Cibeles, Col¨®n, Ventas, trayecto de zarzuela

El ¨²ltimo programa del ciclo dedicado al g¨¦nero chico por la compa?¨ªa que dirige Joaqu¨ªn Deus, en el teatro de la Zarzuela, combina, como en ocasiones anteriores, dos obras de distinto matiz: el sainete de Arniches, m¨²sica de Torregrosa, El santo de la Isidra y la zarzuela, casi comedia l¨ªrica, de Luna, sobre argumento de Luis Pascual Frutos, Molinos de viento. El santo de la Isidra sube a la escena del Apolo en febrero de 1898, un a?o m¨¢s desgraciado para el pa¨ªs que para la zarzuela. ?Qu¨¦ ten¨ªa que ver la estampa t¨ªpica, festiva y coloreada que retrataba a las gentes populares de Madrid con lo que a Espa?a estaba sucediendo? No parece sino que se tratara de dos pueblos diferentes: el del desastre y el de los peque?os conflictos de amor y celos resueltos en encuentros verbeneros. Con todo, el ?g¨¦nero chico ? segu¨ªa siendo testimonio, y quiz¨¢ Por partida doble: el del reflejo de tipos, usos y decires y el de la contradicci¨®n nacional. Lo cierto es que en la ?catedral del g¨¦nero?, desplazada luego por las nuevas ?catedrales de la banca?, Carreras y los Mesejo hac¨ªan las delicias del ?respetable? a trav¨¦s ?del Venancio?, el se?or Eulogio y el se?or Mat¨ªas.Para 1911, a?o del estreno de Molinos de viento, las cosas han cambiado bastante. Se impone un cosmopolitismo que, con frecuencia, roza con lo ex¨®tico o se encampana en lirismos si no hijos, por lo menos sobrinos de la ¨®pera y la opereta. Al argot barriobajero sucede una po¨¦tica de sue?os, im¨¢genes divinas, rayos luminosos y amorosos pensamientos. Dir¨ªase que la zarzuela gran de se hab¨ªa colado de rond¨®n en el ?g¨¦nero chico?. Mas si el compositor tiene la vena de Pablo Luna, el ¨¦xito definitivo acompa?a a sus pentagramas. No fue escaso el triunfo de Molinos y, seg¨²n las cr¨®nicas, nada tuvo que envidiar al del Conde de Luxemburgo que Madrid hab¨ªa conoci do dos meses antes.

Es precisamente una opereta de Lehar el recambio que al ?g¨¦nero chico? se ha dado ahora en el Centro Cultural de la Villa. La compa?¨ªa Isaac Alb¨¦niz ha montado muy bien La viuda alegre, con direcci¨®n musical de Dolores Marco y ?regie? de Montesinos. Cantan Fefi Arregui -invitada para el papel protagonista-, L¨®pez Rodr¨ªguez, Quir¨®s, la Madrigal, Mar¨ªa Rus y Pep¨ªn Salvador.

Entre tanto, la Antolog¨ªa, de Tamayo, prolonga su presencia en la Plaza Monumental de Las Ventas con un ¨¦xito multitudinario. Cada noche, diez, doce y hasta quince mil espectadores aplauden el lucido montaje de los n¨²meros zarzuel¨ªsticos.