Estreno mundial de "Ogro" en Venecia
Ayer se clausur¨® la "Mostra Internacional de Cine"
La pel¨ªcula Ogro, de Gillo Pontecorvo, presentada por Italia en la secci¨®n Venecia Cinema 79, clausur¨® ayer la Mostra Internacional de Cine de la bienal de Venecia. Ha sido el estreno mundial de esta coproducci¨®n de Italia, Espa?a y Francia, acogida en la sesi¨®n para la critica con aplausos en una secuencia y al final, sin llegar a formarse un ambiente de pol¨¦mica ante el tema propuesto, el asesinato por ETA de Carrero Blanco, y, por extensi¨®n, la actualidad del terrorismo pol¨ªtico internacional. El estreno en Espa?a se celebrar¨¢ en el pr¨®ximo Festival de Cine de San Sebasti¨¢n, donde es previsible un mayor contraste en el p¨²blico, tanto en los seguidores del cine de Pontecorvo como en el pueblo vasco, en plena campa?a del Estatuto.
Gillo Pontecorvo, en su encuentro con los cr¨ªticos e informadores, ha insistido en que Ogro significa la b¨²squeda de un nuevo estilo o lenguaje con respecto a sus pel¨ªculas anteriores, Prisionero del mar, Kapo, La batalla de Argel y Queimada, con el paso de un tono ¨¦pico y coral a la narraci¨®n directa, simple, descarnada. La doble consideraci¨®n de Ogro como cine o como tratado pol¨ªtico puede centrar el esquema de las discusiones. El realizador italiano hizo m¨¢s amplias referencias a la forma cinematogr¨¢fica que al contenido, Su cine es conocido por su compromiso pol¨ªtico y la tem¨¢tica revolucionaria. En sus pel¨ªculas anteriores, sobre todo en La batalla de Argel, que obtuvo en 1966 el Le¨®n de Oro de la Mostra de Venecia, se centraba en la lucha por la independencia del pueblo argelino. El cambio de perspectiva pol¨ªtica en Ogro, donde presenta un grupo clandestino en lucha contra la dictadura franquista y la libertad del pueblo vasco, incide en la estructura de su pel¨ªcula, donde declara haber perseguido un nuevo estilo en la actuaci¨®n y escenograf¨ªa con el fin de acercar la psicolog¨ªa de los cuatro personajes importantes, miembros del comando terrorista que planifica el secuestro, primero, y despu¨¦s el atentado contra Carrero Blanco.?En esta pel¨ªcula muestro mi postura contraria al terrorismo?, declar¨® Pontecorvo al plantearse varias cuestiones referentes al terrorismo en Espa?a y en Italia. ?Sobre todo en la secuencia final, en el filme no hay ninguna apolog¨ªa de la lucha armada y, aunque se centra en la actuaci¨®n de un grupo determinado, la postura es v¨¢lida para el terrorismo en general.?
Explic¨® algunos detalles durante la elaboraci¨®n de la pel¨ªcula en la fase de documentaci¨®n, como sus contactos con el comando que llev¨® a cabo el atentado y las escasas dificultades que tuvo durante el rodaje por parte de algunas personas nost¨¢lgicas del franquismo. En el aspecto t¨¦cnico, la secuencia de la voladura del coche presidencial, que fue aplaudida por el p¨²blico -?elogio de cineastas o reflejo ideol¨®gico?-, est¨¢ realizada en el lugar exacto del atentado y con trucaje, pero Pontecorvo se neg¨® a revelar detalles de los trucos empleados. El director de la fotograf¨ªa, Marcello Gatti, elogi¨® la direcci¨®n de Pontecorvo, centrada en la tensi¨®n emocional de la pel¨ªcula por encima de un detallismo formal.
