El homenaje a Blas de Otero
Aun sabiendo que no van a ser pocas las cartas que reciban contestando a la provocaci¨®n de Juan A. Portela, quiero hacerme part¨ªcipe de una de ellas.No dudo en ning¨²n momento que el se?or Portela tuviese relaciones personales con Blas de Otero, pero s¨ª dudo, y casi me atrevo a afirmar, que no lo ha le¨ªdo, y si lo ha hecho, pronto lo ha olvidado.
Hermanos, camaradas, amigos, yo s¨®lo quiero cantar/ vuestras penas y alegr¨ªas, I porque elmundo me ha ense?ado / que las vuestras son las m¨ªas. / Que no quiero yo ser famoso, / a ver si ten¨¦is cuidado / en la manera de hablar; / yo no quiero ser famoso, I que quiero ser popular.
Esto, se?or Portela, no lo he escrito yo, como todos saben, pero usted podr¨ªa ir comprando alg¨²n libro publicado de poes¨ªas y saber a qui¨¦n pertenecen estos versos.
A ver si tiene cuidado con su manera de se?alar, porque ese desenvuelto presentador -si no recuerdo mal- era el mismo que quiso organizar el homenaje en el Centro Cultural, y como conoc¨ªa los sentimientos de tan gran poeta, no los de usted, les pareci¨® mejor a ¨¦l y a todos los que se adhirieron al homenaje, el celebrarlo donde fuese la inmensa mayor¨ªa; que, en aquel recinto, ni en el que, seg¨²n dice usted, y que yo no conozco, ofreci¨® el Ateneo (qui¨¦n maneja el Ateneo, no me interesa).
Creo que confunde homenaje p¨®stumo a Blas de Otero con funeral familiar. Blas de Otero era de todos, no de los que se consideraban ?¨ªntimos?.
?La masa alborotadora?, como usted dice (que a m¨ª no se me ocurrirla juzgar de esta manera despectiva unas expresiones populares), se port¨®, nos portamos como sabemos portamos. Yo no entend¨ª que se hiciera repetir al cantante, sino la canci¨®n, la canci¨®n de Blas de Otero.
Usted, se?or Portela, vuelvo a decirlo, tiene mala memoria, se le olvid¨® mencionar el silencio que la ?masa alborotadora? sostuvo cuando se cant¨® Campo de amor, y el homenaje tan conmovedor que le hicieron encendiendo una llamita, la inmensa mayor¨ªa, esto, para m¨ª, fue rec¨ªproco, porque esa llamita ya nos la hab¨ªa encendido Blas de Otero en los versos que nos llegaban de Ruedo Ib¨¦rico, que, aunque algunos no lo crean, ¨¦ramos muchos los que los ten¨ªamos.
S¨®lo estoy de acuerdo con usted en una cosa: en que son una cursilada los jardines de Col¨®n (y esto tambi¨¦n es meter pol¨ªtica), y quisiera que usted estuviese de acuerdo conmigo. Gracias a la celebraci¨®n del homenaje en la plaza de toros, se ha despertado para pedir una suscripci¨®n popular ?a una masa alborotadora?.
No creo que nadie le impida celebrar actos ?¨ªntimos?. Y puede tener la completa seguridad de que yo se lo aplaudir¨ªa.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.