Una colonia infantil de vacaciones en Villablino
Desde hace unos d¨ªas, una colonia escolar de veinte ni?os de Madrid y cinco de Le¨®n est¨¢n pasando tres semanas de vacaciones en Villablino.?Cu¨¢l es la especial significaci¨®n que tiene un suceso que aparentemente al menos es tan semejante a otros tan frecuentes y repetidos? La contestaci¨®n es la siguiente:
Esta colonia ha sido promovida y est¨¢ dirigida por la Agrupaci¨®n de Antiguos Alumnos de la Instituci¨®n Libre de Ense?anza y por la Fundaci¨®n F. Giner de los R¨ªos, y ha sido acogida en su escuela de Villablino por la Fundaci¨®n Sierra Pambley, de Le¨®n.
Esta explicaci¨®n tan clara y sencilla tiene, sin embargo, unas resonancias que interesa analizar.
Dediquemos unas palabras a la Instituci¨®n. Se constituye en 1876 y alrededor de una modesta escuela se congrega un grupo de hombres de diversa formaci¨®n, pero unidos por el prop¨®sito, preocupaci¨®n y el af¨¢n de mejorar a los espa?oles, mediante la educaci¨®n y el saber, por afincar en ellos el respeto a la verdad y el respeto a las ideas de los dem¨¢s; por aficionarles a la limpieza y a los buenos modales, por despertarles el gusto de las bellas artes, por hacerles sentir la naturaleza y el campo, darles a conocer los pueblos, las ciudades, sus monumentos y sus costumbres; a ser capaces de admirar y de criticar objetivamente al extranjero, y de cuidar al ni?o y al joven, ense?¨¢ndoles a estudiar y a jugar, sin enga?o ni trampa, a sentir con seriedad el deber de trabajar y con alegr¨ªa el goce de la vacaci¨®n...
Pero es que, adem¨¢s de toda esta labor de significaci¨®n tan importante, la Instituci¨®n y los hombres que en ella se forman y que sirven sus principios y prop¨®sitos, de manera m¨¢s o menos directa, pero en todo caso inspirada por ella, forman el Centro de Estudios Hist¨®ricos, la Residencia de Estudiantes, el Instituto de Investigaciones Cient¨ªficas, los cursos de verano para extranjeros y quiz¨¢ lo m¨¢s importante, que fue la Junta de Ampliaci¨®n de Estudios, la que, a trav¨¦s de las becas para estudios en el extranjero, fue formando el profesorado que sirvi¨® en forma principal a la renovaci¨®n y al mejoramiento de la Universidad espa?ola.
Y ahora, para no perder el ovillo, tengo que coger el hilo y referirme a la colonia de vacaciones que por primera vez en Espa?a, en el a?o 1885 (?), organiza la Instituci¨®n con sus alumnos y durante cincuenta a?os la mantiene en la sierra y en San Vicente de la Barquera, que la guerra civil interrumpe porque la Instituci¨®n y los hombres que a ella le dieron su trabajo son declarados, con rigurosa verdad en este caso, contrarios a los prop¨®sitos y m¨®viles del ?Movimiento?, que por consiguiente decreta su ?desaparici¨®n? y la incautaci¨®n de sus bienes.
En 1976, un grupo de supervivientes de la Instituci¨®n, ante el afortunado cambio pol¨ªtico del pa¨ªs, pedimos la anulaci¨®n de las disposiciones dictadas en 1936, y as¨ª se declar¨® en el decreto del Ministerio de Educaci¨®n de 20 de junio de 1977, en el que se ordena asimismo la devoluci¨®n de los bienes a la Fundaci¨®n Giner de los R¨ªos. (Sin iron¨ªa alguna, debo decir que, pese a los buenos deseos de las altas autoridades del Gobierno, tal devoluci¨®n no se ha podido realizar porque el estado de ruina de los inmuebles no nos permite recib¨ªrlos.)