La Mostra de cine acab¨® sin la concesi¨®n de sus cl¨¢sicos premios, de acuerdo con los nuevos estatutos. En los ¨²ltimos d¨ªas se ha agudizado el debate sobre la posible vuelta a los leone de oro y plata, e incluso se aprecian algunas presiones para recuperar el prestigio de un premio valorado, sobre todo, por la industria cinematogr¨¢fica de cara al lanzamiento de sus productos. El planteamiento de la Mostra se acerca m¨¢s al hecho cultural del cine, el di¨¢logo y el conocimiento de sus aspectos art¨ªsticos y sociales, en sustituci¨®n del tipo de festival como mercado y agencia publicitaria. De todas formas, el fetichismo de los premios tambi¨¦n ha funcionado en esta Mostra. La asociaci¨®n de cr¨ªticos internacionales otorg¨® ayer su premio a las pel¨ªculas La nouba des femmes du mont Chenoua, de Assia Djebar, por exponer en su primera pel¨ªcula un aspecto de la situaci¨®n femenina en Argelia; Passe montagne, de Stevenin y Rappeneau, por resaltar la fraternidad humana, y una menci¨®n especial a Funerailles a Bongo, Francia, por la labor de investigaci¨®n antropol¨®gica de Jean Routh. Por su parte, la prensa cat¨®lica concedi¨® su premio Pasinetti a Saint Jack, le Peter Bogdanovich. De todas las pel¨ªculas presentadas se ha destacado el aumento del n¨²mero de mujeres realizadoras, la presencia de cinemas de pa¨ªses en v¨ªas de desarrollo y la insistencia en la tem¨¢tica juvenil, en pel¨ªculas como More American Graffitti, de B. W. L. Norton; la japonesa Kosatsu, de Kaneto Shindo; la italiana I giorni cantati, de Paolo Pietrangeli; Improvviso, de Edith Bruck, y la h¨²ngara El peque?o Valentino, de Andras Jeles. Como pel¨ªcula-revelaci¨®n, la m¨¢s aplaudida, la italiana Ratataplan, de Maurizio Nichetti, llena de humor y frescura, solicitada ya por un distribuidor espa?ol. Otros hechos a destacar: Que viva M¨¦xico, de Eisenstein y Aleksandrov, y la simpat¨ªa de los italianos hacia su casi compatriota Martin Scorsese, sus pel¨ªculas y su idilio con Isabella Rossellini, int¨¦rprete de la pel¨ªcula de los Taviani.
Por otra parte, la Mostra Internacional de Cine se ha desarrollado sin ruidos. El ritmo mon¨®tono de proyecciones de pel¨ªculas, con un n¨²mero superior al centenar, es el habitual de los festivales. La Bienal de Cine ha resucitado cuando el vendaval de la contestaci¨®n estudiantil de finales de los sesenta ha pasado a los libros de texto. Ni siquiera las playas del Lido ofrecen frivolidad. El ¨²nico juego es mirar fachadas estilo liberty o art-deco y comprobar las secuencias de Muerte en Venecia, de Visconti, en la terraza del hotel Des Bains. Sin embargo, esta Mostra austera, cultural, sin premios, ha registrado algunos intentos de happening y provocaci¨®n, adem¨¢s de la conmoci¨®n espiritual y cinematogr¨¢fica que ha supuesto ayer el estreno de La luna, de Bernardo Bertolucci.
Por un cine c¨®mico, delirante y lumpen es el manifiesto que ha presentado el cineasta argentino Fernando Birri, residente desde hace varios a?os en Italia, con su pel¨ªcula Org, firmada como Fermagnorg, en las dos sesiones programadas dentro de la secci¨®n de ?Taller Veneciano?. Una ?pasada? de pel¨ªcula que sacudi¨® el inter¨¦s del p¨²blico, movido a trav¨¦s de carteles, posters, tarjetas y pegatinas que inclu¨ªan un recortable del praxinoscopio, un aparato de la prehistoria del cine, y un caligrama de Rafael Alberti. Adem¨¢s, se anunciaba una escenograf¨ªa especial para entrar en fila india a la sala de proyecci¨®n.
Babelia
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