Punto muerto en los intentos negociadores entre Rabat y Argel

El rechazo indirecto de Argelia a las ofertas de entendimiento formuladas por el rey de Marruecos en su conferencia de prensa del pasado 19 de agosto coloca al rey Hassan en una situaci¨®n dif¨ªcil y agota quiz¨¢ su ¨²ltima carta en sus intentos negociadores.

En la citada. conferencia de prensa, el soberano alauita, a la par que adopt¨® una actitud moderada con respecto a Argelia, atribuyendo la responsabilidad principal por la tensi¨®n en el Sahara, primero, a los libios y, luego, al ?aparato de desestabilizaci¨®n cubano?, hab¨ªa ofrecido a Argelia no s¨®lo solucionar definitivamente el problema de las fonteras entre los dos pa¨ªses, sino tambi¨¦n permitir a Argel ?dos, tres o m¨¢s puertos sobre el Atl¨¢ntico?.

Esta puerta abierta dejada a la negociaci¨®n, junto a las mediaciones emprendidas por pa¨ªses ¨¢rabes moderados, como Arabia Saud¨ª, Kuwait y Jordania, y la m¨¢s reciente de la Liga Arabe, hicieron pensar probablemente al soberano marroqu¨ª que las posibilidades de un encuentro con el presidente argelino Chadly Benjedid no estaban totalmente agotadas.

En el an¨¢lisis que hace de la situaci¨®n interna en Argelia, la prensa marroqu¨ª se diferencia entre el presidente Chadly, a quien se considera un moderado y probablemente predispuesto favorablemente a un encuentro con Hassan II, y el sector calificado de prolibio, representado principalmente por el aparato del FLN argelino y su secretario general, coronel Yahiaui.

Hasta el presente, la prensa marroqu¨ª ha tenido especial cuidado en mantener esta distinci¨®n. La posici¨®n adoptada ayer por el Gobierno argelino y su decisi¨®n de no aceptar esta invitaci¨®n marroqu¨ª traen a la memoria las palabras del propio Hassan II, seg¨²n las cuales dentro de mes o mes y medio estar¨ªa en condiciones de indicar si el conflicto actual se encaminaba hacia la paz o hacia la guerra.

El Polisario agudiza la situaci¨®n

De momento, las posibilidades de una negociaci¨®n con Argelia, en la cual los marroqu¨ªes colocaban todas sus esperanzas de soluci¨®n, parecen cerradas y no se ve qu¨¦ otra alternativa pudiera quedar al rey Hassan II. Junto a este bloqueo, el ej¨¦rcito marroqu¨ª, cada vez m¨¢s inquieto por los permanentes hostigamientos del Polisario, de mayor envergadura y mort¨ªferos, pudiera verse en la situaci¨®n de exigir una r¨¦plica contundente.Se habla en Rabat de la posibilidad de que sea nombrado un ministro de Defensa, y que el Ej¨¦rcito, agotadas las posibilidades negociadoras, tome en sus manos la conducci¨®n de la guerra, que, hasta ahora llev¨®, con bastante autocontenci¨®n, el propio rey.