Luis de Carlos: "Mi m¨¢xima preocupaci¨®n sigue siendo la deuda del club"
Cinco temas han presidido la tarea de Luis de Carlos al frente del Madrid y han puesto a prueba su capacidad para el cargo: las disensiones surgidas en el seno de su directiva, el descubrimiento de un importante d¨¦ficit en el club -oculto a la luz p¨²blica hasta la muerte de Bemab¨¦u-, la huelga de jugadores, la renovaci¨®n de una plantilla demaliado cargada de a?os y la contrataci¨®n de un entrenador para sustituir a Molowny. En estas fechas se cumple el primer a?o de mandato del nuevo presidente, que se hizo cargo de una sociedad de prestigio dificil de mantener y que ha sustituido en el puesto a un hombre de perfiles tan inolvidables como fue Bernab¨¦ti. En la siguiente entrevista con Alfredo Rel¨¢?o, Luis de Carlos analiza su gesti¨®n a trav¨¦s de esas cinco cuestiones que m¨¢s le han puesto a prueba.
?En primer lugar, quiero decir que he tenido suerte. Suerte en que el equipo funcionase, ganase el t¨ªtulo de Liga y fuese finalista de la Copa. Aunque en la Copa de Europa ca¨ªmos pronto, el balance final de la temporada es bueno, y eso me ha permitido trabajar a gusto. Si el equipo hubiese ido mal, todo hubieran sido palos para mi gesti¨®n, y eso que, igual que no he tenido m¨¦rito ninguno en lo bueno, tampoco habr¨ªa tenido culpa en lo malo. Es a partir de ahora cuando mis decisiones pueden influir en la marcha del equipo y no antes. ?
Disensiones
No es normal que al a?o de creaci¨®n de la junta haya habido la dimisi¨®n de dos vicepresidentes: Pe?a Abizanda y Ram¨®n Mendoza. El Madrid ha dado la impresi¨®n de convertirse en lo que nunca fue: un nido de p¨²blicas discordias. ?En el caso de Pe?a Abiz¨¢nda todo se debi¨® a una diferencia de criterio. El estimaba que deb¨ªa estar en la junta una persona, y no pudo ser. Creo sinceramente que se precipit¨® en su dimisi¨®n, aunque lo hizo por fidelidad a un amigo. Luego, ¨¦l mismo me ha reconocido que quiz¨¢ se precipit¨®. Ahora es embajador plenipotenciario en M¨¦xico, y felizmente mantenemos excelentes relaciones. Respecto a Mendoza, en tomo a ¨¦l se cre¨® una situaci¨®n dificil, a ra¨ªz de las acusaciones en Cambio-16, y ello no hac¨ªa aconsejable su permanencia en la directiva del club en un puesto de responsabilidad. Pero no es cierto que tuviera enemigos en la directiva, como se ha dicho. Yo sent¨ª mucho todo aquello, porque ¨¦l apoy¨® mucho mi ascensi¨®n a la presidencia, pero eso no le iba a dar patente de corso. En su caso, si se han enfriado las relaciones, y eso me pesa, como siempre pesa el distanciamiento de un amigo. Pero de estas dos crisis se ha podido sacar la ense?anza importante de que lo importante es el club, la instituci¨®n, y ¨¦sta apenas ha acusado esas convulsiones. Todos estamos de paso. M¨¢s o menos tiempo, pero de paso. Lo bonito es ver que la sociedad es fuerte.?
Importante deuda
Un quebradero de cabeza m¨¢s importante es el de la deuda del club: trescientos millones: ?Yo entr¨¦ en la directiva en 1962, y durante diecis¨¦is a?os fui el tesorero. Sab¨ªa de sobra que se ingresaba menos de lo que se gastaba, pero siempre me explicaban que hab¨ªa cr¨¦ditos, que no hab¨ªa problema, y yo estaba un poco desentendido. Al llegar a la presidencia estudi¨¦ bien las cuentas y me asust¨¦, porque hay una deuda importante, de unos trescientos millones. Ese dinero se debe a unos bancos que, por supuesto, no nos van a cerrar la tienda, pero hay que pagarles, y pagarles intereses. El dinero es lo m¨¢s caro que hay. Y aunque algunas personas del mundo de las finanzas dicen, y lo dicen en serio, que es preferible deber a que te deban, a m¨ª me inquieta y me desasosiega esta deuda, y sobre todo esos intereses que estamos pagando. Hay un plan en estudio para conseguir un funcionamiento m¨¢s austero de la sociedad, pero es dif¨ªcil. Piense que, en principio, tenemos 250 empleados y el dinero que se va por ah¨ª es sagrado. La plantilla cuesta dinero y escatimar ah¨ª supone atacar la fuente de ingresos, que es el espect¨¢culo. Sin un buen primer equipo todo se desmorona, porque la gente no va al campo. Habr¨¢ que reducir gastos en las secciones, pero es una decisi¨®n muy dif¨ªcil de tomar. El baloncesto, por ejemplo, es muy deficitario, pero da prestigio al club. La decisi¨®n es dificil, pero habr¨¢ que ser valiente y atajar gastos de donde se pueda, porque no se puede permitir que la deuda siga aumentando. Si no podemos ir en Rolls porque no nos llega, quiz¨¢ tampoco haga falta ir a pie, pero habr¨¢ que comprar un coche m¨¢s modesto. Este es el criterio a aplicar en todas las secciones.
