaci¨®n delicada; pero en esta ocasi¨®n no por sus declaraciones p¨²blicas, sino por haber mantenido una entrevista que quer¨ªa guardar en el m¨¢s absoluto secreto.Young se reuni¨® durante media hora, el pasado 26 de julio, con el observador de la OLP en las Naciones Unidas, Zehdi Labib Terzi, para discutir el aplazamiento de una votaci¨®n sobre la cuesti¨®n palestina en el Consejo de Seguridad. La entrevista tuvo lugar en Nueva York, en el apartamento del embajador de Kuwait ante la ONU, Abdula Yoccoub Bishara, y su existencia se mantuvo en secreto hasta que alguien, presumiblemente fuentes israel¨ªes, lo filtr¨® a la prensa norteamericana.
Pero lo que puede causar serias dificultades a Young no es tanto que se entrevistara con un representante de la OLP, rompiendo la postura oficial norteamericana hacia esta organizaci¨®n, sino el que dijera en un primer momento que el encuentro con Terzi fue casual y que se limit¨® a un mero intercambio de saludos formales. Esta fue la versi¨®n facilitada el lunes por el portavoz del Departamento de Estado, Tom Resto, que neg¨® cualquier ?discusi¨®n sustancial? entre Young y Terzi, insistiendo en lo accidental del encuentro.
"No ment¨ª"
Andrew Young reconoci¨® el martes la verdad, colocando de nuevo en situaci¨®n embarazosa al Departamento de Estado, que tuvo que desmentirse, pero defendi¨® su actuaci¨®n diciendo que lo hizo porque pens¨® que era lo m¨¢s conveniente para, los intereses de su pa¨ªs, de Israel y de los ¨¢rabes. En cuanto a la primera versi¨®n faciIitada por ¨¦l de la entrevista, Young dijo: ?No ment¨ª. Simplemente no dije toda la verdad.?
El antiguo colaborador de Martin Luther King pretende haberse comportado como un ?embajador inteligente?, y as¨ª parece desprenderse de los hechos. Young consigui¨® en la entrevista con el representante de la OLP lo que quer¨ªa el Departamento de Estado: que se aplazara, hasta finales de agosto, una votaci¨®n en el Consejo de Seguridad de una resoluci¨®n sobre la cuesti¨®n palestina que hubiera sido vetada sin duda por Washington.
Pero la protesta diplom¨¢tica de Israel no se hizo esperar, y se produjo en t¨¦rminos muy duros, incluida la amenaza de abandonar las actuales conversaciones sobre la autonom¨ªa palestina en los territorios ocupados. El Gobierno israel¨ª recuerda el compromiso contra¨ªdo en 1975 por Henry Kissinger de que Estados Unidos no reconocer¨¢ ni negociar¨¢ con la OLP hasta que esta organizaci¨®n admita el derecho a la existencia del Estado jud¨ªo y las resoluciones 242 y 338 del Consejo de Seguridad de la ONU.
Mientras el Departamento de Estado aseguraba ayer que ?este incidente no supone una modificaci¨®n de nuestra pol¨ªtica hacia la OLP?, se confirmaban los contactos mantenidos en Viena por el embajador norteamericano, Wolfe, con otro representante de la OLP, a mediados de junio. El portavoz del Departamento reconoci¨® ayer la existencia de esos contactos, pero no desautoriz¨® al embajador en Viena.
Silencio de la Casa Blanca
Sin embargo, Young recibi¨® una reprimenda de Cyrus Vance, mientras la Casa Blanca guardaba silencio. Aparte de sus v¨ªnculos personales con Young, el presidente Carter necesita al pol¨¦mico embajador de cara a los votantes negros de 1980. Pero tampoco puede permitir que la oposici¨®n conservadora le acuse de ?tolerar? demasiadas cosas a Andrew Young. Y mucho menos de cambiar su pol¨ªtica hacia la OLP, en detrimento de Israel.
Andrew Young sobrevivi¨® la ?purga? efectuada por Carter en su Gobierno a finales de julio y ha sobrevivido tambi¨¦n a otros esc¨¢ndalos, como su afirmaci¨®n de que Gran Breta?a era un ?pa¨ªs racista?, su calificativo de ?santo? al ayatollah Jomeini o su afirmaci¨®n de que hay ?centenares, quiz¨¢ millares? de presos pol¨ªticos en Estados Unidos.
En esta ocasi¨®n, nadie aventura un pron¨®stico sobre el futuro del joven embajador. El Departamento de Estado reconoci¨® ayer que es un ?capaz representante de Estados Unidos?, pero censur¨® su asistencia sin autorizaci¨®n a una entrevista con un miembro de la OLP, violando la pol¨ªtica oficial norteamericana, y sobre todo lo que facilitara una versi¨®n falsa de lo ocurrido. La Casa Blanca dijo que los puntos de vista del presidente sobre Young eran los mismos que los del Departamento de Estado y por el momento guarda silencio.
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