Y vamos ahora a dar una breve explicaci¨®n del otro part¨ªcipe en la colonia, que es la Fundaci¨®n Sierra Pambley. Su vinculaci¨®n con la Instituci¨®n es anterior a su propio nacimiento. Cuenta el se?or Coss¨ªo el viaje que en 1886 hizo con el futuro fundador don Francisco Fern¨¢ndez Blanco, su ¨ªntimo amigo y paisano, don Gumersindo de Azc¨¢rate, y con don Francisco Giner: desde Le¨®n, en un coche de caballos, recorren el camino hasta cerca de Villablino -noventa kil¨®metros-, donde llegan a pie y donde permanecen cuatro d¨ªas alrededor de la chimenea de la casa de don Paco; cuando regresan ha quedado definido lo que m¨¢s conven¨ªa hacer en servicio de aquel valle de Laciana y la manera de hacerlo; al poco tiempo se abr¨ªa una escuela en donde se establece adem¨¢s una ense?anza relacionada con la leche, su aprovechamiento, su comercializaci¨®n: muchos alumnos de aquella escuela supieron aprovechar lo que aprendieron y promovieron empresas que sirvieron al desarrollo de toda la comarca. M¨¢s tarde, don Paco, inspirado por la Escuela de Villablino, establece una escuela en Hospital de Orbigo, para preparaci¨®n de ense?anzas agr¨ªcolas, y otra en Le¨®n, para preparar mec¨¢nicos y carpinteros. As¨ª sirvi¨® a su provincia aquel benem¨¦rito leon¨¦s, que ser¨ªa una herencia ligada a los tiempos de la Ilustraci¨®n del siglo XVIII, que cre¨ªa en el deber de servir a la educaci¨®n y quiso recibir el consejo permanente de los hombres de la Instituci¨®n design¨¢ndoles miembros del Patronato de su Fundaci¨®n.
La guerra civil no paraliza su acci¨®n, pero sus autoridades destituyen y separan a los patronos porque son notoriamente enemigos del Movimiento y designan otros sobre cuya actuaci¨®n no hago observaci¨®n alguna; lo que s¨ª debo subrayar es la forma arbitraria y abusiva como las autoridades procedieron, incurriendo en la grave responsabilidad de no acatar ni respetar la voluntad del fundador. Hoy, como consecuencia de una petici¨®n que presentamos en 1977, el Ministerio de Educaci¨®n, con acierto y en raz¨®n a la estrecha vinculaci¨®n de la Fundaci¨®n Sierra Pambley con la Fundaci¨®n Giner, confi¨® a ¨¦sta provisionalmente la designaci¨®n de los patronos que estamos actuando.
Volvamos antes de terminar al principio de esta larga exposici¨®n, declaremos que Espa?a es hoy mejor porque son muchas las cosas grandes que sirven a nuestra libertad y a nuestra dignidad -las Cortes, el Gobierno responsable, la Constituci¨®n-, pero tambi¨¦n lo es porque estas dos fundaciones, por ejemplo, y en su medida, viven hoy con el respeto p¨²blico y honradas por sus antecedentes y por las labores que cumplieron, y por todo ello, hoy sienten el deber de poner su parte, su peque?a parte, en servicio de los espa?oles, y as¨ª iremos haciendo lo que podamos y con quienes quieran ayudamos, y las tareas a cumplir ser¨¢n definidas libres de todo mimetismo hacia el pasado, pero de acuerdo con todas las ilusiones y los afanes que empujaron aquellas labores viejas alrededor de otra ?chimenea?; a la manera de aquellos cuatro insignes y ejemplares espa?oles, fijaremos los objetivos y los caminos: esta peque?a colonia de vacaciones de Villablino es nuestro primer peque?o paso que todos lo hemos dado con la segura esperanza de que servir¨¢ algo al ?nuevo florecer de Espa?a?.
Hoy, quiz¨¢ m¨¢s que nunca, necesitamos que cada uno de su peque?o paso y haga su peque?a aportaci¨®n, ¨¦sa que solamente nuestra conciencia nos lo pide calladamente y que consiste, nada m¨¢s y nada menos, que en hacer un poco mejor su trabajo, y dar un poco m¨¢s y ayudar al pr¨®jimo, y ganar un poco m¨¢s de buen ¨¢nimo y de saber, para en definitiva, servir mejor a todos y vivir cada uno con mayor esperanza y con mejor alegr¨ªa.
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