Huelga de jugadores
De Carlos se encontr¨® con el estallido de un problema que ven¨ªa gest¨¢ndose a?os atr¨¢s y que dio lugar a la huelga de los jugadores. Su actitud fue tibia y comparti¨® junto con los dem¨¢s presidentes una actitud patronal intransigente: ?Las peticiones de los jugadores eran razonables, vaya esto por delante. No han pedido m¨¢s dinero, sino la normalizaci¨®n de su situaci¨®n laboral, que estaba en el aire. Falt¨® fluidez en el di¨¢logo, se radicalizaron las posturas y se lleg¨® a la huelga. Yo todo esto lo vi como una fatalidad, como algo que lleg¨® por un desarrollo de los acontecimientos que ninguno supimos atajar. Personalmente, pens¨¦ que mi obligaci¨®n era ponerme del lado de la decisi¨®n federativa, y de hecho he descontado el 10% de la ficha a mis jugadores. Cuando el Tribunal Central de Trabajo decida, revisar¨¦ esta decisi¨®n, si es necesa?o. Si considera que no hay lugar a la sanci¨®n, les ser¨¢ entregada la cantidad retenida. Yo, de buena gana, no lo hubiera retenido, pero no he querido distinguirme en eso, y espero a que sea el Tribunal Central de Trabajo quien decida. Y conste que aunque yo he tenido un jugador, Del Bosque, como vicepresidente de la AFE durante la huelga, nunca le hice la menor observaci¨®n. Y ahora puedo decir que me pareci¨® muy digna y generosa su actitud, al comprometerse en una lucha en la que ¨¦l ten¨ªa m¨¢s que perder que de ganar, y s¨¦ que lo hizo por defender a los m¨¢s modestos, a los que m¨¢s necesidad tienen de la AFE. La existencia de la AFE misma me parece que era una necesidad.?Ha empezado la renovaci¨®n de la plantilla. De Carlos ha tirado de talonario a fondo. A la hora de fichar, la austeridad ha sido olvidada: ?Ya expliqu¨¦ antes que nosotros ingresamos dinero seg¨²n el espect¨¢culo que damos. Jensen es un buen jugador y un excelente chico, pero ya estaba muy visto. Pensamos que conven¨ªa un revulsivo, un jugador brillante de ataque que hiciera goles, que los diera y que llevara p¨²blico al campo. Despu¨¦s de tantear por aqu¨ª y por all¨¢ dimos, con Cunningham. El precio es caro, pero temo que los que tanto han criticado no saben exactamente c¨®mo est¨¢ el mercado en eso. Por lo dem¨¢s, caro o no, creo que hemos comprado lo que necesit¨¢bamos. Y la austeridad, insisto, aqu¨ª cuenta menos que en otras cosas, porque si la gente no va al Bernab¨¦u, entonces s¨ª que nos hundimos. Yo creo que con las participaciones en el Milenario y el Teresa Herrera, y con el Trofeo Bernab¨¦u, podremos habemos pagado casi por entero este fichaje. Luego, hemos tra¨ªdo a Garc¨ªa Navajas, que es un buen defensa, porque en esa l¨ªnea tenemos buenos jugadores, pero ya con cierta edad, y estamos muy mal de suplentes. El puede tener sitio a corto plazo. Y adem¨¢s hemos reforzado la media con dos buenos jugadores j¨®venes y se ha repescado alg¨²n jugador que estaba cedido fuera. La preocupaci¨®n, m¨¢s que mejorar la calidad de la plantilla, es rejuvenecerla, porque tenemos varios jugadores que son pilares en el equipo, pero que tienen ya una edad elevada y que en breve necesitan quienes les sustituyan. ?
Boskov
El fichaje de Boskov ha sido especialmente discutido: ?La gente me dice que nos ha enga?ado otro yugoslavo. Primero hay que decir que Miljanic no enga?¨® a nadie. Estuvo aqu¨ª tres a?os y gan¨® tres t¨ªtulos, dos de Liga y uno de Copa. Al aficionado le ha quedado la mala impresi¨®n de la tercera temporada, en la que el equipo fue mal. Aparte de eso, Miljanic, que tiene sus ideas como todo el mundo y a quien yo acaso considere m¨¢s te¨®rico que pr¨¢ctico, no es hombre que vaya por la vida enga?ando a nadie. Antes que nada es un hombre honesto y trabajador. Pero es que, aparte de eso, no hay por qu¨¦ establecer paralelismos. El que Boskov sea yugoslavo no supone que tenga que parecerse a Miljanic ni en lo bueno ni en lo malo. Yugoslavia es un pa¨ªs grande, del que pueden salir desde un premio Nobel hasta un refinado asesino, como de cualquier sitio. Yo he preferido un t¨¦cnico extranjero, porque veo por ah¨ª fuera que saben imponer una mayor disciplina de trabajo que aqu¨ª. Hemos buscado uno que no tuviera el problema del idioma y que conociera el f¨²tbol espa?ol, y ambas condiciones las reun¨ªa Boskov. Adem¨¢s, era un hombre barato. El, desde el principio, dijo que no ped¨ªa un fijo muy alto, que prefer¨ªa cobrar por los t¨ªtulos, y eso me pareci¨® bien. Con el poco tiempo que lleva, parece que ha ca¨ªdo bien a los jugadores y que es trabajador.?
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