Batalla en La Habana entre dos concepciones del no alineamiento
La batalla sobre dos concepciones de la no alineaci¨®n y los l¨ªmites del internacionalismo socialista, en materia de intervenci¨®n en terceros pa¨ªses, se contin¨²a librando en La Habana, seis d¨ªas despu¨¦s del comienzo de la reuni¨®n del movimiento de pa¨ªses no alineados.
La antigua Camboya, hoy Kampuchea, es la piedra de toque de esta lucha que a muchos observadores puede parecer casi ?surrealista?, pero que enfrenta, en l¨ªneas generales, a Yugoslavia y una mayor¨ªa de pa¨ªses del movimiento, sobre todo asi¨¢ticos, que temen ser objeto de intervenciones militares como la de Vietnam en Kampuchea, con Cuba y Vietnam, fundamentalmente, que apoyan a la Rep¨²blica Popular de Kampuchea, instalada en Phom Phen despu¨¦s del derrocamiento del r¨¦gimen de Pol Pot.La posici¨®n cubana aplaude y justifica la intervenci¨®n militar vietnamita que puso en el poder a Heng Sarim, l¨ªnea que siguen aproximadamente un 10% de los miembros de los pa¨ªses no alineados. Pero el r¨¦gimen cubano, anfitri¨®n de la conferencia, defiende su imparcialidad en este tema, ya que no ha concedido credenciales a ninguna de las dos delegaciones que tratan de representar aqu¨ª a Kampuchea, sino que ser¨¢ la conferencia quien decida, con toda probabilidad, que el tema -de formal pero que encierra una espinosa cuesti¨®n de fondo- sea enviado como un regalo ?envenenado? a los jefes de Estado que se reunir¨¢n en La Habana a partir de ma?ana.
Pero mientras tanto, Cuba juega fuerte, y Fidel Castro ha recibido en el aeropuerto a Heng Sarim, presidente de la Rep¨²blica Popular de Kampuchea, que ?casualmente? lleg¨® ayer a Cuba en visita oficial. Yugoslavia, por boca de su ministro de Asuntos Exteriores, Josip Vrhovec, atac¨® duramente a Cuba, sin citarla, desde la tribuna de la conferencia, advirtiendo que la cuesti¨®n de la ex Camboya es de principio, y su pa¨ªs no tolerar¨¢ que a trav¨¦s suyo se desvirt¨²en los principios de la no alineaci¨®n.
Estas disensiones no se traducen a nivel oficial en la entrevista celebrada el viernes entre el presidente Tito y Fidel Castro, en un ambiente ?cordial y de amistad?; los dos dirigentes insistieron en la reiteraci¨®n y aplicaci¨®n estricta de los principios de los no alineados, especialmente la posici¨®n del movimiento como factor independiente en la pol¨ªtica internacional.
Por ¨²ltimo, detr¨¢s del tema de Kampuchea se encuentra el enfrentamiento entre la URSS, por interposici¨®n d¨¦ Vietnam, y China
El proyecto de declaraci¨®n econ¨®mica, ?blando? para algunos pa¨ªses y demasiado radical para otros, afirma b¨¢sicamente que el imperialismo es el principal obst¨¢culo para el Tercer Mundo.
Fuentes oficiales cubanas denunciaron ayer la presencia en La Habana de diplom¨¢ticos de EEUU, Gran Breta?a, Francia y la RFA, ?dictada por la OTAN?, mientras el Washington Post informaba que el Gobierno norteamericano ha pedido a algunos pa¨ªses miembros del movimiento que intenten moderar las denuncias del imperialismo americano.
Por otra parte, un portavoz oficial no quiso comentar las noticias relacionadas con la supuesta presencia de tropas sovi¨¦ticas en Cuba. La noticia, procedente de Washington, afirmaba que una unidad de ?combate? sovi¨¦tica, entre 2.000 y 3.000 soldados motorizados y con artiller¨ªa, hab¨ªan llegado a esta isla.
La delegaci¨®n espa?ola en la conferencia declar¨® ayer que, hasta ahora, las posturas detectadas en los debates sobre el tema del Sahara no tienen implicaciones negativas para Espa?a.
Los representantes espa?oles han hablado con los argelinos, pero todav¨ªa no lo han hecho con los delegados polisarios o marroqu¨ªes que asisten a la reuni¨®n. Aunque la diplomacia espa?ola estima que su postura de cara a Marruecos ha sido ¨²ltimamente clarificada, no se descarta que Rabat plantee de nuevo aqu¨ª, con su argumentaci¨®n tradicional, el tema de Ceuta y Melilla.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.